No sé, en verdad, si cabe la expresión de “era Cornejo”,
para el momento que se inicia con la juramentación del exministro de Vivienda,
como nueva cabeza del Consejo de Ministros. Así como no hubo nunca una era
Villanueva, en la que el otrora prestigiado presidente regional de San Martín
pudiese ejercer algo de sus condiciones de liderazgo al interior del actual
gobierno, y es dudoso que existiera realmente una era Jiménez, salvo en el
sentido de inercia e inacción ante los problemas políticos que se iban
acumulando.
En realidad en julio del 2011, cuando Ollanta Humala
comunicó a la CONFIEP y al Grupo El Comercio, que el nuevo ministro de Economía
sería el viceministro de Alan García e Ismael Benavides, se inició un nuevo
capítulo de una era que comenzó en 1990, en aquel momento en que Fujimori
desechó su promesa de “no shock” y aceptó que le impusieran desde fuera una
cabeza del MEF con la que no había tenido trato previo pero que era avalada por
los organismos financieros internacionales. En ese punto empezaba un período
largo en el que el ministerio del dinero quedó secuestrado a los cambios
políticos y en el que se produjo un reclutamiento continuado de tecnócratas,
muchos de los cuales han permanecido por décadas en las oficinas burocráticas
del Jr. Junín o de sus organismos asociados.
La era neoliberal, por cierto, ha pasado por diversos
“momentum”, es decir etapas particulares, una de los cuales ha sido claro está la
de Miguel Castilla, que comienza como un freno a la transformación prometida
por el ganador de las elecciones a cambio de mantener en lo posible el
crecimiento económico; para convertirse luego en una nueva doctrina: “el
crecimiento con inclusión” (la misma política económica con un poco más de
programas sociales); y llegar finalmente al actual copamiento total del
régimen, a través de ministros, viceministros y secretarios generales,
propuestos por Castilla, incluyendo haber logrado el control del premierato a
través de René Cornejo. Eso ha sido un proceso que no ha conocido pausa y que
ha tenido un aliado neto en la primera dama que el lunes gritó ¡yeah!, en
público, celebrando la salida de Villanueva y el encumbramiento del amigo de
Castilla.
Estoy convencido que mucho más importante que el nombramiento
del premier Cornejo, es la ratificación del ministro de Economía. Y para que
todo fuera como estaba previsto se montó la farsa del lunes en la que se
hablaba de que por fin Víctor Isla del nacionalismo, cumpliría su sueño de
presidir el Consejo de Ministros, lo que fue festejado en el Congreso, y que el
del mechoncito se iría al cargo del Banco Mundial que según dice lo espera
desde hace años. Todo se hizo para que Humala les rogara a la hora nona que se
queden. ¿Qué hago sin ustedes muchachos?
Y Nadine dijo ¡yeah!
27.02.14
1 comentario:
Don Raúl, aparte de la confirmación de quien realmente gobierna es la dupla Nadine-Castilla, hay un par de cositas que han pasado desapercibidas: las salidas de Merino (MEM) y de Triveño (Produce). Se comenta que ambos han salido por lobbys (Kuntur, en el primer caso, y la Soc. Nacional de Pesquería en el segundo) donde el aval técnico lo dio Castilla y el aval político Nadine, o mejor, los Heredia. Y que justamente han puesto en sus reemplazos a dos alfiles (Mayorga y Ghezzi) para que todo vuelva a lo que esas empresas siempre han querido.
Aquí pues, los Humala serían los títeres de esta tragedia política llamada P. Nacionalista, y los verdaderos titiriteros son los Heredia, que negocian tras bambalinas con los verdaderos dueños del país. Por eso es que dudo que Nadine vaya a la reelección, creo mas bien que está "recaudando fondos" para el 2016.
Saludos
Víctor Paredes
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