domingo, febrero 23, 2014

Nadine economista

Tiene razón don César Lévano cuando señala que el mensaje, no tan oculto, de la primera dama que habla al salir del Hotel Westin, sobre sueldos de ministros, maestros y remuneraciones mínimas, era su alineamiento con el ministro de Economía, aún a costa de un nuevo desplante sobre el fantasmal premier Villanueva.

Si como dicen por ahí la expresión corporal y el modo de hablar, revelan a veces más que las palabras, habría entonces que agregar que la Nadine del jueves no era la mujer sonriente y fluida de otras ocasiones, sino una persona desencajada y agitada que hacía largas pausas entre las palabras, como si tuviera que pensarlas demasiado.  

Dicho de otro modo, denotaba inseguridad y eso hace pensar aún más que Castilla le pidió que sacara la cara por sus temas: que el aumentazo no era sólo cosa suya y que la CONFIEP no debe alarmarse por el salario mínimo porque el gobierno no está ocupado del asunto. Muchos han dicho que estos no son tópicos para una consorte presidencial que aparece hablando a nombre del presidente ausente del país. Pero quizás lo más notable era que lo dicho no tenía nada que ver con aclarar los puntos o darles algún sustento, sino subrayar que la versión del MEF era la correcta por cualquier cosa que pudiera declarar otro ministro.

Pero su inseguridad evidente, muestra que la presión del mechoncito ya le está tocando los nervios. El continuismo neoliberal ha dejado de ser una táctica de duración, para neutralizar a empresarios y medios de comunicación que se le venían encima, y asegurarse algunos fondos para programas sociales que creen que les garantizan una base social entre los más pobres. Ahora Nadine tiene que hacer de aprendiz de lo que no entiende: por ejemplo, que los ministros no pueden ser comparables salarialmente con los maestros (25 sueldos promedio de maestro equivalen a un solo ministro), o que el salario mínimo y los sueldos bajos traen inflación cuando se les aumenta, pero no los sueldazos de la alta burocracia.

Probablemente, Ollanta se ha borrado del país para no hacer el papelón de explicar lo inexplicable y para no hacer visible que no sabe decirle que no a su verdadero jefe de gobierno. Pero la primera dama, que estaba de lo más bien cuando se mantenía en silencio, no pudo sobreponerse a la seducción del ministro de Economía, a pesar de que era muy fácil que respondiera que esos eran asuntos que debían responder los que decidieron el aumentazo. ¿o es que ella también tuvo que ver con la decisión?

Es seguro que García le va a encontrar un ángulo de “reelección conyugal” a este incidente. Pero si fuese cierto que así quiere Nadine ganar votos, habría escogido el peor camino. O lo que quiso es decirnos simplemente es que ella manda, y lo demás no importa.

23.02.14

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