sábado, diciembre 27, 2014

De la ley pulpín a la ley pulpón

No sé quién inventó eso de “pulpín” y lo que significa. Tampoco estaba claro al principio si iba a haber resistencia y lo evidente es que la mayoría de los partidos dieron su voto en el Congreso porque ya habían recibido el mensaje de la Confiep, de que se trataba de una ley en la dirección correcta pero muy insuficiente. El gobierno se sintió tan seguro con esos votos y el entusiasmo empresarial, que hasta creyó que había hecho un presente navideño. Pero ningún joven u organización que los represente había sido consultada y ningún debate se había desarrollado sobre su contenido.

Irónicamente la ley juvenil, era a la vez una ley Confiep. Y cuando García Miró decía que era “insuficiente”, se refería que lo que ellos andan buscando es un “pulpón”, es decir una merma radical en los derechos de todos los trabajadores Después de todo informales hay de toda edad, género e historia laboral. Hace tiempo los pulpos de la Confiep hacen propuestas en la misma línea: para jóvenes, para ciertas actividades económicas, temporales, de intercambio  de derechos por dinero, etc. Por eso, además, resulta risible que Humala quiera pasar por creador de una ley para jóvenes, cuando es claramente un viejo anhelo empresarial.

El ministro Ghezzi no podía ser más sincero cuando empezó a pedir que la ley del empleo juvenil se apruebe para un solo años, para ver sus resultados. Está pensando en realidad que habrán suficientes jóvenes sin trabajo que hayan escogido el camino de peor es nada, y se conviertan en un factor a favor del gobierno y la Confiep, para no eliminar la ley.  Además ya estaremos en plena campaña electoral como para que temas como este queden en un plano secundario. Pero lo que es cierto es que la cuestión de tumbar la ley antijuvenil es un asunto de aquí y ahora.

Pocas veces se ha visto tantos jóvenes en las calles en plenas fiestas de fin de año, con la peculiaridad de que no hay una conducción político-partidaria clara de este inmenso movimiento, pero si hay blancos bien definidos a los que apunta la lucha. No es que los chicos creyeran que la fantasmal casa de la Av. Arequipa, representara al partido nacionalista, sino que han querido simbolizar que su problema es con Ollanta-Nadine que han asumido como suya la ley pulpín. Y tampoco es que hayan escogido al azar el local de la Confiep, donde hicieron un largo plantón subrayando quién está detrás de esta medida.

En el medio, por supuesto, están los partidos que votaron por la ley y ahora claman contra ella. Lo más curioso: el papel del fujimorismo, que dirigió la Comisión que revisó la norma, voto por ella, se desmarcó siguiendo al APRA y al final, Keiko aparece diciendo que es una buena ley. La síntesis de considerarse la candidata de la Confiep   

27.12.14

viernes, diciembre 26, 2014

La juventud es una nimiedad

Bueno, total, si los jovetarados (jóvenes tarados)no quieren que les den trabajo, baratito y maltratadito, pero peor es nada, y prefieren imaginarse con derechos que no existen, entonces lo mejor será que abandonemos la batalla, que al final es una nimiedad al lado de Conga, donde Humala se chupó, y nos olvidamos de la dignidad, la necedad y evitamos una mayor izquierdización del electorado el 2016.

Ya se dieron cuenta, seguramente, a quién es que estoy resumiendo en las líneas anteriores. Pero si requieren una mayor referencia le recordaré que el día 22 de diciembre escribí una nota sobre el componente de “dignidad” que ha unido a los jóvenes de barrios con universitarios, a chicos pobres con los de otros grupos sociales, incluidos los de las Nike que son los que le interesan a Tubino. ¿Cómo es que se rompieron las barreras entre muchachos que normalmente no encuentran razón para andar unidos?

En 1997-98 hubo un fenómeno semejante con el desborde juvenil que llenó las calles de Lima después de que el gobierno de Fujimori destituyó arbitrariamente a tres miembros del Tribunal Constitucional, que también eran maestros universitarios. Ahí tampoco habían ganancias materiales a la vista, pero sí un sentimiento muy fuerte de que la prepotencia debía ser detenida por la movilización. Y se vencieron barreras sociales y territoriales, con todo lo difícil que era imaginarlos en una lucha en común.

El 23, Aldo M, se metió en el tema para equiparar dignidad con necedad, ya que entre unos derechos, más o menos, lo que cuenta es tener chamba, cualquier chamba. Y de ese punto se pasó a que hay que adaptarse a la realidad y no pedirle más de lo que puede darte.  El liberalismo se pasó a conservadorismo, como otras veces, que en buena cuenta quería decir que los jóvenes se convertían en los conejillos de indias para aumentar la flexibilización laboral, que desearían aplicar a todos los trabajadores. Porque dígase la verdad, la máxima de que el peor trabajo es el que no se tiene, no se remite sólo a los menores de 24 años, sino a cualquier asalariado.

¿De qué sirve la dignidad si choca con la realidad?, fue la fórmula con la que M amagó en el debate. Pero el 25, como ya se dijo, empezó una veloz reculada.  En otras palabras, chocó él mismo contra la realidad y en evidente reconocimiento de las movilizaciones que no esperaba, se mandó con eso de que el asunto de la juventud era nimio (tomen nota) y que los problemas importantes del Perú, son las Congas, Tías María y otros. Algo como las uvas están verdes y la plata llega en grandes proyectos y no en marchas de jóvenes rebeldes que además pueden estar empezando a cambiar de opinión electoral.      

26.12.14

miércoles, diciembre 24, 2014

Indigno pero contento

La novedad de ayer fue enterarme que la idea de “dignidad” de Aldo M es igualita a la de Althaus, sólo que el segundo la expresa con angustia y al otro las cosas importantes le dan risa. Y cómo de la ley del empleo juvenil se trata se refiere en primer lugar al video de la campaña electoral de segunda vuelta en la que aparece Humala y Martín Belaúnde ante un grupo de jóvenes. ¿Qué demuestra eso? No sé, pero el más tonto de los más tontos, que ha ocultado casos de fondo como narcoindultos, BTR, obras sobrevaluadas, caso Oyarce, plata de las privatizaciones desaparecida, etc., se cree en condiciones de darnos lecciones de periodismo , cuando todos saben que MBL se reenganchó a la campaña de Humala en su parte final.

Pero como eso no tiene nada que ver con lo que quiere criticar, el jovencito mayor de 50 años, sigue su menú y añade “Y Wiener, su hija y los izquierdistas confunden dignidad con necedad”. Y ustedes de preguntarán que hace mi hija en ese paquete. Nada, salvo que cree que esta es la parte en la que me pico. Algo tiene además de estilo gánster, cuando el malvado dice chantajistamente que también sabemos que tienes una hija a la que le puede pasar algo. Pero después de tantas introducciones M, dicta el súmmun de su filosofía: “¿de que te sirve una dignidad que choca con la realidad?”. Imagínense a los negros sudafricanos, a los hindúes, a los palestinos bajo este criterio. Y sigue: “¿de qué te sirven…un montón de derechos laborales si no tienes trabajo?”

Claro M, pero de lo que se discute no es de cuántos derechos hacen a alguien supuestamente digno, o cuánto vale la dignidad (Althaus), sino que hay humillaciones, discriminaciones y postergaciones que hieren a los seres humanos en lo más profundo. Si se reacciona, se asumen riesgos y se pierde la comodidad de lo seguro, es porque los supuestos “necios” han decidido hacerse respetar. Ese es el problema eterno de las derechas falsamente liberales, que creen que conectarse a la realidad es someterse a ella y no porque sean demasiado religiosos, sino porque tienen una mirada estamentaria de la sociedad cuyo orden lo establece el poder económico.

Los derechos adquiridos por los trabajadores: vacaciones de 30 días, compensación por tiempo de servicios, gratificaciones, seguro sobre accidentes de trabajo, indemnizaciones, etc., no han venido del aire, sino de intensas luchas, concluidas en lo que un liberal verdadero debería denominar un contrato social en firme. Si está establecido que en este país esos derechos existen, ¿es o no es una agresión, definir que de cierta edad para abajo se les recorta o desaparece? Y eso, sin consulta con los jóvenes, sino con los patrones que están contabilizando cuánto se van a ahorrar. Entonces hay aquí dos temas: abaratamiento del trabajador joven, y atropello a su dignidad. Sólo un necio no lo puede ver.   

23.12.14

www.rwiener.blogspot.com

Los que quieren comer son terroristas

El rector Cotillo, de San Marcos, que se niega abiertamente a acatar la ley universitaria, pero exige que sus estudiantes no hagan política, ha recogido el estilo de su similar de la Antúnez de Mayolo en Ancash, que arma un escándalo sobre senderismo y Movadef, cada vez que alumnos, profesores o trabajadores realizan alguna protesta. Parece además que en otras universidades está cundiendo la idea: pobrecitos los rectores, los agitadores los tienen cercados y quién sabe que otra cosa mala puedan hacerles.

En el caso de la sesquicentenaria, el tal Cotillo decidió porque sí, que el comedor universitario permanecería cerrado la segunda quincena de diciembre. Y cuando los chicos y chicas, muchos de ellos provincianos, que tienen su presupuesto para usarlo en el comedor universitario, se encontraron con que los dejaban al hambre, se armó la marcha interna reclamando la reapertura. No había ningún maquinador político, como que el cierre del comedor les cayó de sorpresa y comer en las Ciudad Universitaria al precio establecido, no corresponde a ideología alguna.

Pero Cotillo dijo que esa era una marcha del Movadef, que seguro son los únicos que comen, y que habían arengas radicales, entre ellas la que pide que el rector se vaya, y denunció ante el Ministerio Público y la procuraduría antiterrorista el acto de terror del que había sido víctima. El procurador Julio Galindo, que parece estar bajo de clientes y por eso declara una barrabasada sobre otra, aseguró que esta vez no se le escapaban estos del Movadef a los que les va a pedir 25 años de prisión por reclamar sus alimentos.

El país en onda de fiestas navideñas, bombardeado por los escándalos periodísticos y últimamente preocupado por la “ley pulpín”, no le ha dado mucha atención a ese incidente sanmarquino. Dentro del claustro todo el mundo sabe que el llamado “pericotillo” quiere quedarse como sea en el cargo: como parte de los rectores rebeldes, que no están implementando la ley Mora, o protegido por Urresti y Galindo como barrera al “terrorismo”. Por supuesto que en ese caso está entregando su Universidad a dos tipos impredecibles.

¿Se imaginan 25 años de prisión por marchar dentro de su propia universidad para que se abra el comedor donde se alimentan? ¿Qué cosa estrafalaria puede estar ocurriendo para que el procurador adelante largas condenas para los del Movadef así no hagan ningún acto de terror y de ahí facilito para aquellos que actúan junto o cómo los del Movadef, al decir del procurador Galindo. La universidad peruana, y San Marcos en particular, tienen un historial de luchas y revueltas por causas justas y los gobiernos más reaccionarios siempre han querido intervenirla.

Cotillo espera que le crean que es la única barrera posible al terrorismo en San Marcos. Pero ese no es sino el gran pretexto para eternizarse en el control de la universidad y sus recursos.

23.11.14

lunes, diciembre 22, 2014

¿Qué es la dignidad?

Una vez, Jaime de Althaus, el más ansioso de los neoliberales televisivos, decía desde la pantalla que no entendía, que cómo podía ser, que, qué era eso que los arequipeños no querían aceptar los 50 millones de dólares que la belga Tractebel estaba dispuesta a pagar para quedarse con las empresas eléctricas del sur durante el intento de privatización, que fracasó aquel lejano 2002.

Y decía más: rechazan el dinero por dignidad, qué es dignidad, cómo se come la dignidad. Claro, no sabía lo que era. Hoy mismo, varios como él no han comprendido el sentido último de la protesta juvenil, que es el rechazo a ser tratados con las migajas del crecimiento, vulnerando su dignidad.

Que un joven tenga que hacer tareas de adulto, pero por su edad quedar con menos derechos que su compañero mayor, por ejemplo regresar de vacaciones después de 15 días o no tener gratificaciones, o carecer de seguro de trabajo.

Todos eso es indigno, humillante, agresivo, aún cuando el presidente y la primera dama se hayan comido enterita la historia de que por esta vía de los derechos recortados, se logran por lo menos algunos o parte de ellos que antes no tenían.

No tenemos un Estado digno que señale claramente de qué tipo de derechos deben gozar todos los trabajadores independientemente de su edad, género, discapacidad, o cualquier otro. No, tenemos un Estado servil que busca abaratar la fuerza de trabajo y ataca un sector tras otro.

Hace más de treinta años, los trabajadores textiles y de la agroindustria, en su enorme mayoría mujeres, tienen un régimen laboral con semejanzas al que ahora le están imponiendo a los jóvenes. Como ellos tienen dignidad han peleado constantemente para derogar esta ley infame que se hizo para “fomentar las exportaciones”.

Durante el gobierno de García se dio la Ley Pymes, dizque dirigida a lograr la formalización del sector micro y pequeña empresa, sobre la base de convertir a sus trabajadores en personas con derechos recortados. La formalización real fue casi inexistente (menos del 10%), pero los que estaban trabajando en empresas hasta 100 trabajadores (el APRA elevó la condición de mediana empresa hasta ese número) vieron precarizarse sus condiciones laborales.

Así, paso a paso, los regímenes llamados especiales fueron ingresando al mercado laboral con los más variados pretextos. Y en todos los casos los gobiernos decían que su medidas eran favorables al trabajador, que de otra manera no tendría trabajo, o sería informal, pero la única opinión que consultaban era la de la Confiep y la gran empresa, que eran también los únicos que aplaudían.

Bueno, también el Grupo El Comercio que pretende dirigir el país.

La dignidad llevará a las calles a los jóvenes esta tarde a pocos días de la navidad. Los políticos indignos que bajan la cabeza ante los poderosos y los que se cambian de posición para simpatizar con los reclamantes, deben ser marcados duramente, ahora que sabemos quienes son.   

22.12.14