viernes, agosto 14, 2015

El recibimiento

Llegué con unos cinco minutos de retraso y me pareció increíble ver todo el amplio ambiente central de la librería El Virrey, completamente  copado de público, la mesa ya instalada, presidida por Santiago Pedraglio, y los comentaristas Anahí Duran y Nelson Manrique. Quizás pensaban que no llegaría por lo inestable de mi salud. Pero hice un esfuerzo supremo y ahí estuve.

Era la presentación del libro de Alberto Gálvez Olaechea, “La palabra desarmada”, escrito en prisión y por fin convertido en  materia de un diálogo público. Pero era más que eso. Lo veía en el rostro de los asistentes que habían llegado a un punto de reencuentro. Aún los que no conocían personalmente a Alberto estaban ahí buscando su palabra de guerrillero y de estudioso de la guerra de los 80 y 90. Era un recibimiento a un hombre casi único, que ha podido atravesar los terrenos de la autocrítica y discutir muchas de la ideas, que nos han querido bloquear, afectando la libertad de pensar por 35 años.

Alberto Gálvez estuvo 27 años en prisión, la misma cantidad que padeció Mandela, a quién también lo acusaron de “terrorista”. Hoy Alberto Gálvez reaparece como el portavoz de la palabra desarmada, a la que desarmaron en una dura lucha, y la que sin embargo resulta imprescindible incorporar como una de las voces del balance de lo que ocurrió y costó tanta sangre. Los políticos y los medios han invisibilizado el papel de Alberto Gálvez, lo que parece querer decir que le tienen más miedo que a otros. Que nadie se de cuenta que se está incorporando un nuevo actor político e intelectual, al estrecho espacio de los debates peruanos.

Por la magnitud de la asistencia a la presentación (quizás unas 300 o 400 personas), se hace evidente que a Alberto Gálvez, el cariño de la gente le llega solo, en el silencio de los medios. ¿Cómo se puede ser indiferente ante un hombre que no registra actos de violencia y sangre, pero al que igual, sobre condenaron porque temían a su inteligencia.

En su libro, Alberto remarca un tema que se evade sistemáticamente: ¿Cómo construir una sociedad pacífica y en vías de reconciliarse, si el Estado, estimulado por los medios y la derecha más recalcitrante, sigue con la política de quitarles la voy a los perdedores y están proponiendo otras cosas. Estoy seguro que de la gente que fue a la librería Virrey, conducida por ese ángel chiquito e incansable que es Chachi Sansiviero, debe haber hecho cuentas sobre aspectos de calidad entre vencedores y vencidos.

Al final, una gran prueba está en camino. Porque a Alberto le van querer cerrar todas las puertas. Pero por lo que vi el miércoles, no va a ser tan fácil. Un merecido recibimiento a Alberto Gálvez, entre libros, amigos y  admiradores.

14.08.15

jueves, agosto 13, 2015

Alberto Gálvez

Esta noche, a las 7 pm.,  en la Librería Virrey de Miraflores (ubicada en el óvalo de las Brujas de Cachiche), se presenta el libro de Alberto Gálvez Olaechea “La palabra desarmada”. Figuro entre los comentaristas, entre los cuales hay destacados analistas como Santiago Pedraglio, Nelson Manrique y Anahí Duran. Espero  que mañana sea un buen día para mí, en una etapa de mi enfermedad que me hace oscilar de bueno a malo sin que pueda hacer nada por detener esta evolución.

Sea como sea, estaré ahí con un texto escrito o con mi presencia física. Soy amigo de Alberto Gálvez desde hace más de 40 años, y de esos un total de 27 permaneció preso. Lo visité en Castro Castro hasta en dos oportunidades, y siempre lo encontré escribiendo, pero tuve que ceder cuando los médicos me prohibieron los ambientes que podrían ser contaminantes. Luego vinieron las noticias que anunciaban los tipos peligrosos que estaban por abandonar la prisión, entre ellos Albero, a los que les retiraron beneficios penitenciarios que ya habían ganado con su esfuerzo y les alargaron la condena.

Por eso cuando recibimos la llamada de Alberto Gálvez para visitarnos en casa, no  me sorprendió que me lo comunicaran en voz baja. Como si a un poco más de volumen los medios que hacen los escándalos se darían cuenta que lo que para ellos era un “pez gordo”, había recuperado su libertad hacia dos meses, sin armar la bulla suficiente Estoy muy feliz de saber que se hizo  algo de justicia. Y que Alberto salió para continuar una batalla por la palabra, es decir por la interpretación del período de la guerra interna 80-90, que incluye autocrítica, reflexión y polémica, en la que se ha especializado.

No quiero adelantar nada del libro, para alentar la asistencia a la presentación. Pero de lo que estoy seguro es que esta reunión marca un hito. Será la primera vez que el público podrá intercambiar ideas con un subversivo de carne y hueso y discutir su balance político. ¿Cuántas oportunidades como está habrá en los siguientes años? Imposible saberlo, más aún con la posibilidad de que fujimorismo llegue al poder e imponga la ley de una sola versión sobre hechos que desde el inicio fueron complejos y discutibles.

Alberto es valiente al proponerse tratar temas que lo  involucran y en desarrollar un puno de vista propio. Deseo mucho el éxito de la presentación de la noche, y poder llegar hasta allá. Somos muchos los que tenemos para ganar en la discusión de El Virrey. Los esperamos.

12.08.15

Otra vez sobre los candidatos de la izquierda

 A propósito de mi artículo “La izquierda tiene candidatos”, se ha abierto un intercambio en la red que vale la pena recapitular. El primer tema es el carácter de la lista que contiene esa nota. Son obvias dos cosas: que esa no es una plancha, ni siquiera un orden de prioridad, sino un relación abierta para demostrar que podemos salir de los entrampamientos actuales y reafirmar que la izquierda no tiene por qué ahogarse en los partidos con inscripción y los líderes que quieren ser candidatos a cualquier precio.

Por supuesto que no falta la respuesta de los paridos que están moviendo el actual proceso que me dicen sectario porque no menciono a Marco Arana y Tierra y Libertad. Pero porque tendría que hacerlo si no me refiero a Yehude Simon, a Susana Villarán y otros. Va casi un año de disputas de Arana para quedar como el candidato de Frente Amplio, sin que le haga roche encarnar uno de los polos de la división. Precisamente a Verónika Mendoza la hace dudar disputar con Arana que controla la maquinaria de Frente Amplio y saltar de ahí a candidata de toda la izquierda.

Todos tenemos el derecho de decir nuestra palabra. Y la idea que propugnamos es que escojamos entre toda la izquierda, con el compromiso de los partidos con inscripción de respetar el resultado. Si Arana, Yehude o quién sea quiere probar fuerzas, que lo haga, no creo que las izquierdas que ven alguna posibilidad vayan a escoger las opciones que agudizarían la crisis. Los nombres que di sólo sugieren que hay gentes sin las cargas que critica todo el mundo: desgaste personal, tesis que no integran a toda la izquierda, verticalismos etc.

Alguien me hace recordar que Verónica y Claudia son del Frente Amplio. Pero eso no tiene importancia si realmente estamos apuntando a la candidatura única y yo creo que las dos entienden lo que está en juego. Lo mismo puede decirse de Sergio Tejada y Julio Arbizu, y lo que está en juego en Únete con una mayoría incómoda con los arrebatos de Simon. En síntesis se trata probablemente en forma ilusa de impedir que en los días siguientes tengamos dos o tres candidato de izquierda, elegidos “por las bases” y terminemos en el hoyo.

Mi lista habla de lo que podemos perdernos, para nada. ¿Quién sería yo para querer establecer quién debe candidatear por la izquierda? Pero el tema de porqué nos dividimos va a dar mucho que hablar de aquí en adelante. Parte de la pregunta toca el tema de los candidatos. ¿Habían mejores propuestas en la izquierda que atraerían a los electores y que anunciarían un cambio en la política? Respondan ustedes mismos la pregunta.

11.08.15

lunes, agosto 10, 2015

La izquierda tiene candidatos

La izquierda tiene candidatos

No es verdad que la izquierda no tenga candidatos, o que carezca de caras nuevas (mucho más nuevas que las de la derecha) y que no oferte ideas programáticas propias. Hoy la renovación del aparato productivo para no depender solo de los minerales y de cambiar las reglas del juego con la economía extractivista es una idea de izquierda. También el ambientalismo, los derechos de las comunidades, incluido el de la consulta previa para el inicio de nuevos proyectos; la mejora de la condición laboral; la democracia en las decisiones; los derechos humanos, incluidos los de la minorías sexuales y otros; el feminismo; etc.

Esa izquierda existe, pero también la que puede cubiletear con una inscripción electoral, los que hacen girar el futuro en torno a sí mismo para no perderse la oportunidad de figurar, etc. Creo que los lectores pueden hacer el juego de la balanza y entender por qué cuando lo negativo parece a punto de ganar la batalla, sigo batallando para insistir en la enorme responsabilidad que hay por delante. Ahora que estamos agotando plazos y las cosas parecen moverse como para que entendamos que el poder de una inscripción y la ambición de dos o más tipos pueden ganarnos la partida.

Pensando en por qué se cierran las salidas he hecho un ensayo de presentar a algunos de los peruanos que creo pueden aparecer en una plancha de la izquierda y dejar atrás las divergencias. Si quieren pueden votarlos en un solo día y ver quiénes logran la preferencia. Ahí va:

Si hablara de lo que yo propondría, si eso importara algo, me inclinaría por Claudia Cisneros, que no sólo es una mujer joven, sino que no se achica o vacila ante el adversario. Lástima que en el Perú no suelen ganar los muy blancos, a pesar de que en  la id concreta se batan como cholos.

Entre la gente de izquierda que frecuento, la mayoría quiere a Verónika Mendoza, es un premio a su trabajo y capacidad, pero no son pocos los que ven que le falta determinación en momentos críticos, por ejemplo ahora que hay que tener un candidato (a) para todos.

Para ponerle una clara intención al tema de la corrupción, están Sergio Tejada y Julio Arbizu. Si se trata de subrayar la condición de víctima de la represión, existe Goyo Santos. Y si buscamos un técnico de primera, cuya mayor virtud es su coherencia, ahí está Humberto Campodónico. Lo mejor que se puede encontrara para representar a las mujeres trabajadora es Carmela Sifuentes.

Aquí tenemos una lista de seis, a los que nadie va a acusar de corruptos o trepadores. Ni va a creer que se voltearán como lo hizo Humala. El problema es que no tienen inscripción propia y presumo que les falta una fuerte dosis de ambición de poder. Es como si tuviéramos para la mejor plancha electoral n el país, y estamos yendo en sentido opuesto a lo que debería hacer.

07.08.15

viernes, agosto 07, 2015

Se acaban los plazos de la izquierda

 Apostar a la confusión, puede en ciertas circunstancias, llegar a ser aún más grave que la división. Le ocurre a una voceada precandidata que dice estar a favor de la unidad de toda la izquierda, y está convencida que el camino para ese objetivo pasa por la elección que el bloque a la que el bloque al que pertenece ha planeado para los próximos días para dirimir entre sus precandidatos, y lograr una propuesta nacional. Dicen que este mecanismo es unitario porque cualquiera puede ir a su elección. Como si una votación, sin padrones y sin adherencias explicitas (por ejemplo no votar en el otro bloque), fuera ser visto como la propuesta más democrática del mercado electoral y que responde a lo que quisiera el pueblo.

En la otra orilla, el jefe del partido con su inscripción se impacientó y se dio con que en su frente el que más se movía era el cura Arana y que a pesar que formalmente cualquiera podía afiliarse, postularse y de repente ganar, casi todos daban por descontado que el exreligioso saldría de candidato, que para eso fundó Tierra y Liberad y se quedó con el nombre de Frente Amplio (sin amplitud verdadera) . Entonces el congresista Yehude Simon, sintió como que le ida el tren y que tenía a sus aliados inmovilizados pensando precisamente en convencerlo de que desistiera de sus pretensiones. Ahora Yehude está forzando otra elección “abierta” (vota el que quiere, y está super-seguro que vencerá.

Así que nos vamos a dos candidaturas que tienen cada una alrededor de 1% en las encuestas y que no entusiasman fuera de sus organizaciones, pero según dicen hacen lo que hacen a favor de una gran unidad de la izquierda. Curiosamente la precandidata que cree que la elección abierta lo cambia todo, no se ha inscrito para la elección, y la única cosa que parece que la detiene es que podría superar a Arana, por carisma y trayectoria, y podría convertirse, por reclamo de las bases, en la representante de  todas las izquierdas. Tamaña responsabilidad, que no querría ser asumida porque significa revelar si en verdad hay voluntad de someterse a los reclamos de la gente.

Si Verónika no va, si Sergio Tejada ha enredado sus novedosos proyectos Merecemos Más y Bloque Popular, en un acuerdo con los fonavistas, sin otro principio que el de la foto con la multitud de reclamantes, que siempre llenan plazas, pero no ganan elecciones, como si de todo lo que se tratara en estos  momentos, es de tener también su inscripción por si lo dejan fuera. También los ex presidentes regionales están a punto de lanzarse, seguro con la mejor de las intenciones, pero fraccionando aún más el escenario progresista. Si esto no es una confusión general, ¿qué puede ser? Tal vez, el desastre universal.

Humala estaría dejando al país en un caos en el que ni siquiera se sabrán quiénes son los culpables.

06.08.15