jueves, julio 30, 2009

La democracia de García ordena disparar

Si por García fuera, el Perú habría superado los mayores estándares de democracia y participación popular, tanto que habría que preguntarse: ¿por qué tanta queja callejera, paros y tomas de carreteras, si uno puede hacerse escuchar de mil maneras y conseguir que lo atiendan sin necesidad de usar medidas de fuerza?, ¿será verdad?

Entre las muchas cosas que el presidente destacó en su discurso de fiestas patrias, como expresión de una democracia que no necesita de bloqueos, estaban: (a) la libertad de prensa que permite expresar opiniones diferentes, sólo que como ocurre con LA PRIMERA, cuando se expresan te exponen a que un ex primer ministro te amenace con enviar a la SUNAT y el gobierno y las grandes empresas te ignoren en su pauta publicitaria, a pesar del creciente tiraje; (b) la multiplicidad de medios provincianos, entre ellos un sinnúmero de radios y televisoras de provincias (que son cerradas sin asco, cada vez que hay un conflicto importante utilizando argucias legales); (c) la posibilidad de llamar por teléfono o enviar cartas a los medios, que el APRA emplea para crear cargamontones a favor del gobierno y en contra de la oposición y las dirigencias sindicales, a la manera del SIN de Montesinos; (d) los presupuestos participativos que los alcaldes no respetan; etc.

¿Es esta una democracia de participación popular? Vamos por partes. La herencia que el premierato Del Castillo le dejó al efímero de Yehude Simon, fue una larga lista de actas y compromisos incumplidos, que exasperaron a los ánimos por el sentimiento de la población de verse burlada. Es lo que pasó con Moquegua que protagonizó una fuerte lucha en el primer semestre del 2008 y una más fuerte en octubre, que terminó en una rendición de la Policía y en la aceptación final de las demandas sobre la distribución del canon. La pregunta es si los moqueguanos hubieran conseguido algo si se hubieran limitado a llevar sus quejas a los medios, hecho llamadas telefónicas o hablado con sus alcaldes. Lo mismo, pero más grave, es lo que ocurrió en la selva. En agosto una huelga de nativos tumbó dos decretos legislativos que atentaban contra sus organizaciones, y en junio, luego de un terrible enfrentamiento con numerosas muertes, cayeron otros dos decretos que afectaban sus derechos sobre las tierras. ¿Hubiera sido lo mismo si se atendían a los procedimientos de la democracia tipo Alan García?

Que el presidente no se haya referido a las actas finales firmadas entre su premier y las organizaciones indígenas y regionales, para establecer la tregua en las luchas de la Amazonía, Andahuaylas, Sicuani y otras, y en cambio hay vuelto con la cantaleta de que los policías tienen más armas y deben usarlas contra la “violencia”, vuelve a hacer planear la sombra del baguazo y de las decisiones presidenciales de atacar a los nativos que derivó en una masacre con bajas entre los atacantes y los atacados. Ni una sola vez García ha tenido la honestidad y el coraje de evaluar su propia responsabilidad en lo que sucedió, aunque algunos sigan insistiendo que la breve intervención que produjo el 17 de junio era una “autocrítica”, cuando dijo que no habían sabido explicar lo bueno que eran sus decretos, frente a los que convencieron a los amazónicos lo malas que eran estas normas.

La alusión a que en estos tiempos de globalización, no existe frente interno o externo, que pretende que una oposición a una inversión petrolera contaminante de la selva favorecería al país que vende petróleo en Latinoamérica, y una huelga en una mina de cobre a nuestros competidores en este producto (¿y si hubiera una huelga en los yacimientos de cobre en Chile habría que decir que la promueven intereses peruanos?), debería hacer recordar que el APRA fue perseguido muchos años como “partido internacional” y organizador de conspiraciones extranjeras. Pero algo más contundente debería ser dicho porque hemos llegado al momento del balance del año en que hubo más conflictos sociales, y el gobierno no ha podido probar documentadamente su teoría del complot, que lastima las relaciones con otros países y que ofende a los sectores movilizados a los que no se les reconoce su derecho a la protesta y su capacidad de plantear sus demandas y necesidades.

30.07.09
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Gastar y gastar no es una respuesta a la crisis global

El más visible contraste del discurso de 28 julio es el que separa la opinión de los analistas económicos en los comentarios previos, todos los cuales coincidían en que esperaban que el presidente explique lo que se propone hacer frente a la crisis económica mundial cuyos impactos están creciendo en el país, y el contenido del mensaje mismo para el cual no existe ningún punto de corte entre el momento en que se declara la crisis y los años previos de rápido crecimiento, lo que hace mezclar las cifras y los problemas, con un único resultado que es el de negarse a adoptar medidas ante la gravedad de la situación.

Para García el crecimiento de los años anteriores era un número que se podía convertir en un cartel presidiendo una reunión con empresarios, como hizo en enero, en pleno deterioro de los indicadores internos, cuando lanzó una de sus peroratas de estímulo y llamados al optimismo con un afiche que aludía al 9.8% del 2008. Lamentablemente los empresarios no reaccionaron a su entusiasmo y la inversión privada se derrumbó de una velocidad de 26% en año anterior, a 1% en el primer semestre del 2009, con tendencia a seguir bajando. Como sigue obsesionado en el guarismo final, el ministro Carranza le ha dicho que la única manera de evitar una catástrofe que acabe con las últimas reservas de fe en el modelo, es que el Estado sustituya a los privados con gasto propio en inversiones. Este es el motivo de la fórmula: gastar, gastar, como si el mundo se fuera a acabar.

En el discurso ante el Congreso, García debía haber explicado los sectores que están siendo afectados directamente por la crisis y los deterioros macroeconómicos que está sufriendo el país y están desequilibrando el modelo. Esto para no pedirle que admita sus errores iniciales de soberbia ante un escenario que se tornaba adverso y la demora y confusión con que empezaron a elaborarse los planes anticrisis y de estímulo. ¿Qué fue de estas medidas? El discurso ni los menciona. En cambio se quejó una vez más de las morosidades burocráticas, y en un extremo de temeridad llegó a decir que se entregaría 2 mil millones de soles a unidades ejecutoras de base para que hagan obras por fuera de los municipios y las regiones. ¿Qué quiso decir? Acaso que pondrá cuentas en los bancos, que luego no podrán gastarse por ausencia de capacidad técnica y ejecutiva, o que esto es una farra y hay que quemar lo que le queda al fisco.

El problema es que la crisis no es un fenómeno parejo, que puede conjurarse con una mayor inversión en construcciones, porque eso no va hacer reaccionar a los mercados de exportación que estamos perdiendo (a pesar de la cantidad de TLC que hemos firmado) y que está provocando cierres y despidos en sectores como el textil y la agroindustria, ni va a modificar la tendencia decreciente de los precios de las materias primas que han sostenido el crecimiento previo, lo que está despriorizando los proyectos mineros. También está la inestabilidad de los mercados financieros, que están representando pérdidas para las AFP y otros fondos sociales. La baja de recaudación del sector público, precisamente cuando se propone gastar y gastar. La inestabilidad monetaria, que erosiona las reservas, etc. ¿Qué dice García sobre esto? Nada. Pero aún, ya no se atreve a pronosticar cómo llegaremos a fin de año (que muchos estiman que será crecimiento cero), pero se proyecta al 2010 y 2011, con una supuesta recuperación al 6% para cada uno de esos dos años, sin decir en qué basa su apuesta.

Todo hace ver que la política de arengar a los privados para que se mojen en la crisis, bajo el supuesto que el Estado está poniendo de la suya y sin estorbarles (obras de construcción, no competitivas), se ha agotado, a pesar de la fuerte insistencia presidencial en el optimismo que mueve montañas. La idea de que el Perú llegará al 2021, al bicentenario de la independencia, como país del primer mundo, tampoco parece ser una palanca convincente, para que los capitales se arriesguen a perderlo todo en una crisis tan diluyente como la actual.

El becerro de oro de las inversiones tiene sus reglas y sus tiempos. Eso lo saben sus viejos adoradores. Mientras que los conversos recientes, como Alan García, suelen creer que la mera seducción de las palabras, puede alterar las duras reglas del capitalismo.

39.97.09
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No existe la cárcel ni la lucha contra los corruptos

El anuncio presidencial de que enviará a los corruptos a una nueva colonia penal de la selva, que no existe ni siquiera como proyecto, ni como localización específica, es una metáfora de la lucha contra la corrupción de su gobierno. Mientras las encuestas señalan que la corrupción se ha convertido en el principal problema del régimen aprista, que mina violentamente la confianza hacia las instituciones y las autoridades, el presidente se limitó a decir que los corruptos serán procesados más rápidamente y enviados a una prisión imaginaria.

Pero ¿quiénes son esos corruptos?, ¿de dónde se origina la tendencia a la corrupción?, ¿qué responsabilidad tiene la política económica y el manejo de instituciones que ha venido desarrollando el APRA, para que crezca la sensación de que el Estado es cada vez menos ético y más proclive a los negocios sucios? Es evidente que García no quiere hablar de eso. No ha querido hacer un deslinde con la banda de Rómulo-Bieto-Canaán, con lo que a estas alturas sus frases hace meses han quedado como de mera circunstancia, ante el impacto inicial de los comentarios sobre el faenón y otras pendejadas realizadas en contra del interés del Estado.

Ni una sola referencia a la censura implícita que el Congreso le impuso al gabinete Del Castillo y la inaceptable conducta de los ministros, funcionarios y secretarios de la presidencia que coordinaban en la suite del dominicano tramposo sobre el manejo de licitaciones y contratos públicos. Por el contrario, el presidente aludió a su infalible método de buscar inversiones y convencer inversionistas a través del trato personal, sugiriendo que los presidentes regionales y alcaldes también lo apliquen. Esto significa que no tenemos un mínimo balance de las enormes opciones de corrupción que se abren cuando no hay distancia entre los que toman las decisiones y los que se benefician de ellas.

La historia del nombramiento del contralor, que se supone un liderazgo clave contra la corrupción, es otro silencio del 28 de julio. Sólo por cansancio, García logró imponer a un titular anodino para esa institución, cuyo mayor mérito es que no le llegaron a encontrar las falsificaciones e inconsistencias de currículum académico y laboral de los dos anteriores candidatos, y que lo único que ha hecho en cuatro meses es avalar “técnicamente” la continuación de la licitación de la planta de Taboada, contra la que hay denuncias que van desde intento de soborno hasta incumplimiento de los estándares mínimos de limpieza de las aguas que salen por los emisores. Otro “olvido” es el plan anticorrupción de Simon, sobre el que ex primer ministro llegó hasta presentar “logros” (número de denuncias por sectores), y ahora García ha mandado al tacho, como que tampoco recuerda la etapa en que se prestó a Yehude Simon para cubrir las vergüenzas de su gobierno resumidas en el asunto de los petroaudios.

Es obvio que el Perú no ha recibido ninguna respuesta en su reclamo de mano dura a los corruptos y se va a reforzar la idea de que la descomposición de la moral pública arranca de los más altos niveles. La consigna favorita del presidente: hay que gastar y gastar, debe estar sonando a peligro de desfondamiento de la caja pública. Y hasta hoy ningún partido le dice que esa no es manera de combatir la crisis económica. Sólo una sociedad que es fuerte y cree en que sus autoridades respetan las reglas y no se llenan los bolsillos con los contratos públicos, puede aspirar a llegar a un desarrollo sano, que valga la pena vivirlo.

39.97.09
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Tránsfugas del 2000 al 2008

Cuando el país vio al congresista Kuori en el acto de vender su voto a Montesinos a cambio de una cantidad de dinero, hubo una sensación de náusea general y todos nos dimos cuenta que el tiempo de Fujimori había llegado a su fin. Él mismo, que se creía capaz de remontar cualquier crisis, entendió esa vez que su tercer gobierno que le había costado tanto imponer al país, estaba herido de muerte, lo que lo obligó a convocar a nuevas elecciones.

El ejemplo podría trasladarse al presente y plantear la cuestión de lo que sentiríamos si hubiera alguna filmación o grabación de las negociaciones entre los delgados del APRA (¿Mulder?, ¿Vargas?, ¿Cabanillas?) y Antonio León del llamado Bloque Popular, escisión de la UPP, que supuestamente cuestionaba a su matriz por sus acuerdos sucios con el oficialismo, para ponerlo en una vicepresidencia. Obviamente que no conversaban sobre ideología. Como tampoco lo han hecho Estrada, Vega Antonio, Succari, Beteta, Gutiérrez, Torres Caro, Espinoza Soto, para mencionar a los tránsfugas más notables de este quinquenio.

El espacio de parlamentarios que existe para mercadear su voto es efectivamente un invento de la época de Fujimori, y su razón de ser era lo que genéricamente se llama la crisis de los partidos y por el reemplazo de los partidos por candidatos cuyas posibilidades de éxito se basaban exclusivamente en sus personas. Los proyectos electorales que terminaban derrotados quedaban a la deriva, descabezados, y los que llegaban al Congreso ya no sentían obligación con alguna idea, porque su única referencia previa había sido su candidato.

Pero con la UPP hay un detalle particular. Ellos eran hasta el 2005, parte del Frente Amplio de Izquierda, que estaba bajo conducción de los dos partidos comunistas, y recurrió a ellos para que lo ayudaran a resolver sus dificultades para inscribirse porque le faltaban comités provinciales. Cuando logró su objetivo se trasladó al centro con el sector que buscaba ser parte del bloque de Paniagua. Pero cuando se percataron que Ollanta no estaba cómodo en una alianza en que el MNI (Patria Roja), le prestaría su registro para participar en las elecciones, se ofrecieron inmediatamente.

En enero del 2006, tuve un encuentro casual con Vega Antonio que venía de inscribirse como una de las cabezas de la lista de Humala para Lima. Y me dijo: nosotros vamos a estar observando al comandante y si no responde, seguiremos por nuestra cuenta. La campaña recién empezaba. Pero muy pronto entendí que no era un anuncio de una probable ruptura en caso Humala fuera inconsecuente. Era al revés. Vega quería un paquete de votos propios para rematarlo al mejor postor. Era como el 2000 y sólo faltaba Montesinos.

30.07.09
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lunes, julio 27, 2009

El año que el gobierno vivió en peligro

Hace un año Alan García nos explicó a los peruanos que lo que nos estaba faltando era una reforma del alma. Parecía que todo lo demás que se requiere para ser felices: el crecimiento, la inversión, las tarjetas de crédito, y el número de celulares de la gente ya habían sido asegurados.

En julio 2008 el Perú era un escenario de contradicciones:

(a) Altas tasas de crecimiento económico;
(b) Entusiasmo de la inversión;
(c) Inflación de productos alimenticios y combustibles;
(d) Inminencia del TLC con los Estados Unidos;
(e) Paquete de decretos legislativos con el pretexto del TLC;
(f) Fuerte conflictividad social (primer Moqueguazo y paro nacional);
(g) Baja popularidad presidencial;

Lo peculiar era sin embargo que el hombre que concentra en sus manos todas las decisiones importantes, pensaba que su única responsabilidad era insistir en (a), (b), (d) y (e), así como conseguir que alguien le maneje (c), para lo que se trajo al ministro Valdivieso; mientras que (f), (g) y otras letras del alfabeto, eran asuntos del alma, rubro en que parece han terminado agrupadas cosas tan disímiles como:

o Mala comunicación de los logros del gobierno;
o Prejuicios típicos de los perros del hortelano;
o Complot internacional;
o Casas del Alba;
o Ingenuidad de la gente;

El tercer año del gobierno de García, efectivamente empezó con un enfrentamiento social muy fuerte que el gobierno no había anticipado. Se trataba de la primera batalla de la selva que se llevó de encuentro dos de los doce decretos legislativos que pretendían cambiar la realidad de la Amazonía para ponerla en bandeja para los intereses trasnacionales. Los indígenas se rebelaron y echaron abajo el intento de reformarles el alma a la mala, que consistía en modificar las normas de votación por las cuales las comunidades pueden decidir vender, alquilar o enajenar parte de sus tierras a favor de terceros.

Precisamente un asunto que iba más allá de la economía y que responde a su manera de vivir dentro de un entramado de intereses solidarios y en una búsqueda permanente del equilibrio con la naturaleza, que algunos creen que se pueden disolver ofreciendo ventajas de ingreso o corrompiendo a parte de los implicados. Pero en agosto, el Congreso de mayoría apro-fujimorista-pepecista, se dividió y logró configurarse brevemente una mayoría en contra de la voluntad del gobierno. Así cayeron los DL. 1015 y 1073, con la bancada del gobierno aislada y muchos de sus aliados votando por miedo a la selva, sin saber que todavía faltaba lo peor.

Petroaudios

El mes de octubre se abrió con las conversas entre Rómulo y don Bieto, seguidas por otras grabaciones que fueron involucrando a cada vez mayor número de personajes (en enero hubo una segunda tanda de esta información), entre los cuales destacaban el empresario dominicano Fortunato Canaán, asiduo de Palacio de Gobierno, el secretario general de la Casa de Gobierno, Luis Nava, y la secretaria personal del presidente, Mirtha Cunza, el primer ministro, Jorge del Castillo, dos ministros de Salud, Hernán Garrido y Carlos Vallejos, el ministro del Interior, Luis Alva, la ministra de Justicia, María Zapata, el ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, los presidentes de Petroperú y Perupetro, el Jefe del Consucode etc. Todos ellos formaban parte de una red de tráfico de influencia para la asignación de obras públicas y contratos del Estado, que tuvo especial interés en la construcción de hospitales y en el reparto de lotes petroleros en el litoral y la selva.

La gravedad del asunto hizo declarar al presidente que Rómulo León y Alberto Químper era un par de ratas que se habían aprovechado de su gobierno. La verdad es que poco a poco el gobierno mismo empezó a parecer un nido de roedores, y hasta al presidente se le empezó a notar la cola. Se requería urgente una reforma del alma. Y para eso se prestaron Yehude Simon en el premierato, un chamán chiclayano dispuesto a echar sahumerios y a hacer invocaciones para alejar los males; la Fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, que asumió personalmente la persecución de los chuponeadores que eran los verdaderos delincuentes de la historia y que hasta sufrió un extraño atentado antes que se descubriera que el chuponeo estuvo a cargo de un empresa que contrataba con el gobierno y era dirigido por los amigos del vicepresidente Giampietri; y el juez Barreto que nunca pudo hallar a Rómulo cuando estaba prófugo, que redujo los cargos de los acusados, calificó los petroaudios como prueba no válida y paralizó la investigación.

Lo demás lo hizo el tiempo. Rómulo se entregó cuando ya no era rata sino fanfarrón; los chuponeadores fueron puestos en un penal de máxima seguridad y no se ha sabido más de ellos, y la investigación está también estancada; el plan anticorrupción de Simon se dedicó a seguir las denuncias pequeñas de los ministerios, para lograr una suma de casos que comprometen funcionarios de rangos inferiores, y fue despedido después de diez meses en la PCM, con el regalo de la excarcelación de Rómulo León y el traslado a su domicilio, como para decir que llegó a la cúspide del gobierno cuando este caso quemaba y que se iba cuando lo había enfriado tanto que hasta pudieron darse el lujo de sacar al principal acusado, mientras que el tío Bieto paseaba por el hipódromo y su suite del Sheraton a pesar de estar recluido en su vivienda.

Moquegua y Bagua

Del puente Montalvo tomado durante semanas en octubre por la población de Moquegua que reclamaba por el reparto del canon minero entre las regiones, y que concluyó tras la rendición del jefe de la policía al que le habían ordenado recuperar la vía por la fuerza, pero fue desbordado, lo que llevó finalmente a un reconocimiento de la demanda de los pobladores; al bloqueo de la curva del diablo en Uctubamba, Bagua, donde los pueblos aguarunas: Awajún y Huambisas, se concentraron por casi dos meses para reclamar contra el resto de los decretos de la selva, que desembocó en la matanza del 5 de junio, hay la imagen de un gobierno que no comprende la dinámica social del país y que oscila entre la prepotencia represiva y la ausencia de reflejos.

De julio de 2008 a julio de 2009, el gobierno fracasó en reformarles el espíritu a los moqueguanos y demás pueblos que se encuentran alrededor de la actividad minera, y a los indígenas de la selva que sufren la presión de las petroleras, los madereros y las empresas agrícolas que quieren producir biocombustibles. No los han podido convencer que la política que se ha decidido en Palacio en simpáticas reuniones con inversionistas, cuyos nexos con el lobby de Rómulo León y otros que hacen lo mismo que él pero no se hacen tan visibles (análisis de don Bieto, en uno de los audios), son las que los pueblos necesitan. Por eso ha habido tantos movimientos y sangrientos resultados.

El futuro

El tramo 2008-2009, es también del inicio de la crisis económica mundial y de la ceguera de Alan García para hacerle frente, cuyas consecuencias se verán más adelante; también el de la Contralora mentirosa que Rafael Rey quiso meter por la ventana; el de la APEC sobredimensionada, de la que después nos hemos olvidado; el de las cutas de pesca y el reparto del mar entre siete grandes empresas; el de la persecución de dirigentes de izquierda que iban a ser detenidos con una truculenta acusación de vínculos con las FARC, y que LA PRIMERA destapó y terminó involucrada en las investigaciones; el año del intento de venta del aeródromo de Collique, que levantó las iras de muchos peruanos y que se ha caído por las irregularidades incurridas durante la licitación; la de la entrega del puerto de Paita, en un proceso amañado; de las marchas y los paros.

¿De qué hablará García este 28? Muy difícil de saberlo. Pero lo que es seguro es que no será sobre la austeridad (2006), la plata que le sobra a las regiones y municipios y no gastan (2007) y la reforma del alma (2008) Algo inventará para esta ocasión.

26.97.09
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Jefes de seguridad de LAP y LAN estaban metidos en narcotráfico

¡Cómo no iba a ser una coladera de drogas el aeropuerto Jorge Chávez, si los jefes de seguridad de LAP y LAN, y personal de ambas compañías, así como agentes de aduana, oficiales y suboficiales de la policía habían venido actuando en banda junto a una gavilla de delincuentes comunes, para pasar la ilegal mercadería y trasladarla a destinos en Europa y Norteamérica!

Los hechos han terminado dando la razón al periodista Herbert Mujica que denunció que la empresa administradora de nuestro primer aeropuerto tenía obvia responsabilidad en la salida continua de envíos de paquetes de cocaína al exterior, algunos de los cuales fueron detectados en aviones de la empresa chilena LAN, escondida en los compartimentos en los que se traslada la comida que se distribuye durante el vuelo. Una instrucción judicial abierta en el sexto juzgado penal del Callao determina abrir proceso penal por delito contra la salud – tráfico ilícito de drogas a 20 personas, entre ellas a:

· John Charles Kirch Jr., jefe de seguridad de Lima Aiport Partners LAP
· Ana María Pedrera Ruis, supervisora de seguridad de LAN

Y a 14 policías, entre ellos un comandante, dos mayores, un capitán, varios tenientes y alférez, así como numerosos suboficiales de la Dinandro (división contra el tráfico de drogas) y la comisaría de San Miguel, por delito contra la administración de justicia – omisión de actos funcionales, en palabras sencillas, colaborar en la realización de delitos graves. Un total de 34 personas que están en la condición de coinculpados, dentro de un proceso que se ha querido mantener en silencio por la condición de varios de los implicados.

La Resolución N° Uno, del juez Fidel Gómez Alva, de fecha 12 de marzo de 2009, que obra en nuestro poder, nos fue negada varias veces en el poder judicial chalaco, a pesar de tratarse de un documento público. Más aún LAP siguió litigando para negar cualquier relación con los casos de tráfico de drogas denunciados, cuando ya sabía que su jefe de seguridad estaba comprometido en una investigación judicial. El tema es sumamente grave y exige un esclarecimiento público, porque podría indicar una voluntad de encubrimiento.

Los hechos

El 25 de febrero del presente año la policía intervino sobre las diez de la mañana un automóvil marca Mazda, de placa de rodaje DQ-6436, color plomo, a la altura de la cuadra 34 de las avenida Elmer Fauccett, muy cerca del aeropuerto. El auto trató de darse a la fuga ante la presencia policial, pero fue detenido. El conductor Jesús Jonny Yesquén Huby, tenía en su poder una pistola y un revólver, y llevaba en la maletera dos maletas con 29 paquetes con 57 kilos 850 gramos de cocaína.

Esta droga estaba preparada para su embarque a México, en el vuelo 626, de la compañía LAN, que partía a la una con treinta minutos de la tarde de ese día. La tarea de Yesquén era llevar las maletas hasta la puerta de la empresa Gate Gourmet, que abastece alimentos a los aviones. Un tal “monchi”, en realidad Moisés Dianderas Castro, oficial de aduanas, hacía la coordinación de entradas, para lo cual recibía una suma de dinero que repartía entre trabajadores de LAN y LAP que por supuesto se convertían en súbitamente ciegos ante lo que estaba pasando. De las investigaciones además se estableció que Ana María Pedrera Ruiz, supervisora de seguridad de LAN, se valía de esta posición para decidir los turnos de los counters de seguridad para facilitar el pase de la droga a través de personal de su confianza, hasta el interior de los aviones.

Policías de la División de Requisitorias, entre ellos el mayor César Langle Flores y otros, así como suboficiales de la División Antidrogas “chalequeaban” el lugar de salida de la droga, creando la apariencia de que todo se encontraba bajo control. Finalmente “monchi” era el contacto con Kirch Jr., jefe de seguridad de LAP, que estaba al tanto de cada una de las modalidades de envío y dictado las orientaciones para que ls operaciones ilegales pudieran desenvolverse.

Asociación delictiva

En noviembre, en los días de la APEC, se informó que en la playa de estacionamiento del aeropuerto se había intervenido un automóvil estacionado que llevaba 495 paquetes de cocaína, con un peso de casi media tonelada, que iba a ser colocada en aviones que salían para Europa. El caso era escandaloso porque seguía a varias intervenciones producidas en España y Estados Unidos, de envíos salidos del Perú en naves de LAN, que nunca fueron detectados por los agentes de seguridad aeroportuaria y la policía.

Tenía que haberse organizado una red muy poderosa para que esas intervenciones no hubieran mermado su impulso y se atrevieran con un embarque de esa magnitud. Sin embargo, lo que pasó de inmediato fue que LAP desmintió que se hubiese producido la incautación dentro de las instalaciones bajo su administración y se armó una confusión que a estas alturas se puede decir que tiene todas las trazas de haber sido deliberada. Más aún cuando informes de televisión incidieron sobre la “coladera” de drogas, el abogado de LAP, Luis Vargas Valdivia, dijo que la responsabilidad de la empresa era la “seguridad básica”, que no incluía el tema narcóticos, sino explosivos y armas, “no ven que ningún avión ha estallado”.

Ahora nos enteramos que el jefe de seguridad de la empresa, el que debía tener el control total del aeropuerto era parte de una banda mafiosa. ¿Cómo iba a encontrarse a los responsables de estas exportaciones ilegales si eran protegidos al más alto nivel y si LAP no puso nunca en duda la palabra de su funcionario?

Hay que notar además que el anterior jefe de seguridad del aeropuerto, un alto oficial en situación de retiro de la Marina, fue cambiado a otro cargo por la presión de las denuncias que señalaban que dentro de su institución fue investigado por narcotráfico y eso lo invalidaba para la función. Pero lo reemplazaron por un ciudadano de Estados Unidos que no tuvo reparos en asociarse a unos bandidos profesionales.

Algo curioso es finalmente que de la resolución judicial fluye que los procesados Pedrera, Kirch y otros no han mostrado voluntad de colaborar en las investigaciones y declarar ante la policía. Sin embargo en la disposición final de este documento no se les detiene sino que se les declara con comparecencia restringida, dando como argumento que son “personas con trabajo lícito conocido”, lo cual es tremendamente contradictorio con el hecho de que ha sido precisamente en sus centros de trabajo regulares que se produjo el delito. Es difícil no pensar que aquí ha intervenido elementos muy influyentes para esta decisión.

26.07.09
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domingo, julio 26, 2009

Apología de la intolerancia

A mediados del 2005 firmé una carta por un juicio justo para Víctor Polay que hacía correr la señora Otilia, su madre, invariable militante del partido aprista desde muy joven, pero por sobre todo una madre que dará hasta lo último por abrirle el camino para la recuperación de derechos y de la condición humana para su hijo. En enero del 2006, cuando arrancaba la campaña electoral y yo me recuperaba de un cáncer como el que acaba de matar a Miky Rospigliosi, me encontré mencionado en las páginas de un diario de vocación macartista que decía que los firmantes lo que queríamos era ignorar a los miles de muertos de la violencia y dejar sin sanción a los terroristas. O sea que reclamar justicia para ciertas personas, que habían pasado quince o veinte años, en la cárcel, sometidos a un régimen inhumano de aislamiento e incomunicación, y procesados en juicios irregulares que fueron descalificados internacionalmente, era olvidar muertos y propugnar la impunidad ante la violencia.

Obviamente, nadie había olvidado a las víctimas y a los responsables. Pero lo que pasa en el país es que sólo se quiere ver una parte de la verdad histórica y cuando se entreabren otras miradas, como la que propuso la CVR, en un intento de hacer aceptar al Estado y las fuerzas represivas su parte de responsabilidad, se armó el escándalo y la persecución política que dura hasta hoy día. Así que en el Perú si uno dice que un subversivo es un ser humano puede ser acusado de apología y si viaja al lado de uno que ya purgó su pena y se supone que se ha reintegrado a la sociedad, puede terminar preso a su lado. O le puede ocurrir lo que le pasó a Aprodeh, de terminar acusada de terrorista por decir la simple verdad que el MRTA ya no opera militarmente hace un lago número de años. A mí también me pasó que fui a una reunión de solidaridad y reclamo por la libertad de Roque Gonzáles cuando aún estaba en Castro Castro, y me convertí en material de un programa de televisión que no sólo me implicaba como un contacto de las FARC sino alcanzaba al medio el que trabajo.

En noviembre del año pasado, la Unidad de Investigación de LA PRIMERA destapó un plan de represión contra la izquierda que llegaba hasta el líder nacionalista Ollanta Humala, con el cuento de la computadora de las FARC, y por la osadía de hacer esta denuncia el suscrito terminó siendo uno de los investigados, como si la computadora siguiera aumentando implicados después de muerto Raúl Reyes. El primitivismo en el análisis, la mentira deliberada y la falta total de respeto a las personas, explica la estridencia con la que se abordan ciertos problemas, con la deliberada intención de tocar fibras sensibles de la gente y alimentar el miedo. El incidente sobre Patria Libre en el Congreso, donde no hubo ninguna apología, es uno más de una larga lista. No será el último.

26.07.09
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viernes, julio 24, 2009

Hipocresías S.A.

Alguien debería aclarar en qué consistió el delito, o el tipo de trasgresión a la ética parlamentaria en qué incurrieron el congresista Mayorga y los dirigentes de Patria Libre que hace unos días fueron protagonistas de una accidentada conferencia de prensa en una de las salas del Congreso.

Patria Libre nunca ha negado que en su seno hay algunos ex militantes del MRTA que ya cumplieron su condena y están buscando retomar su actividad política por un cauce legal, como es derecho de todos. Por tanto los periodistas de Andina, Correo y otros que empezaron la “denuncia” no habían descubierto nada.

Justamente Villar y Ottivo, estaban presentes en la Conferencia de Prensa para reclamar contra la persecución de la que son objeto de manera sistemática, porque la policía, los fiscales y los jueces, siguen la pauta marcada por cierta prensa para la que ellos nunca dejaran de ser MTA y terroristas.

Igual se hizo con Roque Gonzáles, al que la Chichi, Aldo M y otros, le “descubrieron” lo que él nunca negaría: que pasó nueve años en la cárcel por colaboración del MRTA, hasta que cumplió su condena. Pero por haber estado en la cárcel merecía volver a ella, y todos los que hubiesen viajado con él, le hubiesen sonreído o conversado en los pasillos de la estación de autobuses. ¿Se acuerdan?

De veras no se entiende el motivo por el que se disculpaba el congresista que convocó la rueda de prensa. Ha sido como si no supiera la clase de macartismo primitivo que todavía contamina la prensa peruana. Si no quería verse desbordado hubiera evitado el tema. Pero si asumía la defensa de estas personas que casi nadie defiende en sus derechos, había que hacerlo sin retractarse ni dejarse arrinconar.

24.07.09
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martes, julio 21, 2009

El caso Antauro

El habeas corpus de Antauro Humala ha tenido efectos inesperados: (a) ha hecho enfrentarse al Poder Judicial con el Tribunal Constitucional, y que el presidente de la Corte Suprema amague con la posibilidad de desconocer el fallo del organismo garante de la constitucionalidad; (b) ha hecho que el secretario general del APRA, Mauricio Mulder, amenace abiertamente a los magistrados del TC, para que no oficialicen lo que ya han votado, la libertad del líder etnocacerista, si no quieren que el Congreso reabra el debate para eliminar esta instancia del poder del Estado; (c) ha hecho que se inicie un debate sobre “quién se beneficia y quién se perjudica”, con la eventual libertad de Antauro, como si eso pudiera determinar las resoluciones judiciales y constitucionales.

Puede ser cierto que la defensa de Antauro Humala haya estado buscando lograr la libertad provisional de su cliente por exceso de carcelería y le haya dado cuerda para sus desplantes. Pero aún en esa circunstancia los responsables son los jueces que son los que dirigen el proceso. La garantía que está en juego aquí trasciende largamente al dirigente del Andahuaylazo. Porque si no nos gusta el acusado y tememos de lo que puede hacer afuera, no podemos inventar un pretexto para que se quede dentro, cuando lo que está en las manos de la Justicia es acabar el proceso a tiempo para que no se establezca una injusticia. No hay que olvidar que este asunto empezó cuando se cumplieron los primeros 18 meses desde el día de la detención y se declaró un proceso complejo que no podía resolverse en un año y medio, y se extendió el plazo sin sentencia a 36 meses.

Los jueces sabían que estaban jugando un tiempo suplementario, ¿Y qué hicieron? Mantuvieron imperturbables el ritmo moroso, que arrastra los pies, seguros que se veía la segunda prórroga, como efectivamente pasó, esta vez con una norma ad hoc y con nombre propio. Es decir que el tribunal encontró una manera de no decidir (que significaba resolver la situación de la mayoría de los implicados que no tuvo nada que ver con la muerte de los policías fuera de la comisaría tomada) y evitarse el cargamontón que ahora cae sobre el TC. Señalar que un reo puede pasar 72 meses (seis años) sin recibir sentencia, solamente porque tiene tal nombre o pertenece a tal organización política parece, lamentablemente, de lo más normal en el país. Pero el abuso contra uno es siempre un riesgo para el derecho de los demás. Cómo será de descabellado este asunto que mientras la teoría moderna del derecho habla de la necesaria celeridad de los procesos, de descongestionar las cárceles, a un grupo de más de 100 procesados se les confina estar permanentemente en la condición de no-sentenciados, porque los jueces no se atreven a dictaminar el caso.

21.07.09
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domingo, julio 19, 2009

El alegato de un mentiroso

No hubo video Kuori-Montesinos, tampoco crisis electoral en el primer semestre del 2000 y marcha de los Cuatro Suyos. Lo que pasó, y no lo sabíamos, era que el hombre que torció su propia Constitución a través de una “interpretación auténtica”, para lograr una segunda reelección, que ordenó a destituir a medio Tribunal Constitucional y que lanzó toda la fuerza del Estado contra la gente protesta callejera, quería en realidad ser elegido para luego renunciar y dejarle el cargo al único que había sido capaz de bailar peor que él, con el fondo del “baile del chino”.

En el 2000 no había manifestaciones todos los días, lavados de banderas y acumulaciones de basura en la puerta de las casas de los ministros, ni tránsfugas parlamentarios, ni militares reconociendo la re-reelección cuando la población reclamaba nuevas elecciones. En realidad lo que había estado, cuando muchos peruanos ilusos quisimos impedir que Fujimori volviera a jurar la presidencia, era que el presidente y su asesor no se ponían de acuerdo en torno a la pretensión del “chino” de cumplir su destino franquista de dejar el poder en manos del derecho de sangre, que como sabemos ahora, Pancho Tudela ejerce en forma implacable.

El 18 de septiembre del 2000, cuando Fujimori le entrega los 15 millones de dólares para que Montesino no haga el golpe para que no renuncie, se había olvidado que él mismo ya había renunciado dos días antes y se había comprometido en un proceso de retiro que culminaría el 28 de julio del 2001, con nuevas elecciones en la que no participaría. Más aún el día 25, cuando firma la resolución secreta para autorizar el desembolso ya realizado, lo que consigna es un reconocimiento por los servicios prestados por el asesor. Para entonces Vladimiro ya se encontraba en Panamá y así hubiera querido no hubiera podido hacer nada contra el gobierno que iba ya camino de salida.

No hay duda que con la historia inconcebible que ha sido presentada como alegato de Fujimori antes de recibir sentencia, han quedado probadas algunas cosas: (a) que este señor gobernó el país dentro de una enorme burbuja de mentiras que se sostenían por el inmenso poder que disponía en esa época y que hoy suenan absolutamente ridículas; (b) que el mismo tipo que dice que nos salvó del terrorismo y que es el único que podría volver a hacerlo (aunque sea como asesor de su hija), fue todo el tiempo un inmenso cobarde ante los uniformes y entendió su relación con ellos y con el ex asesor como un asunto de grandes sumas de dinero; (c) que Fujimori jamás entendió la profunda crisis política y social que precedió a su caída, porque andaba demasiado ocupado en tapar sus incontables delitos.

19.07.09
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viernes, julio 17, 2009

Un gabinete para que nadie se haga ilusiones

La última ilusión que le faltaba matar a Alan García, era la de que los cambios de gabinete pueden resultar alguna esperanza. La selección del equipo encabezado por Velásquez Quesquén es una manera de decir a todos que no se equivoquen, que aquí el único poder es el presidente y todas las decisiones van a seguir dependiendo de él. Con Simon, ciertamente que García quería hacernos creer que el ex izquierdista iba a representar un cierto viraje en la relación con las organizaciones sociales y en el asunto de la corrupción. Ya todos sabemos que lo que hubo fue un premier mentiroso, que como en el fútbol, jugaba para un diálogo que no servía para nada, mientras el gobierno real se cerraba a las demandas populares; que lanzaba un tonto plan contra la corrupción, que sumaba denuncias sobre incidentes pequeños en los ministerios, mientras se trabajaba la liberación de Rómulo León y la impunidad del caso de los petroaudios.

Pero con el señor de Sipán, ya ni siquiera se pretende ganar un tiempo con la pequeña luna de miel que viene normalmente con el relevo. Es como si García quisiera darle la razón a los que hace un tiempo reclaman su renuncia o su vacancia. Porque, ¿cuál puede ser la salida a una situación en la que cualquier cambio tiende a empeorar la cosas y en dónde el presidente insiste en poner su sello en todos los acontecimientos? Ni siquiera la idea del gabinete duro, con sus cuatro jinetes del Apocalipsis: Velásquez, Rey, Pastor, Salazar, resulta un efectivo proyecto político, porque todo lo que el país está entendiendo es que es el presidente el que ha declarado una guerra fría o caliente a los movimientos sociales, al nacionalismo y a la izquierda, y que está poniendo a ministros quemados, sin mucho que perder, para ver si traducen en algo su voluntad política.

Sería más que ingenuo entrar en disquisiciones sobre quién es más duro si Cabanillas, Alva o el general Salazar, o para el caso entre Flores Araoz y Rafael Rey. Todos están en la teoría del complot y el macartismo más desenfrenado, todos quisieran poder tirar la policía contra el pueblo, pero todos han sido conscientes que las consecuencias pueden ser incontrolables. Lo que se está renovando en estos momentos es el criterio de que se puede operar preventivamente contra las futuras luchas, descabezarlas e ilegalizarlas, como acaba de proclamarlo un medio de prensa que se jacta de influir sobre el gobierno. Pero aún eso requiere de algo más que el espíritu que comparten Pastor y Mulder. Claro, que siempre habrá un Aldo Estrada de ocasión, para pronunciar la frase conocida de que hay que darle una tregua a los nuevos ministros, para que muestren adonde van. Una manera de hacerse el idiota, precisamente cuando nos están diciendo en nuestras propias caras que las cosas van a ir en sentido opuesto al que ha venido siendo demandado en las calles.

15.07.09
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lunes, julio 13, 2009

La tibieza política de AGP frente a Honduras

En 1989, Estados Unidos realizó una violenta ocupación del territorio de Panamá para detener por medios militares al comandante general de las Fuerzas Armadas de ese país Manuel Antonio Noriega al que acusaba de narcotraficante, luego de haber tenido una larga colaboración con ese mismo personaje los años anteriores. En Lima, el joven presidente Alan García Pérez plantó una bandera panameña en el patio de Palacio de Gobierno y entonó el himno de ese país, en protesta por la intervención imperialista. Y de la propia iniciativa del mandatario peruano nació una coalición de gobiernos de Latinoamérica conocido como el grupo de Río.

Veinte años después, un García más viejo, más gordo y más derechista, ha debido vivir nuevamente desde Palacio un hecho equivalente de violación brutal de los principios democráticos y de intervencionismo político en un país soberano. Esta vez ha sido el golpe militar en Honduras, realizado con especial alevosía por la oligarquía en combinación con las derechas latinoamericanas y sectores del Estado y de la política de Estados Unidos. Pero ahora el presidente no dicho ni chus ni mus sobre este gravísimo acontecimiento.

El gobierno peruano se ha limitado a lamentar la interrupción democrática en Honduras y a expresar su esperanza en un pronto retorno a la normalidad, y ha evitado cuidadosamente reclamar directamente la restitución del presidente Zelaya en su cargo y el fin del gobierno golpista. Esta tibieza ha contrastado con las posiciones asumidas por otros gobiernos y expresadas en la OEA y en la ONU, donde la condena al golpe ha sido unánime y contundente. Ninguno de los voceros peruanos en las asambleas internacionales ha destacado por su pronunciamiento.

Entretanto, los dirigentes apristas que se han referido verbalmente o por escrito al tema, han sido menos ambiguos, al colocar el acento de los acontecimientos en la supuesta responsabilidad chavista en la crisis política hondureña, lo que habría arrastrado al presidente Zelaya a enfrentarse con los sectores que se definen como “democráticos”, pero que no dudan en organizar y llevar adelante un golpe de Estado. Formalmente el gobierno deplora que se haya violado la constitución; políticamente el partido oficialista culpa al golpeado y terceros países, de lo sucedido; y el presidente más locuaz del planeta ha perdido la lengua específicamente en este tema.

12.07.09
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domingo, julio 12, 2009

Jornadas de lucha y nuevo gabinete

Como presidente, Belaúnde solía desubicarse y confundir el 28 de julio de 1980, con el 4 de octubre de 1968, o la guerra de Sendero Luminoso con la guerrilla de Luis de la Puente de 1965, y así sucesivamente. En junio Alan García dio la impresión de repetir el caso de la estatización fallida de la banca de 1987 con el problema de Panamericana, y la represión del motín de los penales de 1986, con la orden de desalojo de los nativos de la Curva del Diablo en Bagua. Pero lo que ha decidido hacer esta semana es más grave aún porque supone hacer como que los nueve meses de Simon nunca hubieran existido y que lo normal aquí es que al aprista Del Castillo le siga el aprista Velásquez Quesquén, con el agregado de un gabinete que transmite la idea de que aquí nunca hubo petroaudios, baguazo, Andahuaylas, Sicuani, etc., y que como dice Mulder falta terminar de pasar la ola de la conspiración social hasta fin de año, para que gente se empiece a dar cuenta que este es el mejor gobierno de la historia del Perú.

Y si alguien cree que estamos ante un gobierno débil y acorralado, fíjense nomás en las jornadas de esta semana y en el mitin de la CGTP y verán que en el fondo la inmensa mayoría vota por el sistema, lo que significa que se ven representadas en Velásquez Quesquén, Rafael Rey, Aurelio Pastor y el general Salazar. Lo que no puede discutirse es, sin embargo, que un gobierno desubicado jamás puede tomar correctas decisiones. Un punto es por ejemplo el inmenso pasivo de compromisos que está dejando el premier saliente, como derivado de su fase final, post Bagua cuando empezó a firmar cuánta acta le ponían por delante. La pregunta es si el nuevo gabinete tiene algo que ver con eso, si llega con la voluntad de honrar la palabra empeñada a nombre del Estado. Pero lo cierto es que no se ve nada como eso. Algo más, cuántas veces se ha compulsado la opinión, las encuestas han dicho que la población esperaba un primer ministro concertador que diera salida a los conflictos.

Pero el APRA de julio de 2009, se mueve bajo la perspectiva de que le están preparando un plan para derrocar a su gobierno, y por eso es que actúan como si estuvieran previniendo el choque, que en buena cuenta quiere decir que lo están adelantando. En ese punto también hay un extraordinario desenfoque. No sólo porque no hay ninguna coherencia entre los diagnósticos: complot que podría tumbar el poder, fracaso de jornada de lucha; sino porque tampoco tiene en cuenta que la debilidad mostrada por el gobierno en Moquegua, Bagua o el sur del país, no viene de quién tenga el fajín ministerial al cinto. Es verdad que el APRA y Alan García quisieran ser un gobierno de las inversiones con mano dura sobre las protestas. Pero este esquema vuela por los aires a cada rato. Lo de la selva muestra la verdadera lógica del gobierno que es la de vacilar hasta lanzar el ataque en el peor momento. No se ve como Velásquez, Rey y Salazar, puedan cambiar esta dinámica.

Un comentario final: la CGTP acaba de comprobar que no puede mover a las masas como quiere y cuando quiere. Era muy distinto hacerlo el 11 de junio, con el país del lado de los amazónicos, que el 8 de julio como una suma de diversas protestas. Pero cuidado, la jornada de tres días ha parado medio Perú de una manera maciza, y el gobierno parece que no está dando cuenta.

12.07.09
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jueves, julio 09, 2009

No te preocupes Alan, que no voy a hablar

En los días en que Rómulo era el prófugo más buscado del Perú su mayor amenaza era anunciar que si le seguían echando la culpa de todo lo ocurrido iba a hablar y a comprometer personajes a los más altos niveles. Ahora que León ha pasado de San Jorge a la casa de su hijo Romulito, también involucrado en el caso de los petroaudios, sus palabras han sido: “que nadie se preocupe. No tengo nada que decir que involucre a alguien”.

Cualquiera puede entender el cambio de perspectiva. En octubre-noviembre, cuando permanecía supuestamente fugado y la ministra de Justicia nos distraía afirmando que lo tenía rodeado en distintas zonas del país, el operador principal de la corrupción del régimen exigía una negociación para entregarse. En julio del año siguiente, lo que tiene que hacer es devolver los inmensos favores recibidos que han concluido en su traslado a una cómoda residencia en San Isidro, y lo hace asegurando que no abrirá la boca.

A pesar de sus antecedentes de fuga, de que está hospedado en la casa de uno de sus más importantes cómplices, de la falta de policía que declara Cabanillas que asegura que no tiene personal para cuidarlo, y de la cercanía de diversas embajadas, los jueces no creen que el procesado represente un riesgo de evasión. Lo que invita a pensar que esta convicción viene de la ruta que está siguiendo el proceso que se encamina cada vez más directamente a la impunidad.

Todos los implicados en el caso de los petroaudios: Rómulo León, Alberto Químper, Ernesto Arias Shereiber, así como Fortunato Canaán y los miembros de su organización, los responsables de Discovery Petroleum, así como todos los ex ministros y funcionarios (varios aún en actividad) que formaron parte de la red mafiosa, están de lo más tranquilos como si no hubieran hecho nada, mientras el juez Barreto sigue investigando a los periodistas que destaparon el escándalo.

Curiosamente esa no es la suerte de los Bussines Track acusados de ser los responsables de la intercepción telefónica, que habría llevado a la grabación de las conversaciones de Rómulo León y sus amigos, que permanecen en una cárcel de máxima seguridad, aunque su proceso sigue el mismo enredo kafkiano que el otro, y ninguna de las evidencias ha sido revisada seriamente. ¿Cómo explicar esta diferencia de trato?

Lo único que parece razonable en este contexto es que los están presionando para que entren a la rueda de los acuerdos. Finalmente van a tener que pesar el valor de un buen silencio a cambio de un fallo más bien benigno y un cambio de trato carcelario de aquí a un tiempo. ¿No le parece a usted, almirante Giampietri?

Sacar a Rómulo León de la cárcel, aún sirviéndose de la cortina de las “investigaciones” sobre el asesinato de Alicia Delgado, es sumamente costoso para el gobierno. Si lo han hecho es porque más peligroso es tener al León demasiado tiempo en la jaula. Las idas y venidas para liberarlo y la apelación del procurador, han tratado de mostrar un gobierno medio incómodo con el paquete, pero es obvio que los jueces no hubieran dado un paso de estas características si no hubiera habido un pedido especial del gobierno.

09.07.09
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Estados Unidos y los golpistas hondureños

Ricardo Letts se plantea la siguiente hipótesis sobre Honduras: (a) no es posible que los golpistas hubieran actuado si no consultaban antes con la Embajada de Estados Unidos; (b) la respuesta de la Embajada, al margen de lo que podía pensar el embajador, debía mantenerse en línea con Washington, lo que significa que debe haber recomendado que no hagan el golpe; (c) pero el golpe se dio, poniendo en delicada posición al señor Obama, lo que hace suponer que otros sectores del Estado, como podría ser el Pentágono, le dieron carta libre; (d) la posibilidad de un sistema militar estadounidense actuando al margen del presidente plantea un escenario sumamente delicado para el funcionamiento del sistema político de ese país y sus relaciones con el resto del mundo.

Voy a tratar de profundizar en este razonamiento, empezando por lo que es más evidente, la operación en Honduras es un hecho inconveniente para la imagen que pretende proyectar Barak Obama que es la del nuevo diálogo con América Latina, lo que supone alguna forma de coexistencia con los regímenes de Cuba y Venezuela. Pero el presidente de Estados Unidos tampoco puede avanzar demasiado en su condena a los golpistas, sin aparecer como demasiado blando con los “enemigos de Norteamérica”, que ya sabemos quienes son. De ahí que nadie quede contento con el hecho consumado, que es más o menos lo mismo que hizo Israel cuando invadió Gaza en los días anteriores al traspaso de gobierno en Estados Unidos y obligó al nuevo presidente a discutir en una situación de fuerza.

Pero Honduras no es Israel. Por lo tanto no está dentro de lo lógico que Micheleti y el general Vásquez se atrevan a desafiar a la Casa Blanca por su propia cuenta. Lo que se vislumbra con el golpe del 28 de junio es la muy alta posibilidad de que sectores de la derecha latinoamericana y estadounidense hayan decidido mover la pieza centroamericana para ver hasta dónde podía conmoverse un escenario hemisférico que estiman cada vez más desfavorable. Un hasta aquí nomás, después de las elecciones salvadoreñas, y que pretende establecer un hito para la reversión a partir de Honduras. El punto, en este caso, no es tanto la existencia de esta coordinación internacional, que es casi obvia, sino si ella alcanza el interior del poder estatal que formalmente encabeza Obama.

Visto desde esa perspectiva, el mensaje que viene de Tegucigalpa sería que el presidente de los Estados Unidos debe empezar a acomodarse a una situación de golpes que se “legalizan” a posteriori, sobre los que se arma una discusión sobre atribuciones de las instituciones que toman parte en ellos, y que en sustancia apuntan al concepto de que, con sus defectos, la fórmula permite salir de gobiernos indeseados, ¿o qué de otra forma podría sacarse a Chávez?, que es como se pregunta más o menos abiertamente, si con elecciones nunca vamos a poder. Las debilidades de la administración Obama para presionar por una reversión de la situación de facto, revelan las dudas que se han sembrado en el presidente con el regalo de los últimos días. ¿Estará el Pentágono marcando la pauta?

07.07.09
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lunes, julio 06, 2009

Mario de la selva

La responsabilidad de quienes de manera tan insensata como demagógica, han utilizado a las comunidades indígenas movilizándolas en una guerra abierta contra unas medidas de las que hubieran sido las primeras beneficiarias, inculcándoles las estúpidas mentiras según las cuales aquellos decretos formaban parte del tratado de libre comercio firmando entre el Perú y Estados Unidos y querían privarlos de sus tierras (que nunca han tenido de verdad) es enorme.”
Victoria Pírrica
Mario Vargas Llosa
El Comercio 28.06.09

Varguitas ha vuelto a la apestosa política aunque sea bajo la forma del comentarista que trata de hacer pesar su nombre literario para respaldar al gobierno con el que está comprometido, en la hora de su peor derrota. Es tan evidente la intención, que algunos piensan que el verdadero proyecto es colocarse como aquel que puede asegurar la continuidad no traumática de García. Si en el 90, Vargas Llosa llevaba la promesa de enjuiciar y encarcelar a Alan García por sus actos de gobierno, en el 2011 podría ser que termine siendo el que se propone para garantizarle un retiro impune.

El hecho es que el escribidor ha perpetrado un artículo 100% político el fin de semana pasado y ha suscrito con todas sus letras la teoría del complot internacional y de los indígenas manipulables que su compadre desarrolló ese mismo día en otro diario (Alan García: “A la fe de la inmensa mayoría”). Y al hacerlo además ha incurrido en un barbarismo informativo del nivel de Aldo M: “… las estúpidas mentiras según las cuales aquellos decretos formaban parte del tratado de libre comercio firmando entre el Perú y Estados Unidos” Acabáramos, y quién fue el estúpido que relacionó los decretos de la selva con el TLC, abusando de las facultades delegadas para legislar sobre ese tratado. Algo más estúpido que las declaraciones casi diarias de la ministra Araoz insistiendo en que el TLC se caería apenas derogado el DL 1090, que se empata con la estupidez más reciente de que la nueva ley va a ser casi igual a la derogada.

Pero la otra parte estúpida también es interesante: (la mentira de que) querían privarlos de sus tierras (que nunca han tenido de verdad)…Y, claro, la idea de propiedad de los indígenas es totalmente distinta a la del occidente capitalista. Las comunidades no están detrás de títulos transables o hipotecables en los mercados, y de límites que les impidan desplazarse. Ellos son los guardianes del bosque y no entienden que alguien les diga que esa parte de su vida está siendo vendida. Por cierto, lo que está advirtiendo Vargas Llosa es que García también miente cuando dice que las tierras indígenas están aseguradas y que nadie se mete con ellas, cuando en realidad ni uno no otro tiene idea de hasta donde se proyecta el concepto de territorio en estos pueblos.

Por tanto si no tienen nada les podemos quitar todo, que es lo que sostenía García en el Perro del Hortelano y retoma Vargas Llosa en su “Victoria Pírrica”. Sembrar la selva de petroleras, gaseras, mineras, madereras que son sinónimo de progreso.

05.07.09
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viernes, julio 03, 2009

La rata vuelve a casa

Lo dijimos varias veces: al final de todo el enredo deliberado armado en pared por el gobierno, la Fiscal de la Nación y el Poder Judicial, Rómulo León volvería a su casa y empezaría a anunciarse que sería declarado inocente. ¿Cuáles han sido los pasos hacia este increíble desenlace?

Primero, el presidente cambia su valoración sobre la conducta de su ex ministro, y pasa de declararlo “rata”, a considerar que León y Químper eran apenas dos viejitos fanfarrones. Segundo, el juez Barreto a cargo del caso sostiene que los audios no son pruebas porque fueron obtenidos “ilegalmente” y que los archivos de la computadora de Rómulo León no pueden revisarse hasta que se consiga un “experto”. Tercero, la Fiscal de la Nación sostiene que el verdadero delito aquí son los chuponeos y el gobierno la respalda reclamando que se descubra quiénes fueron los ejecutores.

Cuarto, Rómulo León se entrega después de casi dos meses en que nadie podía ubicarlo y es trasladado al penal de San Jorge. El juez dice que permanecerá preso porque no se puede garantizar que no fugue. Quinto, la Fiscal y la policía antidrogas descubren a los chuponeadores de Business Track, que resultan amigos del vicepresidente Giampietri que se interna de emergencia en el Hospital Naval. Sexto: las computadoras y los audios de los chuponeadores tampoco pueden revisarse porque una jueza atontada mueve los archivos de un lado a otro.

Séptimo: el juez Barreto declara que la asociación entre León, con Químper, Arias Shereiber, Canaán y diversos personajes del gobierno, no constituye delito de asociación ilícita para delinquir. Esta decisión es ratificada por la Tercera Sala, con el silencio del presidente de la Corte de Lima, el aprista César Vega. A León le queda por responder por los cargos más leves: tráfico de influencias, negociación incompatible, etc. Octavo: León pasa a detención domiciliaria.

Invalidadas unas pruebas y ocultadas otras, salvados los ministros lobbystas en el Congreso y devueltos a la comodidad de sus hogares los principales implicados, estamos a un solo paso de la impunidad en el peor caso de corrupción de la década. ¿Y a quién creen que se está protegiendo con esta inmensa maquinaria corrupta?

03.07.09
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