¿Será verdad que a AGP y a sus compadres Kouri y Castañeda,
les asusta tanto la posibilidad del cocinero-candidato?, ¿no confía el dos
veces expresidente en que al final a él siempre lo elijen, como dijo en una
recordada entrevista para uno de los diarios de la concentración?
Quizás haya que poner la cosa en perspectiva para entender
lo que realmente inquieta a los grandes jugadores de la DBA (derecha bruta y
achorada), respecto al año 2016. Y a mi parecer, esa no es otra cosa que evitar
que el próximo proceso electoral nacional esté cargado de incertidumbres como
ha ocurrido en las votaciones más recientes.
No es asunto exclusivo del alanismo y sus colaterales, sino
de la gran prensa y el poder económico, que apuestan a que el 2016 los
candidatos con opción deban todos responder a la misma propuesta, y a
asegurarse una segunda vuelta sin sobresaltos, con alternativas tan variadas
como García, Keiko o PPK. El caso Gastón desarregla esta estrategia, no
obstante el chef se mate diciendo que no será de la partida de los candidatos
de aquí a dos años, y empujado por las presiones políticas empiece a divagar elogiando
a los mismos que le han declarado una pequeña guerra.
Funciona con Acurio, la misma lógica que con Nadine Heredia,
que está más allá de las personas y lo que representan, y que es la de
establecer quién es el que decide el que puede ser candidato y el que no. El
cargamontón mediático que fuerza a negar por adelantado cualquier aspiración
política a personas que no tienen porque estar dando a cada rato este tipo de
respuestas, tiene dos efectos mágicos: (a) que la siguiente vez en que algo,
aunque sea en forma indirecta, haga pensar que el presionado no ha abandonado
sus más profundas pretensiones, se le apaleará con que está faltando a su
palabra; (b) otros que están en la sombra no saldrán a la pelea para no ser
apabullados.
El “trío del mal” (unidos por las reincidencias y no por las
coincidencias), integrado por AGP, AKB y LCL, no parece sin embargo moverse
solamente por el hecho que Gastón ha mostrado que genera una corriente de
simpatía. Su temprano acercamiento habla de algunos temas adicionales: la
candidatura municipal de Lima y la necesidad de que Castañeda tenga el menor
número de competidores hacia la derecha; el papel de Kouri y de su movimiento
Chim Pum Callao, del que retomó las riendas hace poco, siendo evidente que el
rey de los peajes quiere entrar a disputas más nacionales; la relación entre
esta patota y el partido de Fujimori, que se mueve muy cerca de ellos pero con
sus propios intereses.
Que venga un cocinero
bonachón, una primera dama ambiciosa o cualquier otro a desarreglar la fiesta
anticipada del 2016, es un problema que hay que detener antes que sea demasiado
tarde.
08.02.14
1 comentario:
Tienes razón Raul, un cocinero que le dio al Perú una identidad con olor a causa, difícilmente puede ser remontado por una banda de la DBA que al peruano le da identidad de choro.
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