Essalud no sólo paga falsos despidos,
sino que concesiona las playas de estacionamiento y los almacenes, paga
consultoría para evaluaciones que deberían hacer sus ingenieros y derrocha
dinero en publicidad.
No hace mucho, la presidenta de Essalud que para algunos era
una eminencia en asuntos de Seguridad Social, defendió ante las cámaras de
televisión la recontratación de funcionarios que se retiraron de su institución
fingiendo una “despedida intempestiva”, para cobrar la indemnización que la ley
establece en estos casos, contando con la asesoría de la gerencia de recursos
humanos que recomendaba que no renunciaran antes de irse a otro trabajo, muchas
veces en la propia administración pública, sino que lograran una resolución de
cese de vínculo laboral que pudiese ser interpretada como despido.
La Dra. Baffigo se le cayó para mucha gente que no esperaban
que argumentara cosas como “era legal”, “se trata de funcionarios eficientes”, “todos
tiene derecho a trabajar”, etc. Para todos los que habían seguido el caso
Barrios Ipenza, el expresidente del Seguro que se declaró despedido para asumir
el cargo de ministro de Alan García, era increíble ver a la actual presidenta
nombrada por Humala, y que antes ocupó el mismo cargo con Fujimori, en el plan
de decir que no sólo estaba bien que los asegurados hubiesen sido asaltados por
un monto calculado en 16 millones 432 mil soles, para 432 casos identificados
de falsos despidos, sino que estos tipos y tipas podían volver a sus posiciones
originales, como está ocurriendo entre otros con el secretario general de la
institución, el todopoderoso José Velarde Salazar, “despedido” del mismo cargo
en el 2006 con 253 mil soles de indemnización (132 mil por el despido
intempestivo).
Pero si alguien creía que había visto toda la cara fea de la
actual gestión de Essalud, prepárense para lo que van a leer en las siguientes
líneas.
La playa y el
almacén
La amplia playa de estacionamiento del Hospital Rebagliati,
fue concedida a la empresa Los Portales, del grupo Romero, bajo un sistema que
les permite a los concesionarios llevarse libre de polvo y paja, es decir sin
ningún costo para ellos, los primeros 75 mil soles de sus ingresos cada mes. A
partir de esa cifra, Essalud recibe el 15% de los ingresos como retribución por
permitir operar un espacio que no ha sufrido ninguna modificación desde la
época en que era administrado por el Seguro y en el que se emplea mínimo
personal ubicado en una caseta.
Se calcula que la renta mensual que la playa deja a Los
Portales alcanza en promedio los 135 mil soles, lo que quiere decir que
descontado el primer tramo de 75 mil, el porcentaje de 15% se aplica a los 60
mil restantes, con un reembolso de 9 mil soles para el dueño de las
instalaciones. Esto significa que la renta de la playa se reparte 93.4% para
los Romero y 6.6% para el Seguro. ¿Tiene algún sentido?
El almacén central de Essalud ubicado en la Av. Argentina ha
sido concedido a la empresa brasileño-peruana Salog, creada precisamente para
hacer negocios de tipo asociación público-privada APP con la Seguridad Social
peruana. Por recepcionar, distribuir y controlar la entrada y salida de
mercaderías, se les paga 700 mil soles mensuales. Las mejoras físicas en los
locales de Arenales y Av. Argentina, los paga Essalud. Y aunque la carta de
presentación de la empresa era su supuesta calificación, respaldada por el Bank
of America, como operadora de almacenes hospitalarios, lo que explican los
trabajadores antiguos de los almacenes es que muchas veces han sido llevados
para capacitar al equipo de Salog que no sabe cómo hacer su trabajo.
Curiosamente los almacenes centrales sólo reciben parte de
los equipos médicos y medicinas que llegan a nombre de Essalud, ya que la mayor
parte se dirige directamente a los almacenes de las redes hospitalarias que son
autosuficientes para sus necesidades y que además no han mostrado ninguna
dificultad para cumplir su tarea. En diciembre de 2012 se denunció un
desbalance de inventario en los almacenes de Salog, de acuerdo con información
de arqueo, pero no fue sancionado porque las autoridades de Essalud prefirieron
las buenas relaciones antes que el esclarecimiento de responsabilidades.
Demoler, demoler…
Entre el 31 de mayo y el 30 de julio de 2013, 60 días
calendarios, 42 días útiles descontados fines de semana, el Ing. Carlos Córdova
Rojas realizó un estudio general de vulnerabilidad sísmica, estructural, no
estructural y funcional del Hospital III, Emergencias Grau, en Lima, a pedido
de la gerencia central de infraestructura de Essalud. Por este trabajo, Córdova
Rojas cobró 170 mil soles, según orden de compra 4501920487, lo que representó
un ingreso diario de 4 mil soles por su labor evaluativa.
Lo curioso es que la gerencia central de infraestructura
mantiene un nutrido equipo de ingenieros bien remunerados para hacer
actividades como las que se le encargó a Córdova, bajo la modalidad de
consultoría externa. De acuerdo a versiones que circulan en Essalud, el
verdadero promotor de estas y otras contrataciones externas para funciones que
Essalud tiene cubiertas con personal de la institución, es el secretario
general José Velarde Salazar, quién se trajo desde Iquitos al experto Córdova y
le fijó el sustancioso estipendio que indicamos más arriba.
En la sesión del Consejo Directivo de Essalud del 11 de
septiembre del 2013, es decir un mes después de concluido el estudio de Córdova
Rojas, se trató el tema del Hospital III Grau, y la Arq. Elena Cruzado, gerente
general de infraestructura, sustentó los problemas de hacinamiento e
inseguridad existentes. Asimismo mencionó la “consulta especializada” hecha al
Ing. Córdova, que establece diversos problemas propios de la construcción
antigua, deterioro de instalaciones e incumplimiento de estándares de
seguridad. La recomendación del bien pagado consultor fue, según consta en
actas, la demolición del Hospital y el traslado de pacientes y trabajadores a
lugares aledaños mientras de construye un nuevo hospital.
Muchos piensan que en este caso hay un interés por tumbar el
hospital y dar paso a las licitaciones para una nueva edificación, y que se
puede crear un fuerte cuello de botella en la atención de pacientes adscritos a
este centro de atención. En la sesión del 11 de septiembre se sugirió por parte
de los miembros del directorio que la gerencia de infraestructura evalúe los
problemas estructurales de todos los hospitales de Essalud. Con tal que esto no
signifique nuevos contratos para el afortunado Córdova Rojas…
Essalud se
publicita
Durante su presentación ante la Comisión de Fiscalización y
Contraloría, el 26 de marzo de 2013, la Dra. Baffigo señaló que ya no era
práctica del Seguro, desde agosto del 2011 hacer grandes inversiones en
publicidad como ocurrían durante el gobierno aprista y que fue motivo de muchas
críticas. En el período 2006-2010, efectivamente, se produjo una delirante
explosión de publicidad, pasando de una cifra inicial de 249,232 soles en
gastos publicitarios a 12´436,894, lo que representó un espectacular salto de
4,990% en cinco años. Al respecto la Comisión de Fiscalización y Contraloría
concluye que: “estos gastos … son innecesarios porque Essalud es una entidad
que en el mercado no tiene ninguna competencia sobre las prestaciones que
realiza, no requiere realizar ningún tipo de marketing de sus productos, y sólo
se justificaría en el caso de orientación y educación del usuario, hecho que no
justifica los elevados gastos efectuados en ese período” (Informe Final sobre
presuntas irregularidades cometidas en Essalud en el periodo 2006-2011 y la real
situación financiera en dicha institución).
Es verdad que el 2011 (medio año con el APRA y otra mitad
con Humala) se produce un descenso de 30% en los gastos publicitarios respecto
al año anterior, y el 2012 un 49% de ajuste adicional. Pero en ese año y medio,
la presidencia fue ocupada por el Dr. Álvaro Vidal, en cambio en el 2013, con la
gestión Baffigo, el gasto para publicitar lo que el Congreso estima que no
necesita publicitarse se multiplicó por tres y superó el récord del gobierno
aprista. ¿Cómo lo permitió Humala o, mejor dicho, en que galaxia estaba
extraviado cuando los dueños de Essalud derivaron 15 millones de soles no para
mejorar la imagen institucional, que no lo requiere, sino para asegurarse la
buena relación con los medios que así debilitan su función fiscalizadora?
Humanizando a Essalud
El 10 de octubre de 2013, se emite la Resolución Nº 760 de
la presidencia ejecutiva de Essalud que aprueba el plan de estrategia
publicitaria de l cuarto trimestre de 2013. En sus considerandos se señala que
“es necesario que los asegurados tengan conocimiento oportuno del acceso de las
prestaciones a las… (que) tienen derecho”. El presupuesto es por un millón de
soles y las acciones se centran en los temas de VIH y cáncer ginecológico. El
plan consigna que los medios que se utilizarán serán la radio, prensa escrita,
vallas e internet, para campañas sostenidas a nivel nacional hasta diciembre
del año pasado.
Lo que parece alucinante es, sin embargo, que a tres días de
la Resolución Nº 760, con el plan de estrategia publicitaria para el último
cuatrimestre del año, se emita otra Resolución de la presidencia ejecutiva con
el número 784, en la que se aprueba otro plan de estrategia publicitaria para
el último trimestre, bajo el nombre de “campaña de humanización de los
servicios de salud”. Este segundo plan tiene un costo de 9´994,520 soles, es
decir casi diez veces más que el anterior, que se supone también siguió en
ejecución. De acuerdo a ambas resoluciones, la Oficina de Relaciones
Institucionales es la que sustenta los dos planes: el cuatrimestral y el
trimestral, el un millón y el de diez millones, el del VIH y cáncer
ginecológico, y el “humanizador” cuyos ejes son la imagen institucional,
precisamente aquello que la Comisión de Fiscalización había indicado que no
debe hacerse.
La campaña trimestral de humanización representaba el 65%
del presupuesto publicitario de todo el año y tenía todas las características
de esas autorizaciones postreras para gastar antes de tener que devolver fondos
al FONAFE. De los casi diez millones de soles aprobados, se consignan 5´673,381
soles para la televisión, siguiendo el criterio de rating que ya sabemos a
quién favorece; 3´194,474 a la radio, con beneficiarios fácilmente
identificables; 378,769 para medios escritos; 579,940 en Internet (por ejemplo
en las páginas web de los medios); y 212,400 para vallas. No sabemos
exactamente el nivel de ejecución de este proyecto alocado para gastar la
plata, pero sí de las expectativas que se hizo la administración Baffigo de que
con este trato los medios serían más complacientes en sus críticas y menos
acuciosos en las investigaciones.
Medios escritos
Un detalle de los planes publicitarios a cuatro y tres meses
de Essalud, es su apelación a la medición al Estudio de Lectoría de Reader Data
de agosto 2012-julio 2013, para seleccionar los beneficiados. De ese estudio se
desprende que de los diez diarios más leídos de Lima, nueve son del
conglomerado El Comercio-Epensa (Trome, Ojo, Depor, Perú 21, El Comercio,
Correo, El Bocón, Ajá y Publimetro) y uno del grupo La República (El Popular).
Esto da una idea del parámetro con el que se reparte el dinero de los
asegurados.
Finalmente, los mensajes que la campaña de humanización
pretende que lleguen a los asegurados a través de los grandes medios se
expresan en dos eslóganes: “Essalud brinda servicios de calidad y oportunos a
sus asegurados”, “Essalud brinda un servicio humano a sus asegurados”. Para
decir estas generalidades se gastan 10 millones de soles.
Puede resumirse lo expuesto en que existe una gran
arbitrariedad con los enormes fondos que maneja Essalud con el aporte de los
trabajadores y empleadores, con hechos en algunos casos colindantes con la
corrupción. Y eso que estas notas todavía no han entrado al tema de la
contratación de clínicas privadas para que desarrollen los servicios que venía
brindando la seguridad social hasta ahora. Ahí hay otro filón del gran pastel
en que parece estar convirtiéndose esta institución fundamental para la
construcción de relaciones laborales y sociales más solidarias en el país.
22.02.13
Publicado en Hildebrandt en sus trece
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