lunes, diciembre 31, 2012

El río y el odio desbordados


Que Susana Villarán tiene mala suerte está fuera ya de toda duda. Y que se precipita para evitar los efectos mediáticos de infortunio agregando el desastre escénico a los problemas materiales es también bastante evidente. Demasiadas explicaciones poco creíbles y sonrisas desubicadas que son aprovechadas por sus enemigos. Claro, ella está intentado cambios de envergadura en un contexto de hostilidad brutal que son para romperle los nervios a cualquiera. He visto algunas de las pintas que e grupo revocador está colocando en zonas populares y lo menos duro que puede leerse es la acusación de “pituca” contra la alcaldesa y de ahí siguen expresiones como “vaga”, “mentirosa”, “rata”, etc.

Varios titulares de estos días van en la misma dirección celebrando el regalo de fin de año del río Rímac que reventó su caudal antes de las fechas normales de recarga y se llevó uno de los muros de la obra de encausamiento de las aguas inundando parte de la construcción que se viene haciendo para hacer un túnel que es un desafío de la ingeniería moderna. La falla que en cualquier otra circunstancia hubiera merecido una preocupación general y una investigación de responsabilidades y un informe técnico para asegurar que no habrán nuevos daños, ha desatado otro desborde de los que ya se creen ganadores de la revocatoria.

Que todas las grandes obras tienen sus riesgos y sus momentos difíciles, y que en el caso específico de los trabajos en el río Rímac hay una empresa privada que responde por la ingeniería y los errores de ejecución, es algo que desaparece del debate. Si se trata de mostrar a la alcaldesa a la que todo le sale mal, no hay tregua ni equilibrio de análisis. Esto además comenzó el primer día de la gestión de Villarán y fue reuniendo todos los resentimientos, miedos y fobias en  su contra, como si lo que se tratara es de sancionar el atrevimiento de Susana de ganar las elecciones e intentar ponerle su sello como hace cualquier administración.

Puedo convenir que los ganadores del 2010 han pecado varias veces de soberbia y de creer que ya sabían lo que estaban aprendiendo. Pero mucho más arrogante era el brutal silencio de Castañeda para no consultar con nadie ni escuchar opiniones ajenas, y su manera de actuar como  si fuera el dueño de la ciudad. La forma cínica como usaba la Municipalidad para sus fines políticos que incluían su candidatura presidencial, y los  oscuros manejos de los recursos económicos. Sin embargo la revocatoria a la que estamos caminando se ha ido convirtiendo en un referéndum a los limeños para saber si hacemos la marcha atrás hacia los tiempos del mudo, impulsados por Marco Turbio y Aldo M, dos modelos de política para la destrucción del otro, o si damos el tiempo necesario para que madure el plan Villarán y después juzgaremos.   

El derrumbe del muro en la obra Vía Parque Rímac  es una muy mala noticia para la Municipalidad de Lima, pero como en todo hay siempre un lado bueno de as cosas: por ejemplo el diario “Correo” descubrió por fin que había esta obra a la que nunca le había dedicado esta línea. Marco Tulio Gutiérrez recibió a su vez una respuesta a su pregunta para que le digan dónde hay alguna obra. Cierto que ahora han estado celebrando al río porque creen que después del bolondrón ya ganaron la apuesta. Pero que no estén tan seguros, que faltan dos meses y medio.

31.12.12

domingo, diciembre 30, 2012

El año del tanteo


En enero de 2012 vivíamos bajo el impacto del estado de emergencia que había aparentemente controlado el conflicto de Conga. El “éxito” de hacer fracasar a negociación de comienzos de diciembre, seguida por la decisión de fuerza, había sido imputado a la “firmeza” del ministro Oscar Valdés que por ese mérito se convirtió en primer ministro con el encargo de aplicar el mismo método a las convulsiones sociales que siguieran en la lista.  De esta forma entramos al nuevo año en un estado de “paz social”, lo que se reflejó en las encuestas de ese mes donde Ollanta Humala empezó a remontar una tendencia a la baja de los tres meses anteriores.

La idea de que el gobierno que ya se había encarrilado en una línea de continuidad del modelo económico basado en grandes inversiones en proyectos extractivos, le sumaba ahora la mano dura en la relación con las comunidades y regiones que se resistían a ser invadidos por las mineras, petroleras y otras afectando el medio ambiente y las reservas de agua, era la marca de una nueva etapa que iba a durar poco más de siete meses y costarle la vida a 23 personas, según datos de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.  Pero Valdés era una caja de otras sorpresas. Una de ellas su declaración sobre sus simpatías hacia el gobierno de Fujimori, contra el que se alzó Ollanta y la que hizo descalificando el programa de la gran transformación. La ruta a la que apuntaba el gobierno no podía ser más oscura.

En febrero, el hecho relevante fue la captura de Artemio en el Huallaga, que el gobierno quiso creer que señalaba el inicio de una etapa de triunfos antiterroristas, que se despintaría en los meses siguientes. Este fue el mes de la marcha del agua que trajo manifestantes de todo el país e impactó la moral del presidente, porque señalaba el fin de muchas viejas amistades. Marzo fue, por su parte, el mes de los anuncios gasíferos, comenzando con la sorpresiva declaración en pleno campamento de Camisea, con las tropas movilizadas como si fueran a tomar los pozos, de que en ese momento se estaban recuperando las reservas embargadas del Lote 88; y días más tarde la del inminente inicio del gasoducto andino y el proyecto petroquímico que debería revolucionar la realidad del sur.

Ni uno, ni otro anuncio, se hizo realidad. El lote 88 nunca fue recuperado a plenitud hasta el día de hoy para el mercado interno, porque sigue sin haber acuerdo entre los integrantes del Consorcio Camisea, y el gobierno no se ha dado mecanismos para superar el impasse. Respecto al gasoducto ha habido cambios sucesivos de planes respondiendo a las variaciones en las alianzas empresariales y los responsables de la política energética del gobierno, al punto que ahora nadie sabe que es lo que realmente saldrá de todo esto, qué empresa privada ejecutará las obras y con cuanto gas se contará para ello.

Entre marzo y abril el gobierno aplicó el estilo Valdés en Paita, Sechura y Madre de Dios, repitiendo el esquema de declaración de estado de emergencia, represión, muertos, heridos y detenidos, e invitación final a un “diálogo” bajo condiciones de fuerza. Pero abril fue también el de la crisis de Kepashiato, cuyo primer acto fue el secuestro de trabajadores de mantenimiento del gasoducto, y que llevó al gobierno a una increíble cadena de errores que tumbó dos ministros y el conjunto de la política antisubversiva del gobierno.

Mayo fue el mes de la crisis de Espinar y junio el de Conga. En resumen 3 muertos en las alturas de Cusco y 5 en Cajamarca. Por esas fechas las encuestas ya evidenciaban que el método Valdés estaba agotada. En todos los sondeos se marcaba la idea de que a Ollanta se le desaprobaba por su “mal manejo de los conflictos sociales. En julio, el presidente empezó a dar muestra de que cedía en el asunto Conga. Anunció una comisión de facilitadores de la iglesia y declaró que la prioridad de su gobierno era el agua sobre la riqueza minera. A fin de ese mes, Valdés hizo sus maletas para irse y Jiménez se convirtió en nuevo primer ministro inaugurado con una declaración de que el proyecto Conga se encontraba suspendido.

En julio, se vivió la primera experiencia de “rescate” de niños de la Zona del VRAE, sin que se pudiera aclarar si los llegados a Lima eran hijos de los senderistas, apartados de sus padres o como decía el gobierno “secuestrados por los terroristas”. Meses depués un segundo “rescate” concluiría en un terrible epílogo cuando se supo que los niños traídos a Lima habían sido arrebatados a su madre y que su hermanita de 9 años había sido acribillada por la intervención militar.

De agosto a diciembre, ha estado en operaciones el gabinete Jiménez que ha enfrentado una etapa de grandes huelgas (maestros, médicos, personal penitenciario, poder judicial y otras), pero que ha mostrado una mayor prudencia en el uso de la fuerza.  El premier definió por su cuenta su período como el del diálogo, con obvia intención de diferenciarse de su predecesor. Pero diálogo no es precisamente lo que ha habido, sino una especie de calma chicha derivada probablemente del desgaste de la primera mitad del año, el cambio de naturaleza de los movimientos sociales en el segundo semestre y el afán de sobrevivencia del ministro y buena parte de su gabinete.     

Jiménez puede parecer a primera vista el premier ideal para Humala: bajo perfil, disposición a comerse sapos (por ejemplo caso Villena), adversión a los escándalos, etc., sobretodo después del derrumbe de los gabinetes Lerner y Valdés. Pero si se mira bien, es probable que la conclusión sea que el premier durará lo que tarde el gobierno de enfrentar una resistencia social más o menos sostenida y de volver a caer en las encuestas. La idea de un gobierno por tanteo está muy arraigada al parecer en el presidente. Es lo que quiere decir cuando dice ser pragmático que significa que va donde lo lleva el viento.

30-12-12

sábado, diciembre 29, 2012

Tiempos de balance


Como muchos de mis lectores lo saben este año me tocó difícil. Luego de varios meses en que intenté ignorar que estaba enfermo y me empeñé en mantener una participación periodística diaria en la prensa escrita y complementarla con artículos de investigación, y al mismo tiempo ser parte de un equipo que producía un programa por televisión todas las noches, que se cerró al comenzar el mes de junio, ingresé a un período en el que ya casi no podía con mi cuerpo y empecé a pasar de médico en médico sin que nadie pudiera decir que era lo que explicaba esa extraña combinación entre una tos implacable y un sangrado de los riñones que no parecían tener conexión.

Entre el 23 de julio y el 7 de agosto (15 días)  estuve internado en el Hospital Rebagliati detrás de un diagnóstico que finalmente me llegó cuando ya tenía la certeza y resignación suficiente para admitir que estaba en el cuadro más grave de mi vida y que iba a luchar cuesta arriba para salvarme. El día 10 de agosto fui operado y sufrí una extracción amplia y profunda que no se la desearía a nadie, pero que era inevitable para eliminar el foco central del mal. Pero ahí no iba a acabar la cosa: el cáncer originado en las vías urinarias altas y que me destruyó el riñón izquierdo también se extendió a otras partes de mi cuerpo y tuvimos que combatirlo con una quimioterapia intensa que felizmente mi cuerpo soportó sin doblegarse.

Actualmente la enfermedad ha retrocedido significativamente y he superado la fase de mayor debilidad. El pronóstico es bueno y según mi médico he superado las expectativas iniciales de recuperación. A estas alturas me siento cerca de una victoria que tiene mucho de personal por las ganas que le puse a salir adelante, pero que indudablemente se debe a la profesionalidad y humanidad de los médicos que me trataron en Essalud hasta operación y de los que lo hicieron en forma privada pero solidaria en Oncosalud. Por cierto a todos mis seres queridos, familiares y amigos que me hicieron sentir necesario en este mundo.

Antes de escribir estas notas miraba mi blog (www.rwiener.blospot.com) y sumaba que a tres días del fin del año he podido escribir 357 columnas durante 2012, muy cerca de un promedio de una por día. En el 2011, en plena campaña electoral  redacté 244 y en el 2010 llegué a 170.  Tengo columnas del día de operación, preparada un día antes y otra que hice para el día siguiente, otras columnas durante la quimioterapia de seis horas a la que fui sometido. Creo que nunca podré superar el récord de este año que me lo impuse como una manera de afirmarme de que estaba vivo que quiere decir que sigo siendo productivo.

La mejor lección que he aprendido del 2012 es a no darse por vencido. No se olviden que yo tuve otro cáncer en el 2005 y que esta vez me atacó una versión del mal muy poco difundida y por tanto con menor conocimiento de la ciencia. No niego que he tenido horas de incertidumbre y noches en las que me era difícil conciliar el sueño. Y es que enfrentar el cáncer no es cosa de superhombres, basta con la fuerza que tenemos en el cuerpo y el cariño de los demás para tener el soporte necesario para la acción médica.  Mi complejo año 2012 queda atrás.

29.12.12
www.rwiener.blogspot.com     

viernes, diciembre 28, 2012

Biografía de un tecnócrata


El 16 de febrero del 2000, en pleno jaleo previo al intento de re-reelección de Fujimori, el Ing. Luis Ortigas Cúneo dirigía la reunión de apertura de sobres para la concesión del proyecto de explotación de las reservas de gas contenidas en el Lote 88, descubierto por la Shell, el más rico de cuántos han sido identificados hasta ahora. Antes de eso, en noviembre de 1999, Ortigas había asumido la presidencia del Comité Especial del Proyecto Camisea (CECAM) y por tanto la conducción de todo el proceso.

Como ganador del concurso es declarada la empresa argentina Pluspetrol, que ya había entrado en el mercado de hidrocarburos peruanos con la concesión de lotes petroleros en la selva norte, con muy mala fama en aspectos ambientales y en su relación con los pueblos nativos. Para el estándar internacional, Pluspetrol podía considerarse un postulante de tercer o cuarto nivel, respecto a Shell-Mobil que abandonaron el proyecto antes de iniciar su explotación o que otros aspirantes como Tootal de Francia que fueron derrotados. Apenas definida la concesión se organiza un consorcio de operación donde ingresan la estadounidense Hunt, la coreana SKF y otras que no habían intervenido en el concurso.

En tono grandilocuente el gobierno de Fujimori, bautizó lo ocurrido como el “contrato del siglo”, cuando por muchos aspectos: tratamiento como “inversión de riesgo” de la concesión de campos con reservas probadas e instalaciones listas para usar; manejo arbitrario de los líquidos asociados al gas natural; regalías subvaluadas; etc.; se trató del faenón entre dos siglos. El 9 de diciembre, cuando Fujimori ya había renunciado a su cargo, el ministro de Economía, Javier Silva Ruete, afirmando su línea de no modificar las decisiones de la dictadura “para no desalentar la inversión”, encargó al mismo Luis Ortigas la redacción del contrato con Pluspetrol. Ocho meses después, el 7 de septiembre de 2001, el gobierno de Toledo forma un Comité de Seguimiento del Proyecto presidido como es obvio por Ortigas Cúneo.

El 1 de mayo de 2004, el mismo gobierno de Toledo que ya estaba embarcado en el plan exportador de Hunt Oil, respaldado por Pedro Pablo Kuczynski, encarga a Luis Ortigas viajar a México para tomar parte en las negociaciones iniciales para la exportación del gas. Es decir, en resumen, el señor Ortigas estuvo en todas las etapas que se siguieron para armar el rompecabezas del gas, muchas veces denunciado por el candidato Ollanta Humala como expresión de entreguismo antinacional. Más aún en los años siguientes, el caballero ha formado parte del directorio de Perupetro que tiene bajo su responsabilidad las concesiones, los contratos y la supervisión de su cumplimiento, y ha sido funcionario de Proinversión la agencia de las privatizaciones.

En marzo de 2012, Ortigas fue catapultado a viceministro de Energía por su anterior jefe en Proinversión, Jorge Merino Tafur, con lo que los integrantes de consorcio Camisea se aseguraron un amigo al más alto nivel del poder. Durante el año el país ha visto lo que esto significa: anuncio pomposo y frustración de la recuperación del Lote 88, virajes increíbles en el tema del gasoducto andino y la petroquímica del sur, incapacidad para cobrarle a Pluspetrol por los desvíos de barcos en altamar y la evasión de regalías, precio del GLP al alza, etc. Ahora Ortigas es el presidente de Perupetro seguro que en premio a una trayectoria que va en oposición a todo lo que Humala predicaba. Así están las cosas. 

28.12.12

jueves, diciembre 27, 2012

El gas y el nacionalismo


Si había un punto que concentraba la fuerza del nacionalismo del candidato Humala, ese era el del gas. Soy testigo de la cantidad de veces en que diversos expertos le explicaron por qué el Perú fue estafado con el Contrato de Camisea, al entregar pozos con reservas probadas como si fueran inversiones de riesgo favoreciendo a un conjunto de empresas privadas; asimismo cómo fue que se urdieron las normas para posibilitar la exportación del gas del Lote 56 y se embargó la cuarta parte de las reservas del Lote 88; por qué fracasaron los proyectos de masificación e industrialización del gas; y las razones contractuales que hacen que gas licuado que sale de los pozos de la selva sea cobrado a los peruanos como si fuera de origen petrolero, cuando no lo es encareciendo el precio final.

En el frontis del local de campaña de Gana Perú, se colocó un enorme cartel con la foto de Ollanta convocando a la recuperación del gas. Ese llamado permaneció en su sitio cuando el candidato empezó a cambiar el tono de sus propuestas y correrse al centro derecha en un montón de temas. Aún la famosa y poco leída Hoja de Ruta habla del uso nacional prioritario del gas natural, la renegociación del contrato sobre el Lote 88 y la rebaja del precio del GLP en el mercado interno. Obviamente todo este énfasis respondía a la convicción de que las cosas se habían venido haciendo mal y que había que corregir muchas cosas. Eso quedaba además evidenciado en la selección de tres importantes críticos de la política sobre el gas en puestos claves de gobierno: Carlos Herrera, ministro de Energía y Minas; Aurelio Ochoa, presidente de Perupetro (entidad responsable de las concesiones y contratos en materia de hidrocarburos); y Humberto Campodónico, presidente de Petroperú.   

Han pasado 17 meses y dos de los mencionados ya no están en sus puestos y los rumores del cambio del presidente de Petroperú van en aumento. En marzo de este año, sin embargo, el gobierno parecía estar comenzando a imprimir una orientación de nacionalismo petrolero, a pesar de los ministros Castilla y Merino cuya presencia hacía pensar en otra cosa. En aquel mes, que ahora parece remoto, Humala hizo una escenificación de la recuperación del gas del Lote 88 que a algunos les recordó la ocupación de Talara en 1968, con el ejército marchando para afirmar la decisión soberana. Días después se anunció la construcción del gasoducto andino y el proyecto petroquímico del sur. Pero todo empezó a despintarse en los siguientes días: el Lote 88 aún no se devuelve, porque parte del consorcio no lo quiere; el gasoducto de la sierra se convirtió en etanoducto de la costa y luego volvió a la sierra pero en un diseño que asegura la construcción de la mitad de la obra y pone en veremos la petroquímica, la industrialización y la masificación del gas.

Y como cereza del pastel, el gobierno supuestamente nacionalista y reivindicador ha nombrado, después de tres cambios a lo largo del año, como nuevo presidente de Perupetro al hasta hace poco viceministro de Energía, Luis Ortigas Cúneo, en cuyo currículum figura ser el hombre que elaboró el Contrato de Camisea, como presidente del Comité Especial nombrado por Fujimori y ratificado por Paniagua, el que vio su  aplicación como responsable del seguimiento bajo Toledo y el que se encargó del diseño del proyecto exportador. Es decir el culpable de todo lo que denunciaba Ollanta. Increíble, pero es verdad.     

27.12.12
www.rwiener.blogspot.com