Obama puede que esté matando niños inocentes en el
extranjero, pero esto no es nuevo para los presidentes estadounidenses (!!), y
por lo menos está promocionando el seguro médico de una forma que no lo haría
Romney.
(Rebeca Solnit,
alentando a la izquierda a votar por la reelección de Obama, citada por Denis
Loo)
la cita que abre este artículo revela, ante todo, la caída
de las expectativas de los sectores progresistas estadounidenses después de la
frustración de las esperanzas que abrió el primer período de gobierno del
primer presidente negro de los Estados Unidos. Indica que en materia de
política internacional, el también premio nobel de la paz (por su política para
retirar las tropas gringas de Irak, donde está volviendo a involucrarse), no
merece sino que le digan que hace tanto mal como los demás presidentes. Lo que
está pasando en Gaza podría ser un buen ejemplo de ello.
Pero según el texto, los demócratas como Obama, son más
“sociales” que los republicanos que solo entienden el mundo a través de los
grandes negocios. Y el ejemplo es la política de seguro médico. Pero aún así
como lo recuerda Loo, el debate Obama-Romney para la elección de 2012, no
contrastó las supuestas grandes diferencias entre los dos partidos y el republicano
le retrucó la acusación de Obama a los intentos de privatización, que su asesor
para la reforma de la seguridad en salud, había sido parte del gobierno Clinton
y partidario de la privatización.
Obama tuvo además que retroceder varias veces para negociar con
el Congreso su programa, donde hubieron enormes tensiones, y que por cierto
estuvo al final bastante lejos de lo que eran sus promesas. Sin embargo por
esta reforma el presidente ha sido acusado de lo peor que sus adversarios
podían decir de él: socialista, y considerado como algo así como un enemigo de
los negocios privados. Claro que podría decirse que peor que Obama podría ser
un gobierno del Tea Party, que es más o menos lo que decimos en el Perú cuando
hablamos del gobierno Humala.
Pero, como se sabe, Estados Unidos tiene el único gobierno
sobre el planeta al que se le juzga más por su participación en los asuntos
mundiales que sobre los domésticos. Y si volvemos a los debates electorales del
2012, se verá que mientras el Obama del tema política interna (primer debate),
parecía afectado por algún mal que lo hacía errático., el de política
internacional despertó al orador brillante y al polemista feroz, ante un Romney
que empequeñecía con anuncios de nueva guerra fría.
Por cierto que si mira el punto dos años después, todo
indica que quién está a punto de llevar a su país a una nueva era de conflicto
global, es aunque a regañadientes el supuestos pacifista e intelectualizado
Obama, como puede verse en la crisis de Ucrania, las nuevas guerras de Medio
Oriente (Gaza, Siria, Irak), la aceleración de los acontecimientos en Venezuela
y otros focos de tensión que se reparten por el mundo. Lo peor es que el
presidente ha ido asimilando que esta es la manera como se tiene que gobernar
Estados Unidos, peleando la hegemonía y participando de cuánto complot, trampa
o intervención directa tenga que hacerse para no perder influencia.
La acusación básica de los republicanos que sus rivales
sacrifican al imperio y representan un “poder blando”, ha resultado eficaz para
que Obama, como antes Clinton se empeñe en hacer lo que hacen “todos los
presidentes”: mantener la alianza con Occidente, principalmente Inglaterra y
Francia, y tratar de expandir la OTAN (crisis de Ucrania); apoyar a Israel en
la destrucción progresiva del pueblo palestino; tratar de mantener el control
del golfo pérsico para el paso del petróleo; amagar a Rusia; bloquear a Cuba y
desestabilizar a Venezuela; pulsear a China en asuntos del oriente; etc.
Debilidad y fortaleza
Si Bush podía desatar una guerra como la de Afganistán,
seguida por la de Irak, nada más que para demostrar que no era débil, que fue
lo único que aprendió del 11 de septiembre, Obama demuestra su debilidad cada
vez que los republicanos, la derecha demócrata, la industria de guerra, el
lobby judío, le dictan que debe guerrear. El tema de salir de Irak (que no
puede) es en ese sentido emblemático. Punto crítico de campaña, Obama lo
ofreció con una extraña distinción entre lo “justo” de la intervención en
Afganistán y lo “injusto” de la de Irak, por lo que prometía ganar la guerra en
el primer caso y retirar las tropas en el segundo.
Lo hoy se ve es que la guerra de Afganistán sigue adelante y
la va perdiendo Estados Unidos y la OTAN (que por primera vez actúa fuera de Europa),
junto con el gobierno títere de Kabul; mientras en la tierra de Hussein se ha
impuesto el caos y la disgregación que muchos habían anticipado si se
descabezaba el poder autoritario que mantenía unificado este país que tiene
mucho de artificial y creación europea, y los yanquis que se despidieron con
gran bombo en lo que parecía el primer éxito internacional del presidente
afroamericano están teniendo que volver con bombardeos y “fuerzas especiales”,
que probablemente anticipen un nuevo desembarco terrestre para contener el
avance acelerado de los yihadistas sunitas del Estado Islámico, que representan
las versión más dura de las fracciones islamistas antioccidentales.
En Ucrania, la política de Washington, junto a la Unión
Europea, ha sido inmiscuirse para meter una cuña a Rusia frente a sus
fronteras, lo que llevó a alimentar un complot político contra el gobierno
constituido y generar una provisionalidad pro-occidental que hizo estallar los
débiles lazos entre un oeste “occidentalizado” o dispuesto a occidentalizarse,
en la misma zona donde en la segunda guerra mundial estuvieron ubicados los
colaboracionistas con Alemania nazi, y un este rusificado, que había aceptado
el esforzado equilibrio entre los dos bloques y que se sintió inmediatamente amenazado
por los cambios políticos movidos por la Casa Blanca y Bruselas.
En el caso sirio, Obama se hizo parte de la “solución” tipo
Libia, que era la de contribuir a articular una rebelión general coaligando
diversos descontentos, incluyendo a la oposición de derecha que toma parte en
las negociaciones y normalmente actúa desde fuera, y a las radicales islámicas
que son mucho más efectivas en la acción, pero que a su vez son tan enemigas de
Estados Unidas como del gobierno de Siria. El resultado es otro desorden
general, como los que ya imperan en Irak, Libia, Egipto y otros lugares. Como
si la mano pretendidamente “más blanda” del demócrata, acentuara la
irracionalidad del intervencionismo.
La situación palestina es, si quiere, el mejor botón de
muestra, de lo patético de la administración Obama. A través del secretario de
Estado, Kerry, los norteamericanos han buscado soluciones viables al problema
del enclaustramiento de Gaza, de los colonos de Cisjordania, de la situación de
Jerusalén y de el estable cimiento de un acuerdo de paz. En cada caso se ha
llevado un portazo de la dirigencia israelí que no ha querido ceder un
milímetro en una solución negociada. Pero empezada la nueva ofensiva en la
franja de Gaza, los jefes de Washington se alinearon automáticamente con el
responsable de trabar cualquier forma de paz duradera. Actualmente se cuenta
que cada vez que Washington, Paris o Londres, es decir Obama, Hollande o
Cameron, suscribe alguna nota tímida para que Israel modere su presión militar
sobre los palestinos, reciben una llamada violenta de Netanyahu y terminan
declarando lo contrario. Cositos internacionales, que les llaman.
Y podríamos seguir con un ejemplo mucho más cercano que es
la participación de Estados Unidos en la desestabilización de Venezuela apenas
unas cuantas semanas después de la indudable victoria electoral de Maduro y el
sostenimiento a la guerra de las guarimbas que buscaba hacer lo que se hizo en
Ucrania en la nación caribeña. Esta injerencia está rodeada por cierto de las
hipocresías de siempre, donde los golpistas del 2002 son los demócratas del
2014, los muertos de los enfrentamientos que suelen ser más de los del lado del
gobierno son todos responsabilidad del chavismo, los jóvenes de las
universidades privadas son todos los jóvenes, la rebelión en el 20% del país se
presenta como generalizada, etc. La prensa estadounidense y latinoamericana ha
contribuido a estas imágenes distorsionadas, pero tras ellos se han movido las
agencias y los dólares con autorización de Washington.
El futuro después de Obama
Las elecciones del 2016, no ofrecen a los estadounidenses
otras opciones que votar por unos republicanos cada vez más derechizados y
fuera de la realidad, o por unos demócratas mediocres y desmoralizados que no
tienen ninguna capacidad de cambiar algún aspecto importante del quehacer
impuesto a todos los presidentes. Por ello lo que aumenta en el inmenso país
del norte es la abstención de la gente a votar por falta de alternativas. La
democracia más poderosa del mundo tiene una participación electoral que con las
justas sobrepasa el 40%.
O sea encima de ser un poder basado en lobbies económicos
legalizados, anclado en una política internacional que lo lleva permanentemente
a la guerra, con presidentes cada vez
con menos poder de decisión, los Estados Unidos tienen una democracia de
minorías que acuden a votar por un estatus quo que la mayoría repudia. En ese
escenario ¿qué otra cosa podría ser Obama que esa triste figura que ni siquiera
es quijotesca?
Epílogo: Al ganar las elecciones Humala el 2011, un
comentarista inglés en uno de los principales diarios de Londres dejó
planteados sus temores, no que el comandante terminara siendo como Chávez, sino
que más bien lo fuera como Obama. Creo que no andaba equivocado.
17.08.14
www.rwiener.blogspot.com
10 comentarios:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio
En su entrega “Un cosito de nivel mundial”, don Raúl es muchas cosas simultáneamente.
(1) Es un vocero de la embajada de la Federación Rusa, repite si asco los argumentos del presidente Putin respecto al tema de Ucrania, lo imagino apoyando una invasión de la Federación Rusa a Ucrania.
(2) Es un observador frívolo de la política interna de Estados Unidos; se le ve desde la cita de Denis Loo. El exgobernador del estado de Massachusetts Romney, sí que sabía de seguro médicos porque lo había gestionado en su estado. Por si no sabes, Raúl, el llamado ObamaCare es una mala copia del de Romney que sí funciona, no así el del presidente.
(3) Se lamenta de la caída del muro. Don Raúl añora la Unión Soviética. Él apoyó el proyecto comunista de dominación mundial, estuvo de lado del Kremlin en la Guerra Fría. Seguro que lamentó la caída del Muro de Berlín. Don Raúl odia, como Fidel Castro, a Estados Unidos y Occidente por haber ganado la Guerra Fría. A don Raúl le hubiera encantado que Francia, Italia, Bélgica, Dinamarca, España, Portugal y demás se hubiesen transformado en “democracias populares” del Pacto de Varsovia, subyugadas a los dictados del Kremlin. Hubiese visto con buenos ojos las el Pacto de Varsovia llegar al Atlántico a través de “revoluciones”, o una invasión del Ejército Rojo a todo dar.
Una de las cegueras de los marxistas leninistas como don Raúl no ver las extraordinarias ventajas que la OTAN le regalaron al planeta, empezando por la paz que disfrutamos desde finalizada la Segunda Guerra, seguida de la prosperidad sin precedentes en la historia, y por último, acorralar al proyecto sanguinario marxista leninista explorara en sus caras por la razón más importante: porque no funciona. El proyecto marxista es inhumano, no crea prosperidad sino totalitarismo bajo una nueva monarquía comunista; las evidencias son Cuba y Corea del Norte.
El proyecto marxista leninista es responsable por cien millones de muertes, y todavía hay miserables que desean usar a seres humanos de conejillos de indias y esclavizarlos.
El presidente Barack Hussein Obama es un progresista, elegido por una democracia constitucional en la que la separación de poderes fue diseñada para que se vigilen el uno al otro, protejan al individuo de los abusos del Estado. Obama no es un dictador, tiene que persuadir al Congreso para que debatan sus iniciativas, voten por ellas, para luego firmarlas Es increíble que Wiener crea que la Casa Blanca puede actuar como los Castro en Cuba o Putin en el Moscú; una vez más muestra su limitación como marxista para entender el mundo.
Al llegar al poder Obama contaba con mayorías en ambas cámaras, luego de dos años perdió la de la House, algo vio el electorado que no le gustó. Obama es el presidente de los Estados Unidos, debe velar por los intereses de su país primero y antes que nada. Los intereses de Estados Unidos se mueven, es verdad, por encima de sus fronteras.
Sin complejos admito que estoy agradecido a que Estados Unidos exista. Miró a mi alrededor y veo solamente regalos de esta democracia, desde la paz, la internet, el equipo con la escribo, los sistemas bancarios, la medicina, la producción masiva industrial, cultura popular, énfasis en derechos humanos. Situación compartida por mis compatriotas; es en Estados Unidos donde más peruanos viven fuera del Perú, es desde allí de donde, estos compatriotas nuestros, envían de regalo a sus seres queridos más de US$ 2,000’000,000 al año en remesas.
Más bien el limitado (debido a tus anteojeras ideológicas) viendo el siglo XXI eres tú, Raúl.
Obama es otro traidor, vendido a los judios y a la Confiep de USA. Nada se puede esperar del Imperio.
Abajo el Imperialismo Yanqui. Hasta la victoria final.
Soy lo peor.
No sé cómo lo soportas al mierda de Ambrosio. Eres un caballero Raúl. Bórralo ese mierda
Yo también agradezco la existencia de los EE.UU. Qué hubiera sido de la humanidad sin el método anticonceptivo, tan eficaz en el control poblacional como las poderosas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Alabo el ingenio constructor del Canal de Panamá como el emprendurismo de la International Fruit Company, promotora de países bananeros centroamericanos. Me enorgullece ser de lo mejor.
Chino Chang
Qué se cree el pobre mercachifle de SJM, quien mimetizado en el PPC intentó lanzarse como regidor de dicho distrito y naka la pirinaka, o va pretender desmentir sobre su intentona, cuentan que ni su familia voto por el porqué, se cambiaron de distrito y lo dejaron solito tirando cintura.
Saludos desde Bruselas
Fino sarcasmo, Raúl.
Comparar a Humala con Obama es original, aunque para mí las diferencias son abismales, el nacido en Hawaii es un intelectual...
El tema que da para más. Nunca le debieron dar el Nobel anti-Bush. Desde el punto de vista europeo es el más europeo de los ocupantes de la Casa Blanca, su énfasis en temas domésticos, retroceso en el mundo, especialmente en Medio Oriente son dos muestras. Por aquí se quejan del "vació" que deja al hacerlo ya que siempre alguien lo llena. El presidente de Estados Unidos -como el del Perú- hereda también los retos y complicaciones de toda la vida, especialmente los limítrofes.
Buena columna. Lástima que el comentario de Ambrosio muestre una opinión.
Soy de lo que me gustaría que Ambrosio sea de izquierda.
Un saludo con afecto a Raúl.
CJ
Desde Bruselas.
Sobre el tema Europa (Unión Europea) y Estados Unidos. La prosperidad europea, el estado del bienestar está basado en que es Estados Unidos el que paga los gastos de defensa. Si los miembros de la UE se decidiesen a ser ellos hacerlo Francia, Italia, España, Grecia quebrarían más de lo que están. ¿Quién el gobernante que les dice que deben reducir las pensiones en 15% porque necesitan gastar más en bombas, ejército y aviones.
Un cordial abrazo, Raúl.
CJ
Para la col de bruselas:
Si ambrosoli fuera de izquierda, al toque me convierto en ultra-derechista-fundamentalista-neoliberal-y ratero capitalista.
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