¿Se han puesto a pensar en lo lindo que podría ser el
encontrar la firma del Frente Amplio de la izquierda junto a las de Keiko,
Martha Meier, Castañeda y otros íntimos colaboradores del régimen de Fujimori,
y de sus opositores light de los 90 y aliados actuales como Alan García,
Lourdes Flores, cuestionando el “gobierno ilegítimo” y la “dictadura” de Maduro
en Venezuela, dejando a un lado añejas ilegitimidades?
¿No sería conmovedor que la izquierda se ubicara en el mismo
sitio de los que hasta hoy justifican el golpe de Pinochet, por la crisis
económica y el desabastecimiento, porque el gobierno de Allende se había vuelto
“ilegítimo” y sectores populares vociferaban que iban a defender la victoria
popular, y se olvidara de paso esas cosas obsoletas del imperialismo
norteamericano que intervino en Chile e interviene en Irak y otros países, pero
en Venezuela nada que ver?
¿No daría acaso una prueba de consecuencia con los derechos
humanos que la izquierda pidiera “la salida” de Maduro por los muertos de
Venezuela, unos por agentes del Estado y otros por elementos armados de la
derecha, los cuales están siendo investigados y procesados, y lo hiciera por
consejo de la derecha que en el Perú pide bala para los campesinos en Conga y
Tintaya, que aplaude que sólo se persiga dirigentes indígenas por el Baguazo y
los políticos que ordenaron la matanza queden libres de polvo y paja, solo para
mencionar algunos casos concretos de impunidad a toda prueba?
¿Imaginan a una izquierda moderna que “toma distancia” de
los “enemigos de las libertades” de Caracas, Quito, La Paz, Buenos Aires,
Managua y alguna otra anomalía de esas que ha habido en América Latina en los
últimos años, que son la verdadera amenaza para la democracia la CONFIEP, la concentración
mediática, la corrupción impune, las leyes antilaborales que nos hacen
competitivos, los TLC, las privatizaciones, etc.?
¿Alucinan lo que sería una izquierda que diga queremos para
Venezuela una libertad de prensa como la que hay en el Perú, donde un mismo
dueño saca diez diarios y se nos presenta a través de dos canales, y muchos de
los que todavía no son parte del mismo negocio familiar actúan como si lo
fueran esperando que los grandes padrinos de la publicidad y los subsidios se
acuerden de ellos (lo de Venezuela es un buen ejemplo)? ¿No sería bacán ver a la izquierda
defendiendo a la versión llanera de Martha Meier?
Pero, claro, es mucho pedirle a la izquierda que sea de
derecha. O que entienda la modernidad como lo hace Du Bois, Garrido o
Slocovich, favoritos de la gran familia. O que superen su obsesión con Estados
Unidos. O que por último sigan los consejos de Álvarez Rodrich, Tafur y Rosa
María que no serán DBA pero que piden una ICE (izquierda como ellos), que no
desentone con el sistema actual.
02.02.14
3 comentarios:
Tafur, Palacios, Álvarez, y plumíferos similares, sólo tienen diferencias cosméticas con la "derecha bruta y achorada". Álvarez, por ejemplo, que trabaja en el escandaloso noticiero de ATV, llama autócrata a Nicolás Maduro, demostrando que es un gran ignorante o un gran cínico. Para ese tipo, las elecciones sólo son buenas cuando las gana alguien de su simpatía, pero si las gana Nicolás Maduro o Hugo Chávez, entonces el ganador es un "autócrata". Al final, si el fascista López llegara al gobierno de Venezuela, los sujetos mencionados apoyarían ese gobierno, como hizo “El Mercurio” con Pinochet.
Hacer creer a la gente a través del poder mediático, que la Izquierda que el Perú necesita es la que la DBA y los reciclados quieren es una estrategia ruin, pero es un error de la Izquierda a mi juicio apoyar a Maduro en la forma que lo han hecho .¿ ...hasta que punto es izquierda Maduro, su régimen y la revolución bolivariana..?...¿ en que se diferencia en el fondo de muchos gobiernos populistas , irresponsables e incompetentes de AL ...? . Pienso que no se debería tomar como parámetro para relanzar a la Izquierda peruana , al espisodio actual de Venezuela.Se debería entrar al terreno de las propuestas y sobre el rol del estado y su actividad empresarial y aceptar que pueden haber grandes coincidencias con los liberales auténticos.
Los "liberales auténticos" desean que el Estado se dedique a sólo 3 cosas: dirigir el tránsito, cobrar impuestos y tirar bala al que no le guste el status quo. Si no, pregúntenle a varguitas premio Nobel o al monstruo miserable apodado "saravá".
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