martes, marzo 11, 2014

Los medios y Venezuela

Si nos atenemos a lo que informa la prensa en el Perú, en el país de Hugo Chávez se habrían invertido todos los códigos de la relación histórica entre izquierda y derecha. La izquierda sería el poder, la fuerza armada y la policía, la represión y la censura, los responsables de la crisis y los ilegitimados; la derecha tomaría el rostro del pueblo, de los jóvenes, de los que ponen las víctimas, los censurados, los que reclaman contra la inflación y el desabastecimiento, y los demócratas reconocidos por los grandes medios de gran parte del mundo.
 
Es tan fuerte esta imagen que se ha querido construir un muñeco según el cual la izquierda peruana contradeciría sus ideas medulares al reconocerle legitimidad al presidente Maduro y al advertir intenciones golpistas en las recientes asonadas de derecha, al margen de deplorar los actos de violencia y las muertes causadas entre las dos partes. Pero en la misma lógica se podría plantear que los medios y los políticos que aquí condenan toda protesta social y justifican las muertes de un solo lado, y que jamás han sido solidarios de las juventudes que reclaman cambios educativos y sociales, chirrían con sus poses combativas en relación a otro país que está suficientemente lejos. 
 
La cuestión, sin embargo, es otra. La prensa desinforma sobre Venezuela y nunca aclara de dónde vienen y en qué lugar social están centradas las movilizaciones y escabulle que los barrios populares defienden masivamente al que consideran su gobierno; que hay jóvenes ricos y clasemedieros en la oposición y jóvenes del pueblo y también de otras capas sociales en el otro lado de la barricada; que la violencia fue algo buscado desde el primer día de las movilizaciones y que ha habido muertos en ambos bandos, quizás más chavistas y policías que opositores; que los medios son parte de la batalla y no meros informadores (no sólo los de allá, sino toda la prensa que hace cerco al chavismo); que la crisis realmente existe, en parte por errores del gobierno y en otra por la caída del precio del petróleo, pero que los venezolanos saben de crisis mucho peores generadas por la derecha que quiere volver al poder y que la encaró a balazos en el caracazo de 1989 con un saldo de 300 muertos.
 
Nada de eso se aclara en medio de la campaña por satirizar al presidente, demonizar al gobierno de izquierda, rebautizar a las organizaciones populares como paramilitares, sumar los muertos como si cada uno fuese un triunfo que acercaría más a la victoria. Y todo eso, ¿por qué? ¿De dónde salió a apenas dos meses de las últimas elecciones municipales que ganó el oficialismo, una decisión de patear el tablero y buscar una “salida” inmediata, al margen de calendarios constitucionales? ¿Alguien duda que todo fue un plan ordenado para obtener el resultado que hemos visto?   

11.03.14

1 comentario:

Juan A. Cavero G. dijo...

Cotidianamente, en ATV, el canal más representativo del excremento televisivo peruano, un tipo llamado Augusto Álvarez, rebuzna refiriéndose a Venezuela, y señala la situación "calamitosa", "caótica", y otras sandeces por el estilo, de ese país. Si uno creyera en todas las estupideces de sujetos como éste, sería inexplicable el respaldo mayoritario que tiene el gobierno bolivariano y que se siga manteniendo con una supuesta oposición que es tan "democrática" como para promover golpes de estado como en abril de 2002. En esa oportunidad, las hordas fascistas agredieron a autoridades del gobierno legítimo y a la Embajada de Cuba en Caracas. ¿Adivinan quiénes estaban entre los que dirigían esas hordas? Pues Henrique Capriles y Leopoldo López, que ahora se la dan de "demócratas".