domingo, septiembre 29, 2013

Tonterías mágicas

Así como alguna vez lo convencieron que la “inclusión social” que estaba buscando (antes le llamaba gran transformación) se lograría si se mantenía el mismo estilo de crecimiento que generó la exclusión y marginación de millones de peruanos, ahora acaban de hacerle decir que para diversificarnos y superar la economía puramente extractiva hay que darle más impulso a la minería. Faltaría nomás sacar la conclusión de que para que la derecha continúe manejando el poder como lo hace desde hace mucho, hay que levantar banderas populares y de izquierda para hacerse elegir y luego traicionarlas desde el poder.

La lógica del absurdo que suponen cada una de estas ideas advierte algo fundamental y que es la imposibilidad de hablar claro en el Perú del 2013. No es solo que Ollanta tenga una formidable confusión política en la cabeza o que García posea alguna razón cuando le asigna mayor claridad a Cantinflas en asuntos como saber si habrá proyectos como Conga. La verdad es que uno podría hacer facilito una lista de tonterías mágicas como aquella de que con la labia y las relaciones del expresidente gordinflón ya estaríamos creciendo a más de 8%, o que lo que le falta a Humala son ministros como los que se reunían con Canaán en la suite del Hotel Country.

Todo el escenario político está plagado de afirmaciones ilusorias, por ejemplo que lo que está faltando es “confianza empresarial” y nadie se atreve a decir hasta dónde debe ceder el Estado para conseguir que los inversionistas sientan que ya pueden confiar en el presidente. También hay debates tontos sobre lo que piensa y habla el presidente, como explicación de los índices económicos que se deterioran. En cambio nadie en el Perú oficial está viendo que el malestar social está creciendo rápidamente y cada protesta es más grande que la anterior.

Claro, según Aldo M, son sólo ganas de joder, y aquí podemos seguir haciendo lo que nos da la gana. Lo que significa que lo que está produciendo tanta ruptura entre la realidad y las interpretaciones de la clase política, es la negativa a reconocer lo que está pasando, o lo que es lo mismo la construcción ideológica para justificar no hacer ningún cambio en la política del Estado cuando todo el contexto interno y externo se está modificando. Ollanta dice que siendo más mineros nos volveremos industriales y empujando más proyectos que absorben escasa fuerza de trabajo crearemos más empleo. García contesta que se necesita un presidente más proactivo y Du Bois que mejor no hable ni piense.

Y toda esa cháchara pretenden que es una discusión seria. Por cierto lo importante es no admitir que está pasando el tren del crecimiento y el boom de la minería, y el país está quedando casi tan pobre como antes. Sólo que algunos son mucho más ricos que antes. Y todavía quieren seguir ganando, mientras se pueda.

29.09.13

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