En los siguientes días, el Poder Judicial deberá resolver la querella
interpuesta por un funcionario de Lima Airport Partners LAP, en contra del
periodista Raúl Wiener, acusándolo de difamación. Les presentamos una síntesis
del caso, elaborada por el demandado.
El 6 de octubre del 2011, la Segunda Sala para Procesos con
Reos Libres, integrada por los doctores Biaggi Gómez, Plascencia Rubiños y
Quezada Muñante, absolvió por unanimidad y en última instancia, a los
periodistas César Lévano La Rosa y Raúl Wiener, del diario La Primera en la
querella por difamación agravada que les fuera planteada por el exgerente de
Seguridad de LAP, John Charle Kirch, que se consideraba agraviado por la
información publicada el 26 de julio de 2009, que daba cuenta de la existencia
de una acusación fiscal y la apertura de un proceso de instrucción sobre un
amplio grupo de personas en relación a un embarque de drogas detectado en el
aeropuerto Jorge Chávez en febrero de ese año y en el que estaba comprendido el
responsable de seguridad del aeropuerto.
A pesar de que Kirch argumentó que no fue nunca condenado
por el caso (en realidad parece que nadie lo fue), lo que lo hace considerarse
inocente, la Sala estimó que los periodistas no habíamos actuado de mala fe o
queriendo dañar al aludido, sino con la exclusiva finalidad de dar a conocer un
hecho de clara importancia pública. En su fallo, los vocales, hacen una
digresión muy importante: “respecto a la voluntad de lesionar a una persona se
ha establecido mediante Ejecutoria Suprema (09/03/2000) que el delito contra el
honor tiene como elemento fundamental lo que la doctrina llama “animus
injuriandi o difamandi”, esto es voluntad específica de lesionar el honor de
una persona, conciencia que se obra con mala intención de dañar dicho bien
tutelado, de oro lado tenemos que la libertad de expresión es un derecho amplio
e irrestricto en cuyo ejercicio se suelen cometer errores y excesos que no
necesariamente constituyen delito por carecer del elemento constitutivo
fundamental, antes expuesto”.
Más procesos
Pero, en paralelo a historia de Kirch y su demanda fallida,
se abrieron otras dos querellas sobre Wiener y Lévano, referidas al mismo
artículo del 26 de julio del 2009, una nota de “pataditas” y una columna del
director, teniendo como reclamantes al señor Juan Salas antecesor en el cargo
de gerente se seguridad y dos apoderadas de LAP que se pretenden ofendidas por
las notas periodísticas en su condición de trabajadoras. Salas se queja que en
una referencia impersonal a un oficial de la Marina en retiro que ocupó el
cargo de seguridad, se le esté aludiendo, y que en notas posteriores que no son
de mi responsabilidad, se le identifica indicando que tendría antecedentes
negativos por lo que se le dio de baja. Esto se puede admitir como un error del
diario que no verificó suficientemente la versión recibida, pero justamente
para ello existe el derecho de rectificación que ninguno de los allegados de
LAP quiso utilizar, prefiriendo hacer un cargamontón de querellas para
amedrentar a la prensa.
Actualmente el caso Salas se encuentra en la misma Segunda
Sala para Reos Libres, esta vez con una composición distinta, y llega tras una
sentencia contra mi persona de tres años de prisión y 40 mil soles de
reparación civil y una prescripción para Lévano. Es decir en un fallo ya
zanjado me absuelven por un artículo en el que la Sala dice que no hay mala
intención y ánimo de lesionar a personas específicas y que se ha ejercido el
derecho de informar,, y por la misma nota se me quiere condenar, como si se
hubiera escrito para perjudicar al señor Salas. Más aún en la nota con mi
firma, que es la única de la que puedo hacerme responsable, no doy el nombre
del querellante, por tanto no podría considerarse difamado.
Finalmente, la idea de que el texto del 26/07/09 sigue en la
Web de La Primera y que eso le da carácter continuado al supuesto delito, es
totalmente equivocada, ya que a lo que se está refiriendo es a archivos de
publicaciones pasadas. Igual sucedería si hubiera habido rectificación que
permanecería en su lugar para quién quiera buscarla. Obviamente el manejo de la
Web tampoco recae en los periodistas autores de las notas. Los abogados de LAP
saben por supuesto lo que están buscando al forzar causas judiciales contra
periodistas. Es bueno que el Perú comprenda como hay veces en que se resulta
condescendiente con graves delitos como narcotráfico y se castiga a la prensa
independiente por investigarlos.
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