viernes, septiembre 20, 2013

La “ley Antauro”

En agosto, nuestro nunca bien valorado Congreso Nacional (7% de aprobación) votó la Ley 30076, que entre otras cosas aumenta penas y reduce beneficios carcelarios para una serie de delitos, dentro de los que se encuentra el llamado “secuestro agravado”, se supone que en un nuevo e iluso intento por reforzar la seguridad ciudadana, recibiendo por supuesto las consabidas críticas a que este tipo de criterios no reducen la criminalidad pero sí aumentan el hacinamiento en las cárceles y el reforzamiento de estos locales como escuelas del delito.

Pero, para hacer aún más enredado el problema, la novísima ley, extiende sus efectos a los que ya están presos, procesados y sentenciados (alrededor de 50 mil personas), a pesar que para ellos no vale el supuesto carácter disuasivo de la norma. Por tanto parece bastante lógico que el congresista Virgilio Acuña pretenda hacer una ley rectificatoria para establecer que la 30076 sólo puede aplicarse a los delitos que se cometan a partir del 19 de agosto, cuando fue publicada en El Peruano.

Sin embargo por genialidad de Du Bois y con el coro de Correo, Expreso y otros, se ha empezado a calificar el proyecto de Acuña como la “ley Antauro”, que se supone habría sido urdida en Palacio para “favorecer” al hermano del presidente ya que lo dejaría fuera de los alcances del endurecimiento decidido por el Congreso. La estupidez es máxima, porque se trata de un tratamiento general a un problema y abarca a muchas personas, porque restituye un derecho y no lo crea, y porque en todo el proceso a Antauro se ha actuado con claro dolo para forzar figuras delictivas que aumenten su tiempo de carcelería y le recorten los beneficios.

En cualquier caso, podría más bien plantearse la interrogante de si la ley que modifica el Código Penal fue hecha con nombre propio, que sería lo que explicaría por qué hay tanto salto y tanta política por una corrección que evita el efecto retroactivo y que personas que han acumulado tiempo y esfuerzo para los beneficios con trabajo y estudios, sean bruscamente perjudicados. ¿Fue la Ley 30076 hecha contra Antauro Humala? Presumirlo nomás es una temeridad escandalosa, porque no se puede legislar sobre miles para beneficiar o perjudicar a uno solo.

El cuento de la “ley Antauro”, como antes el “decreto Alexis” (DS 005-Produce) que supone que el régimen de pesca entre las 5 y 10 millas marítimas, se hizo para favorecer un solo barco del hermano menor del presidente, advierten de la amoralidad con la que actúan ciertos medios creando fantasmas y haciendo descarada presión política. Al presidente Humala lo sacuden cada tanto imputándole favoritismos para que jure y rejure que no sólo no ayudará sino que hundirá a sus hermanos.  Y están seguros de que conseguirán intimidar al gobierno y al Congreso, así violen los derechos de decenas de miles de personas.    

20.09.13

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