miércoles, septiembre 25, 2013

El genio del mal

“Yo no me defiendo con acciones de amparo o con llantos. No rehúyo ni evito ninguna investigación” (Declaración de Alan García, 3 de abril 2013)
__._,_.___
Algunas personas creen que García es un genio, del mal se entiende, pero genio al fin. Es decir que puede meterse en los más escabrosos problemas y lograr salir de ellos.

El rostro de autosuficiencia, el andar como si todos tuviéramos la obligación de despejarle la calle y su infinita variedad de afirmaciones que se contradicen unas con otras (como eso de no defenderse con amparos, para hacerlo apenas un mes después), impresionan porque el tipo siempre parece que va a terminar saliéndose con la suya.

La semana pasada tuvimos la noticia de que la empresa española de electricidad y construcción, Abengoa, lo nombraba en su staff de consultores internacionales, no porque tuviese alguna relación profesional con los temas, sino por haber sido el presidente que los ayudó a ganar concesiones de obras en el Perú.

Y, pocos días después, un juez le concedió un insólito amparo contra los procedimientos de investigación seguidos por la Megacomisión del Congreso, no para que se corrija algún error de forma, sino para anular lo actuado desde el día en que se citó al expresidente (8 de marzo de 2013), que incluye sus declaraciones ante los comisionados del 3 de abril, donde figura también aquello de que no llora ni se ampara contra las investigaciones.   

La historia de García está llena de empresas amigas, que lo mueven a decir que si vuelve a tener la banda presidencial traerá muchas más inversiones (como si fueran regalos que se otorgan a países con presidentes convincentes), y de jueces y fiscales que siempre encuentran subterfugios legales para salvarlo.

El Ministerio Público hace un tiempo mandó a archivarse la investigación sobre los colegios emblemáticos, porque no encontró nada anormal que se construyeran al amparo de un decreto de urgencia, que los ejecutores se escogieran a dedo y que resultaran beneficiadas casi las mismas empresas para todas las obras, que además terminaron costando mucho más que lo presupuestado.

Otra vez, el ego colosal reconfortado.

En el Tribunal Constitucional, no hace mucho, se votó de una manera enredada una resolución que recalifica la matanza de El Frontón como delito simple y no de lesa humanidad (¡)  y que prohíbe iniciar nuevos procesos después que concluya el actual que están mandando a la prescripción y en el que no figura AGP.

También está en trámite el caso del Comando Rodrigo Franco y García no está ni citado a declarar, y muchos anticipan que  volverá a imponerse la lógica de la impunidad que se ve por todas partes.

Más motivos para sentirse invulnerable.

El común de la gente, por supuesto, no piensa como los jueces y fiscales que actúan de rescatistas del dos veces expresidente, ni cómo los medios que lo citan para que su versión sea la única que se escuche.

García, como Toledo, ya no pueden caminar por la calle sin que alguien les haga recordar su condición de corruptos. Sólo que el primero tiene matones igualmente premunidos de impunidad que aporrean a los que protestan porque se sienten burlados en sus aspiraciones de justicia.

Pero genio, genio, García no es.

Tal vez astuto, cínico y avezado. Pero nadie puede ser genial y responder lo que dijo ante una comisión que lo estaba investigando y que ahora trata de borrar de la documentación acumulada con el auxilio de un juez delivery.

Nadie se compra una casa y dice que tiene los ingresos para pagarla al contado con sus ingresos de nueve meses, sin trabajar.

Hasta Toledo ha tenido que inventar una historia truculenta para justificar sus adquisiciones en este rubro, mientras García asegura que sus amigotes políticos y empresariales le pagan sus caprichos. Por eso vive en las Casuarinas, tiene casa en San Antonio, y propiedades en París y Bogotá, circula en BMW y se da vida de ricos.

Porque no sólo la plata le llega sola, sino una interminable lista de cosas que se le ofrecen porque quién otro podría administrar el modelo neoliberal como él lo hace. Y eso tiene que costar.    

25.09.13
Columna de Wiener
Miércoles de Política Nº 13

No hay comentarios.: