domingo, marzo 30, 2014

Nos habíamos amado tanto

Tratando de explicar las bondades de una obra de teatro referida al desencanto de los que eran jóvenes en los 80 y vivirían luego el quiebre de la historia de la década siguiente, y al relacionarla con el antecedente de la película de 1974, “Nos habíamos amado tanto”, Alfredo Bullard, comete un error imperdonable para las páginas de opinión de El Comercio al señalar como director de la obra a Victorio de Sica, en vez de a Ettore Scola, tal vez porque confunde que en la historia se hace un homenaje a De Sica, Fellini y otros grandes del cine italiano.

Lo interesante es sin embargo que un liberal extremo como Bullard que opina que si el Estado no existiera, los negocios dirigirían el mundo y no habrían los males que hoy tenemos, y que si el tráfico se moviera por programas de internet que nos indicaran donde están las vías no congestionadas, no habría necesidad de policías y reglamentos, evoca en su nota de este último sábado a una juventud que creía en la política y su capacidad de cambiar al mundo, que se deleitaba con Silvio Rodríguez y votaba por Barrantes, que vivió las más duras crisis pero que tenía la ilusión de ser feliz

Todos estos sueños e ingenuidades habrían muerto con la caída del muro de Berlín, el consenso de Washington y la liberalización económica mundial, la absorción de la política por la economía, etc. A lo que Bullard, por supuesto, agrega que ahora somos más civilizados y tenemos menos que temer. Asuntos bastante discutibles si se toma en cuenta aventuras civilizatorias como las de Irak o Siria, y los miedos que brotan cada vez que se quiere condicionar nuestros reflejos para hacernos caminar hacia donde algunos quieren.

Pero voy más allá. También la película “Nos habíamos…”, trata sobre el desencanto y la generación que fue partisana en la segunda guerra, comunista en la inmediata posguerra y se empezó a reacomodar en los 60. Eso está consignado en la frase emblemática del personaje de Gianni (Victorio Gassman), que dice hacia el final del relato: “Íbamos a cambiar al mundo, pero fue el mundo el que nos cambió a nosotros”. Gianni fue un guerrillero antifascista, un abogado laboralista, un enamorado idealista, que cambia bruscamente cuando se asocia con un gran capitalista, se casa con su hija y modifica su perspectiva al hacerse ambicioso y sin escrúpulos.

De alguna manera se puede decir que fue el mercado el que triunfó sobre los sueños juveniles, la economía que se devoró la política y el amor, el sentido pragmático al programático. O sea que estas olas de compromiso social e individualización recorren desde hace mucho tiempo la historia. Y ciertamente cuando volvemos sobre las huellas que el arte registró de nosotros mismos, sentimos que nos golpea el recuerdo de lo que quisimos ser, aunque ahora seamos “más civilizados”.
  
30.03.14


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Correcto, bien Raúl: el título original es “C’eravamo tanto amati”, filme de Ettore Scola del 1974, la historia de 3 idealistas, amigos en la guerra, dizque de partisanos antinazis en el 44, enfrentados a la realidad de la posguerra.

Por otro lado, mal Raúl. Don Alfredo Bullard (ver enlace más abajo) nunca dice “los negocios dirigirían el mundo y no habrían los males que hoy tenemos”. ¿Por qué tienes que mentir después de corregirle la plana a Bullard? Don Alfredo dice que, hoy, “es que ya no está en juego la supervivencia ni evitar el colapso total”, debido a que, para bien de la humanidad, el experimento sanguinario marxista leninista reventó. En países con tradición democrática como Holanda, Francia, Dinamarca, Estados Unidos, a nadie se le ocurre, como a ti, Raúl Wiener, seguir odiando la libertad económica, nadie intenta cargarse, como tú, Raúl Wiener, el estado burgués como primer paso a la dictadura del proletariado. Nadie odia, como tú, la inversión extranjera, ni siquiera la monarquía comunista de los Castro lo hace. (Ver enlace más abajo).

En inconcebible para los liberales, que intelectuales como tú necesiten del Estado en todos los aspectos de su vida, y peor y peligroso, quieran imponerlo a los demás, a pesar de las nefastas experiencias históricas del socialismo real en la URRS, Cuba, China de Mao, y Valezuela de hoy.

Los liberales queremos que la política, los políticos, y el Gobierno sean intrascendentes, invisibles como árbitros en un partido de fútbol. Ese es el significado del último párrafo de “¿Quieres estar conmigo?, por Alfredo Bullard”.
Léelo nuevamente:
“Aunque no lo crean, hoy somos más civilizados; pisamos más la tierra; tenemos menos que temer. Hoy creemos que vivir puede ser difícil, pero que siempre es mejor que morir. Y creemos que la paz puede ser esquiva, pero se logra encontrar en la mirada de una chica, en la mataperrada en la escuela, en una chupeta de amigos”.

Saludos afectuosos,
Ambrosio

¿Quieres estar conmigo?, por Alfredo Bullard
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/quieres-estar-conmigo-alfredo-bullard-noticia-1719070

“C'eravamo tanto amati” - La nostra generazione ha fatto veramente
https://www.youtube.com/watch?v=SIQkeinmiak
Asamblea Nacional de Cuba aprueba ley de inversión extranjera
http://www.elnuevoherald.com/2014/03/29/1714132/asamblea-nacional-de-cuba-aprueba.html

Anónimo dijo...

Felipe Cortijo Medina alias Ambrosio, boba alias psicologo liberal y un par de retardados no han encontrado mejor camino que ganar notoriedad posteando idioteces que solo dan risa....les aconsejo mejoren su dieta porque ya estan divagando demasiado.