martes, enero 28, 2014

Un fallo debajo de lo esperado

Fácil se podría discutir mi titular de ayer: “No hay empate en La Haya”, cuando lo que ha ocurrido finalmente con el fallo de los solemnes jueces reunidos en Holanda es lo más parecido que podía haber a una decisión que le de a las dos partes para decir que han ganado y para lamentar lo que no lograron. El derecho, una vez más, ha evidenciado que no es equivalente a la justicia, lo que quiere decir que lo que se ha plasmado en el fallo no es igual a lo que en frío se podría decir que correspondía a cada uno de los dos países.

La compleja línea de las 80 millas paralelas y la proyección diagonal a partir de ese punto refleja que los señores de la Haya han hilado fino para decir cosas como que había algo parecido a una línea de frontera (posición Chilena), pero que no la había en forma definitiva (posición peruana). ¿Y por qué pudieron moverse en tan delicada cornisa? Por una sola y aplastante razón: porque lo justo de la posición peruana se contrabalanceaba con las concesiones que gobiernos peruanos hicieron hacia nuestros vecinos sureños.

No había una frontera, pero en diversas circunstancias las autoridades de Lima hicieron como si lo hubiera. La línea en paralelo asfixia a Tacna y constriñe la pesca en el sur, pero nuestro país funcionó por mucho tiempo aceptando que los barcos pesqueros que pasaban la línea reclamada por Chile, fuesen detenidos y arrastrados hacia puertos chilenos y sancionados con fuertes multas. Y eso que en la revisión histórico-jurídica no se ha incluido la grotesca manera como la flota industrial del sur peruano se chilenizó entre mediados de la década de los 70 (gobierno de Morales Bermúdez) hasta la mitad de los 80 (segundo gobierno de Belaúnde), a través de la venta de plantas harineras y embarcaciones que antes eran de Pesca Perú.

Gobiernos y empresarios peruanos construyeron el potencial pesquero chileno y cuando descubrieron que no necesitaban más de nuestra ayuda, cerraron la frontera y se apoderaron de una franja de mar a la que no habían prestado importancia. Ayer, los jueces de la Haya, han confirmado el “derecho chileno” a explotar un espacio de mar que viene a ser el más rico de todo su extenso litoral, mientras los pescadores peruanos se han quedado con las redes vacías. El paralelo hasta las 80 millas garantiza que lo que era económicamente más valioso nos fue negado. En ese aspecto no ha habido empate, sino castigo a antiguas debilidades de nuestra historia.

Que no teníamos nada y que nos dieron de las 81 millas en adelante es un hecho cierto. Pero no ameritaba el exceso de triunfalismo que nos envolvió en las últimas semanas. Ni las banderas, ni el poema de García, ni la invitación a Palacio de Humala a casi 300 personas.  

28.01.14
www.rwiener.blogspot.com

2 comentarios:

Juan A. Cavero G. dijo...

Acaba de darse el fallo y Humala y su comparsa quieren aprovechar políticamente el supuesto "triunfo". Las consecuencias son muy claras.
1) La Haya no dio la razón al Perú en cuanto al punto de delimitación costera, pues fijó aquél en el hito número 1, como quería Chile. En consecuencia, quedará un área de terreno peruano frente a aguas de jurisdicción chilena, por tanto sin acceso al mar. Ya los momios chilenos han adelantado que reclamarán esa área para que sea parte de su territorio.
2) Las primeras 80 millas quedan como están, lo cual es una derrota absoluta para los pescadores tacneños, pues esa es el área donde ellos hacen sus faenas.
3) La supuesta "ganancia" en las 120 millas restantes no beneficiará en nada a la pesca artesanal peruana. Sí beneficiará a los poderosos de siempre, los que pescan con fines industriales. Derrota para el pueblo peruano. El área supuestamente ganada no beneficiará en nada al pueblo, mientras existan gobiernos entreguistas como el actual de Humala.
¿Cómo se originó esta derrota? Esto se dio cuando el asesino Manuel A. Odría, muy valiente para apresar y matar opositores, firmó los malditos convenios de pesca con Chile, que La Haya ha reconocido como válidos. Así, hay miserables que todavía alaban al mencionado sujeto, y en Tacna el terminal terrestre lleva su nombre. Si los tacneños tuvieran algo de dignidad, debieran borrar su nombre de todo establecimiento público.

Anónimo dijo...

Evidente la traicion de nuestros politiqueros desde Morales bermudes para adelante.
Quién se hizo su marcha y se bajo la caseta que los chilenos metieron en territorio peruano ? ANTAURO por supuesto. Nadie ha tenido la honestidad intelectual de decir esto.
Donde està Antauro ? en la carcel
El mundo al revés, los traidores gozando y los patriotas encarcelados