Este domingo en la página de opinión de El Comercio,
Fernando Rospigliosi hace el siguiente comentario: “Si el gobierno lo inhabilita, la oposición de García será más dura aún;
y si rompe las reglas del juego democrático, es decir, si no se le deja jugar
el partido, recurrirá a todos los medios a su alcance para derribar al gobierno
con los mecanismos empleados en América Latina en las últimas dos décadas”.
Leamos con cuidado: hay una oposición sobresaltada de García
por las investigaciones que se llevan en su contra, que él y Rospigliosi,
achacan al intento de convertir a la primera dama en candidata ilegal, por lo
que ignoran el fondo de las investigaciones y las evidencias en contra el
expresidente. Y la idea sigue: si hay inhabilitación la oposición será más dura
y si se le saca de la disputa electoral se valdrá de cualquier medio para
derribar a Humala, vistiéndose con pretextos como se han usado en los golpes
más recientes en América Latina, tanto los fallidos como los exitosos.
Hace unos días me contaron que un dirigente aprista comentó
que mi teoría de que hay una conspiración en marcha, en la que el APRA tiene un
papel central, era equivocada porque no había nada de eso. Pero a continuación
el mismo tipo decía que Ollanta está volviendo al chavismo y se está convirtiendo
en un peligro para la democracia. Más aún insistía en que aquí se puede crear
una situación tipo Honduras o Paraguay. En resumen que no hay conspiración pero
no queda sino seguir conspirando.
García ha dicho que Ollanta es ahora exponente del
velasquismo, chavismo, montesinismo, que es como decir la conjunción de todos
los males, lo que a mí me ha hecho recordar su famosa declaración ante Jaime
Bayly de que el no permitiría que Humala llegue al poder y organizaría un golpe
de Estado aunque lo metan preso. Parece que ese impulso se amainó con las
primeras concesiones del presidente, que poco a poco fueron tomando la forma de
una total capitulación en casi todos los campos.
Pero las investigaciones quedaron en pie y aún si Humala
hubiese querido bajarles el tono en algún momento, lo cierto es que la suma de
delitos que se cometieron en el período 2006-2011, es tan abrumadora que a
García no le está quedando otra que la que dice Rospigliosi: hacer una
oposición en su interés particular, con cualquier medio a su alcance y tomando
como modelo otros procesos de desestabilización de los años recientes.
Que el futuro del país y del sistema político dependa de una
operación de impunidad de un tipo que ocupó dos veces la presidencia y se fue
siempre marcado de denuncias e investigaciones que nunca terminan de resolverse
y sancionarse, da una idea bastante
clara de la fragilidad política de nuestro país. Estamos avisados.
07.01.14
1 comentario:
Lo de la conspiracion del APRA sobre todo de Alan es lo que dijo Don Isaac a Mavila Huertas en " No culpes a la noche".
Evidentemente a Alan le preocupa su inhabilitacion para el 2016
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