Ya sólo faltaba que hablara Fritz y nos diera la clave para
entender por qué después de someterse tanto tiempo a los cachetazos de El
Comercio y sus satélites, al presidente Humala de pronto le ha salido el indio
y se ha mandado contra la concentración de propiedad en la prensa, es decir
específicamente en referencia a la operación de compra del 54% de las acciones
de EPENSA, que ha conformado el conglomerado de prensa más grande de América
Latina y probablemente uno de los mayores del mundo.
Ingenioso como de costumbre, Fritz ha seguido la pista de la
dama, de la primera dama, que antes siguió Alan García, y que consiste en ligar
hechos como las declaraciones de Vargas Llosa, el regreso de Favre y el nombramiento
de Nadine Heredia como presidenta del partido nacionalista, para entender que el
sentido de la crítica a la concentración es el de la “reelección conyugal”.
Mientras sus patrones insisten que el tema “no debe
politizarse”, porque es “empresarial” o de “libertad de expresión” (enfatizan
los conceptos según sus conveniencias), y Martha Meier cree que es porque les
tienen “envidia”, Fritz les da la contra, y subraya en que es totalmente
político, que así como él decía que la compra de acciones era una operación
política en vistas al 2016, ahora la crítica que se hace tiene que ser la
operación contraria, para que los planes de la derecha no salgan adelante.
Claro, que no existe la menor esperanza que la famosa
reelección conyugal tenga éxito, en la actual correlación, con un gobierno débil
y aislado y una oposición de derecha con fuerza y a la ofensiva. Pero lo que
está queriendo decir Fritz es que el gobierno, este y cualquier otro, no pueden
meterse con ellos, ni siquiera opinar sobre ellos, aunque ellos digan lo que
quieran de los gobernantes. Esta es la verdad de la concentración mediática y,
si quieren, de los gobiernos paralelos que consisten en el funcionamiento de
centros de poder que condicionan la política del país y que son sostenidos por
una batería de medios que como ahora se sabe responden a muy pocas personas, a
veces a una sola familia, con intereses económicos muy concretos.
Fritz quiere hacernos creer que nos está salvando de ese
peligro tenebroso que es la ilegal candidatura de Nadine, y lo hace en la misma
lógica de García de que para ese objetivo todo se justifica (narcoindultos,
manipulación de pruebas, sobrevaluaciones, concentración de medios, control de
las comunicaciones, etc.), Por eso es
que AGP se está sacrificando anunciando que volverá a postular a la presidencia y Fritz escribe que esto no es
sólo que La República quiso comprar y no pudo, o que la “asociación” que
inventaron los Miró Quesada y los Agois, no afecta la línea de Correo que es la
misma que El Comercio, sino que ellos tienen cuadrado al presidente. Y ese rol
reforzado no lo van a entregar.
06.01.14
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