En un artículo reciente Gustavo Gorriti,
le sale al frente a Martha Meier Miró Quesada que había escrito una columna vinculando
la crítica a la concentración de medios, al supuesto pasado prodictatorial de
los críticos. Con elegancia el periodista de Caretas recuerda a la zarina los
antecedentes velasquistas, y agregaría morales-bermudistas, de uno de sus más
cercanos colaboradores que también quiere dar lecciones de democracia y
libertad de expresión para justificar el cuasi
monopolio de prensa. Y va aún más allá, citando a la propia Martha en
sus días de candidata del fujimorismo, nada menos que en el año 2000, cuando
decía que la libertad de ideas estaba garantizada, en medio de un país sofocado
por diarios chicha, prensa comprada y autocensurada.
Por supuesto que la orgullosa editora de
fines de semana, no contestó nada como suele hacer, convencida que todo el que
se refiere a ella lo hace “por envidia” a su gran periódico, pero a mí el
incidente me trajo a la memoria cuando ella estaba exilada (le cerraron su
página de ecología), e intercambiaba mails y luego conversaciones personales
con amigos de izquierda que cualquiera pensaría que nunca tuvo. Ahí, cuando
todavía no era zarina y el tema de su extraña candidatura abrazada con Martha
Chávez era siempre el argumento que le sacaban para acallarla, su respuesta
solía ser que se metió a postular para tener una plataforma desde la cual hacer
frente al sector de su parentela que tenía el control del diario. Pero justamente
algunos de los que más suscitaban su molestia que eran los que mantienen
fuertes intereses económicos fuera de la prensa, y que daban mayoría al antiguo
grupo de los “alejos” (Alejandro Miró Quesada Garland y Alejandro Miró Quesada
Cisneros), son ahora sus aliados y le permiten dirigir el consorcio de prensa.
El punto es que en todo este trayecto,
Martha Meier ha confirmado que su entusiasmo fujimorista del 2000, no fue una
calentura momentánea. Lo demostró a cabalidad cuando empezó a despedir periodistas
por “humanizar” a Humala en el 2011 y se trajo a Bayly para hacer campaña sucia
a favor de Keiko. Lo ha vuelto a afirmar con la contratación de Du Bois como
director de El Comercio. Y lo está convirtiendo en redundancia con su
insistencia en limpiar al “chino” de uno de sus crímenes más atroces: la
esterilización forzada de cientos de miles de mujeres, que según ella es una
simple mentira de las ONG. ¿Por qué su obsesión con este tema? Tal vez porque
entre en contradicción con sus convicciones religiosas. ¿Cómo ser fujimorista
confesional y explicar que el gobierno de sus amores sometiera a las mujeres
pobres a la práctica infame de anular su capacidad de concebir violentando la
vida de sus familias y poniendo en riesgo su salud? Simplemente negándolo, o
diciendo como Rafael Rey, que no fue forzado, sino sin su consentimiento.
29.01.14
3 comentarios:
Hoy he leido en un periodico que una mujer ha sido detenida en cusco por intentar envenenar a sus dos hijos porque no tenia medios para alimentarlos. Si esta india hubiera sido esterilizada, se hubiera evitado este drama.
Bueno, si alguien necesitaba una explicación sobre la ideología que está detrás de las esterilizaciones forzadas, bastará que lea el anterior comentario.
El primer comentario es una muestra mas de que en Peru hay gente agazapada que piensa de esta manera, sin respeto y consideracion a personas humildes y poca formacion (esto es responsabilidad de todos los gobiernos anteriores), bueno sigamos: esta gente agazapada es arrogante y estan en todas partes esperando ofender y joder a los que consideran menos.
Esta actitud la tuvo Micky Rospigliosi (supongo que su verdadero nombre seria Miguel, ??)
Y sucedio que le dio cancer y en su patetico via crucis se desespero al ver que no sanaba y empeoraba su sufrimiento, tomando una actitud de pedir perdon a todos a quienes humillo y ofendio por su posicion economica, aspecto y condicion social en general.
Me imagino la humildad que mostraria a las trabajadoras del hogar que servian en su casa, tambien imagino como estas victimas lo mirarian y hablarian a sus espaldas. patetico oye!
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