Cuentan que la Dra. Baffigo, presidenta
ejecutiva de Es salud se fue indignando tanto con la visión del informe que el
programa de Nicolás Lúcar presentó antes de entrevistarla, que en la pausa le
recordó que su institución estaba poniendo publicidad en el canal.
Evidentemente no hubo tiempo para que funcionara la amenaza y gracias a eso
vimos en directo una discusión sobre un tema que esta columna había tratado
hace algunos meses, sin lograr mayores reacciones.
Lúcar emplazó a la supuesta estrella de la Seguridad Social
(fue presidenta Ejecutiva del IPSS entre 1997-1998, reemplazando a Luis
Castañeda, durante el gobierno de Alberto Fujimori), para que explique por qué
había recontratado a varios funcionarios que salieron de la institución luego
de ocupar cargos de confianza y cobrar indemnizaciones indebidas fingiendo un
despido intempestivo, bajo el modelo del expresidente de Essalud Fernando
Barrios Ipenza que fue uno de los grandes escándalos del segundo gobierno de
Alan García. Uno de los angelitos era nada menos que el secretario general,
José Alberto Velarde Salazar, que tuvo el mismo cargo hasta el año 2006, y se
retiró para ocupar la gerencia legal de la ONP, y fue indemnizado por “despido
intempestivo” con 132,600 y una liquidación total de 253 mil soles.
Baffigo contestó entonces con dos
adjetivos: lo que se había trasmitido era un refrito y un material amarillista para perjudicar su
gestión. Sobre lo de fondo la doctora dijo cosas que son en verdad inolvidables:
(a) ¿Por qué los que se fueron no van a poder regresar?, (b) todos tienen
derecho a ejercer su vida laboral, (c) los ceses de estas personas se
produjeron por conclusión de vínculo laboral, es decir no fueron renuncias.
Vean ustedes que tenemos una presidenta de
la Seguridad Social, que justifica lo que el propio Barrios reconoció como un
error (horror) de su parte, por lo que devolvió el dinero percibido. La
complicidad total de las instancias administrativas es la única explicación de
que se buscara la fórmula de “concluirle” los contratos al personal de la
argolla de confianza para pagarles como despedidos, precisamente en
concordancia con las fechas en que cada uno de ellos se desplazaba a otro lugar
dentro de la administración pública. Obviamente todas estas personas abusaron
de su posición, lo que ha sido señalado por la Contraloría de la República,
pero para Baffigo eso sólo quiere decir que en el futuro ya no habrá más
“despidos” a pedido de los interesados. Es decir la trampa pertenece al pasado
y bienvenidos de nuevo los tramposos.
La presidenta de Essalud ha premiado el
delito y hace apología del robo al Estado. Mientras tanto muchos pensionistas
de esa institución no logran cobrar lo que les adeudan. Los médicos y
trabajadores siguen reclamando mejores remuneraciones y 5 mil burócratas
dorados se embolsican las aportaciones de los asegurados.
22.01.14
1 comentario:
La Dra. Baffigo ha defendido perdiendo los papeles a Gerardo Velarde Salazar,creo que el momento cumbre y consagratorio de Baffigo como fujimorista es cuando Lucar,picón por haber sido amenazado,le suelta en cámaras que la conoce de muuuuucho tiempo y la tenía en un pedestal. Y la indignada dama,muda. Dos fujimoristas enfrentados desde sus nuevas trincheras.
Alguien la protege, este papelón no ha rebotado en ningún medio.
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