Las encuestas adelantan que los candidatos
de izquierda a regidores de Lima van a obtener pocos votos, lo que ya está
haciendo frotarse las manos a los derrotados de la revocatoria que andan
diciendo que el resultado va a ser un equivalente de la censura a Villarán que
no se produjo hace ocho meses.
La especulación puede ir tan lejos como se
quiera. Por ejemplo como para decir que la culpa de todo la tienen los
“electarados” de Miraflores, San Isidro y La Molina, que no votaron para echar a
la alcaldesa y que por eso tenemos unas elecciones insulsas en las que la gente
no muestra casi ningún interés.
Se olvida adrede que no hubiéramos tenido
ni esta, ni la anterior votación, con el efecto de mantener a la municipalidad
más grande del país amarrada de manos, sino hubiera existido la maniobra de la
revocatoria, impulsada por las peores mafias que han usufructuado el poder a
nivel nacional y municipal.
Más aún, cuando ahora se invoca al PPC,
como la legítima oposición por la que habría que votar, se hace olvido redondo
de que se acusaba al partido de Lourdes Flores de ser el principal responsable
de la “taradización” de los electores de los barrios acomodados que marcaron el
No en la revocatoria.
Entonces el PPC era villaranista, mientras
sus dirigentes decían que ellos se jugaban por la gobernabilidad de la comuna
capitalina. Ahora la derecha los ve como el voto antivillaranista (ante la
vergonzosa corrida de los partidos que generaron el actual escenario:
Solidaridad Nacional, APRA y fujimorismo), y los mismos pepecistas ya se creen
los autores del milagro de convertir a Lima en el primer Consejo Municipal en
el que la persona encargada de la alcaldía va a tener que funcionar en franca
minoría, es decir sin gobernabilidad posible.
La izquierda que va a la elección de los
nuevos regidores, con el nombre casi desconocido de Tierra y Dignidad, y con un
extraño color verde y negro, evidentemente no ha podido impregnarse del
espíritu del No de la revocatoria. Tal
vez porque en la izquierda todo se está reacomodando con demasiada lentitud y
porque los afanes electorales no logran aún encajarse bien con los objetivos
políticos.
Por eso no hay una alianza por la
gobernabilidad y continuidad de Susana, que esté a la vista de todo como lo
estaba en marzo. Ni ha habido una identificación clara con la gestión, a la que
recién en los últimos días se le ha
querido subsanar con la fórmula “el nuevo equipo de Susana”, pero sin poner
énfasis ni en la filosofía ni en las obras de la gestión. Con toda certeza el
resultado va a ser más complejo y discutible que lo que puede ver la derecha
revocadora que ahora mira desde el balcón. A pesar de todo mi voto será TD.
23.11.13
1 comentario:
Estas elecciones no tienen ningun interes para los limeños porque hay muchos interesados en que asi sea, sobre todo a los solidarios, verdaderos responsables de esta situacion, los alanistas y fujimoristas, no les conviene que se recuerde su derrota. Por otro lado, los del PPC estan gastando mucho dinero en propaganda, paneles enormes por todos lados, se la juegan, quieren ser ganadores y recuperar la alcaldis de Lima, no les interesa otra cosa, piensan en el 2014. Villaran cometiendo errores y sus candidatos deberian de jhaber aprovechado mas del FB para darse a conocer, explicando las obras que es necesario que sigan adelante, espero que las personas piensen en ello y voten por TD.
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