Leo en los diarios algunas de las hipótesis que la fiscalía
estaría considerando para poder pronunciarse sobre las implicancias penales de
la sobrevigilancia policial de la vivienda del “operador montesinista” López
Meneses, y que se justifican bajo el principio de que nada debe dejar de
investigarse.
Una de ellas, que no sé si proviene de la propia fiscal o si
ha sido recogida de las redes sociales donde los apristas están particularmente
imaginativos (venganza por los narcoindultos), es que a la casa de Surco, los
marinos, con cobertura policial, trasladaban a Montesinos para entrevistarse
con gente del gobierno.
Lo que significaría que el Doc., está trabajando para Humala
(y que toda la historia política del presidente es una farsa), y que nada menos
que la institucionalidad de la Marina de Guerra estaría comprometida en
sostener el poder secreto que seguiría manejado por más grande operador de los
años 90. ¿Qué decir a partir de ahí del papel de Giampietri en el gobierno anterior,
el tema de BTR y otros? ¿Es la Armada un peón de Montesinos que juega a
aparentar que está preso pero en realidad se encuentra gobernando?
Algo más podría decirse: que si algo de esto fuera cierto,
el exasesor habría perdido buena parte de sus cualidades por las cuales se hizo
tan estimado de la familia Fujimori, ya que el gobierno en funciones luce
ineficiente y débil, que es una especie de contraimagen de cómo se vendía el
fujimorismo hace veinte años con la orientación de Montesinos. Podría ser, sin
embargo, que al Doc., sólo le estén consultando información estratégica en
estas supuestas reuniones secretas.
¿Alguien piensa que si este fuera el interés del gobierno
(que podría tenerlo ya que lo que más muestra es desorientación ante todos los
problemas), y si contara con la obvia complicidad de los marinos, no haría los
encuentros en un lugar mucho más cerrado, dentro de una institución militar,
sin correrse el riego de verse detectado por los vecinos? Es casi como decir
que tenía que esconder un centro de chuponeo y para eso había que colocar un
ejército en la puerta.
Otra hipótesis, que puede tener su filo propio, es que López
Meneses haya estado haciendo lobby para empresas mineras y facilitando un discreto (¿?) y seguro encuentro entre
autoridades e inversionistas para discutir cosas que nadie quiere que queden en
actas. En ese caso el “operador montesinista”, no pasaría de ser un reemplazo
del papel que cumplía Rómulo León durante tiempos de Alan García y que se dice
también realizaban Remigio Morales y otros.
Caben muchas cosas en medio de una tormenta en la que el
gobierno no puede dar una explicación coherente. ¿Quisieron asimilar la
“tecnología” de anteriores gobiernos, usando a sus especialistas, y ahora no
pueden reconocerlo?, ¿les metieron un topo (o varios) dentro del gobierno y no
se dieron cuenta?
18.11.13
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