jueves, noviembre 28, 2013

Algo más sobre la votación del domingo

A Aldo M, sinceramente le asusta la votación de la izquierda en Lima el último domingo, al revés de sus compadres que escriben en “los Comercios”, que hoy saturan los puestos de periódicos de la ciudad, y se protege con el argumento de que los que votaron por Tierra y Dignidad tienen alguna patología que no acaba de entender.

Analicemos su miedo. Los 305 mil 906, votos por una izquierda más bien descolorida, o de color extraño (verde con negro), sin campaña, sin consignas nuevas, con candidatos jóvenes y poco conocidos, en una ciudad a la que la pintan como el bastión conservador del país, tal vez sean efectivamente más significativos de lo que se piensa.

Respecto a la votación que Ollanta Humala obtuvo en Lima en el 2011, que alcanzó una cifra de 993 mil 998 votos, que se supone contabilizaba los votos propios del candidato y sus aliados izquierdistas de esa época, la cosecha de noviembre representa el 30.7%. Algo debe querer decir este dato. Es verdad que en el 2010, Susana Villarán llegó al 38.3% de los votos, pero esto se produjo en una votación polarizada prácticamente entre dos postulantes (Lourdes Flores logró 37.5% y 700 mil votos más que su lista más reciente).

Podría decirse que el voto del último domingo ha sido mil veces más frío que las elecciones del 2010 y 2011, y que la revocatoria de marzo, y por eso hay que estudiar cada votación en el tipo de racionalidad que representa. Así por ejemplo, las votaciones relativamente altas de Somos Perú y Siempre Unidos reflejan opciones municipalistas (una a nivel metropolitano y otra en el ámbito del cono norte); en tanto el PPC, Perú Posible y AP, parecen responder a ciertas tradiciones políticas.

En cambio Tierra y Dignidad, que muchos no pudieron relacionarlo con la alcaldesa y otros con la misma izquierda, encarna un voto con elementos más militantes. Indica en buena cuenta que hay izquierda, pero también que no está para ganar por si sola. Esto plantea un tema de alianzas que no se quiso discutir al lanzar la lista, tal vez porque estaba el peso de las denuncias de corrupción sobre otros partidos que intervinieron en la campaña del No, o porque se quería mostrar perfil propio y acumular espacio, lo que es legítimo, aunque dejaba sin continuidad el esfuerzo de marzo.

Mirando las cosas serenamente: un simple acuerdo con los Humanistas de Simon, hubiera probablemente colocado en el tercer lugar a una propuesta de centroizquierda. ¿Tan difícil era dar un paso de este tipo? Precisamente en el gobierno que se viene para el último año en la Municipalidad, la alcaldesa va a tener que producir alianzas en el Consejo con fuerzas disímiles. Habrá que ver lo que de ahí resulta.  

28.11.13
www.rwiener.blogspot.com 

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