martes, julio 18, 2006

Murió SENASA, bienvenidas vacas locas

La firma del TLC con EE.UU., el último 12 de abril, le va a costar al país una gravísima desprotección sanitaria en la importación de carnes desde el país del norte. Desde enero, cuando empezaron a intercambiarse las llamadas “cartas paralelas” con las que se fue “perfeccionando” el tratado que había sido cerrado a las apuradas en diciembre, los gringos hicieron saber que este era un punto clave. Ellos exigían entrar con sus productos sin ser inspeccionados por SENASA, ni ningún otro control nacional, debiendo darse por suficientes las certificaciones emitidas al momento de la exportación.

El punto tiene extraordinaria importancia por cuanto esta es una materia de controversia constante en el comercio internacional actual, dada la existencia de una serie de enfermedades animales que afectan a los humanos (vacas locas, gripe aviar, etc.), a muchas de las cuales se les imputa ser consecuencia de la manipulación genética, la alimentación y los sistemas de crianza de los países desarrollados en carrera por dominar los mercados.

Lo que Toledo ha cedido para conseguir que la secretaria de comercio de EE.UU., de luz verde a la firma administrativa y le permita a nuestro casi ex presidente salir en la foto histórica como padrino del acontecimiento, es que sea el país vendedor el que se certifique a sí mismo sobre la salubridad de sus productos, que es justamente lo que ningún país acepta para poder tener las manos libres de prohibir aquellas materias que considere peligrosas. Gracias al hombre que “conoce su chamba”, podemos llegar al extremo de que en una situación de plaga, Estados Unidos no pueda colocar sus carnes entre su población pero sí pueda obligar a recibirla al Perú de acuerdo a los términos del TLC.

La información que disponemos indica que ha habido fuerte presión para que este punto sea resuelto en prioridad y que la decisión final, como siempre, habría corrido a manos del primer ministro Pedro Pablo Kuczynski, que viajó en la semana anterior a las elecciones a Washington para ser notificado de la posición norteamericana. Indudablemente el flautista decidió que había que conceder, fiel a su posición de que “lo importante es que haya tratado”. Los ministros Ferrero, Zavala, Manrique y Mazzetti, sin embargo, no van a poder salvar su responsabilidad en este asunto si no renuncian a sus cargos y denuncian el bárbaro procedimiento impuesto por los Estados Unidos y el sumiso papel del gobierno del que forman parte.

Tampoco van a quedar librados los periodistas Pro-TLC, que ya mintieron reiteradamente con lo del precio de las medicinas, el número de los agricultores afectados, la cantidad de trabajadores en actividades de exportación y vinculados a ATPDEA, y que ahora están encubriendo este grosero atentado contra la salud pública y la ganadería peruana. Preocupados como andan con la “millonaria campaña de propaganda contra el TLC” de Conveagro, CEPES y la Coordinadora Rural, en las radios de provincias (cuando es perfectamente sabido que existen redes radiales populares a lo largo y ancho del país que recogen estos mensajes que son apenas una gota de agua frente a la brutal y masiva desinformación oficialista), no se han percatado del servil detalle de licenciar nuestro propio servicio de sanidad, que nos ha mantenido protegidos hasta donde ha sido posible, de las epidemias más conocidas de los últimos años. No ven, no escuchan.
El caso de eliminación de las condiciones sanitarias de ingreso al mercado peruano (que no se aplican para el ingreso de ninguno de nuestros productos a Estados Unidos), debería merecer una denuncia por inconstitucionalidad, porque representa el abandono del Estado de su obligación de proteger a la población, y una denuncia penal para establecer los oscuros mecanismos que han conducido a las principales autoridades del actual gobierno a empeñarlo todo por un TLC, claramente pernicioso para el país, y cuyos efectos se harán sentir en el siguiente gobierno, al que paradójicamente no se le permite decidir sobre su pertinencia y conveniencia.

19.04.06

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