Alan García iba a colocar un independiente de prestigio como presidente del Consejo de Ministros, pero resulta que no tenía ninguno comprometido antes de las elecciones. Ni siquiera suficientemente conversado como para pasar después del resultado a tratar en serio la propuesta.
Recurrir a Del Castillo para compartir el gobierno es como que el Chavo del Ocho nombrase a Kiko, o Batman se lo pidiera a Robin, o Tarzán a la mona chita. Y pasarse dos meses pensando para hacer este nombramiento es una prueba de retardo intelectual o una evidencia indiscutible del grado de improvisación en que comienza el segundo gobierno de la estrella.
También García iba a cambiar la política económica porque ha favorecido a unos pocos en desmedro de las mayorías, y porque no es posible que en una economía en crecimiento tengamos un Estado tan pobre y tantos pobres en la sociedad. Solución: nombrar como ministro al único economista que logró estar a la derecha de PPK y que dejó el viceministerio de Hacienda por estar en contra de los “excesos” de gasto de Toledo y permitidos por su superministro.
Veinte años después de haber echado discursos contra la deuda externa y la cobranza coactiva del FMI, Alan García ha elegido un ex funcionario de esa institución para que haga un “cambio responsable” en el país. ¿Estaba previsto este pequeño matiz cuando se inició la nueva marcha del APRA hacia el gobierno?, ¿eso es lo que se quiso decir durante el discurso de Paseo de la República al fin de la primera vuelta en el que declaró que lo que quería Lourdes era un gobierno para los ricos?
¿Y alguien podría creer que García tenía a Rey en la cabeza a inicios de este año para impulsar a la actividad industrial y pesquera con sus probadas habilidades en esos campos, aparte de sus antecedentes vargallosianos, fujimoristas y lourdistas, o sus contactos con el Opus Dei?
¿O a Verónica Zavala, la hermanísima del último ministro de economía de Toledo, la ex directora del FONAFE, la funcionaria que Kuczynski se jaló a la PCM en medio de intensos debates sobre el nepotismo, para la cartera de Transportes y Comunicaciones? Una privatizadora al ministerio de las privatizaciones: puertos, aeropuertos, carreteras, como debe ser. ¿Y Mercedes Áraoz? Igual que Carranza, se trata de una funcionaria de Toledo, que salió de ese gobierno donde hizo la política del toledismo y que regresa al poder ni más ni menos que para revisar el TLC que ella misma ayudo a estructurar.
Otra cosa interesante. ¿Podía haber pensado García en Mazzetti cuando convocó a Giampietri y Jiménez para que le diseñen una política de seguridad interna y le recomendaron volver a los jueces sin rostro y hablar de la pena de muerte para los violadores y otros crímenes atroces?, ¿de dónde sale la ministra de Toledo que más se ha peleado con los gremios de médicos y de la salud, como encargada de la policía?, ¿por su entrenamiento para apalear huelguistas?, ¿por lo dura?, ¿por lo cínica para defender los experimentos de laboratorios gringos con niños pobres peruanos?
Se puede seguir: Wagner a Defensa, ¿a ver si su tamaño asusta al enemigo?, como dice Herbert Mujica, ¿y no era que García se iba a jugar a fortalecer la Comunidad Andina de Naciones de la que el otro Allan es el secretario general?
Chang a Educación, en un nombramiento que medio mundo entiende como una devolución de favor por haber nombrado a García para dirigir el postgrado de “gobernabilidad”, en lo que obviamente es especialista. José Antonio García Belaúnde a relaciones exteriores, donde parece no haberse enterado de la intervención israelí en Líbano y Gaza.
Al parecer el único que tenía seguro su fajín desde antes de la segunda vuelta es el gordito Garrido Lecca, que ya tiene algunos contactos para el negocio de la concesión del agua. Pero como para que todo tenga coherencia, lo que este personaje ha estado trabajando en el último tiempo es sobre su segunda película de dibujos animados: destino de fuego de los dragones, que no sé si será un título premonitorio.
27.07.06
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