Así que la promesa de un jefe de gabinete independiente significaba que Jorge Del Castillo terminaría como premier.
Y que para armar un consejo de ministros paritario entre mujeres y hombres, al APRA le faltan mujeres o le sobran hombres.
Y que hay volver a pensar eso de los sueldos recortados porque se podrían ir los mejores técnicos.
O sea estamos comenzando como de costumbre.
Como diría Lourdes, lo importante es que uno como presidente confiese que se equivocó como candidato al ofrecer muchas cosas que no pueden cumplirse.
Ahora es la prensa de derecha la que dice que Del Castillo es serio, moderno, dialogante, equilibrado, casi no es aprista, si se entiende bien, y que jamás denunció fraude en Miami con pruebas que no exhibió; o compra de candidatos por la derecha como Salinas, que tampoco probó; etc..
Pero lo dicen porque se han dado cuenta que ninguno de los suyos está dispuesto a poner la cara, después de haber puesto los votos.
Marcar la estrella con la nariz tapada es una cosa; y ponerse al frente de un gobierno que debe demostrar que Alan ha cambiado; que el cambio de Alan es responsable; que el TLC debe revisarse después de haber votado por aprobarlo; que el presidente no es tampoco un guachimán de las empresas mineras; que la educación debe municipalizarse; que hay “bombas de tiempo”, como la pobreza y el pésimo nivel educativo; etc., parece bastante diferente.
Por eso es mejor un aprista de derecha, que la derecha dirigiendo a los apristas.
La idea del gabinete de independientes con un primer ministro por fuera del partido ganador de las elecciones, era la carta ideal para un Alan de desconfiados. La actual fórmula de un gabinete aprista con premier, secretario general del APRA, pero amigo de la derecha, es la de un Alan a ver que pasa.
Y ahora es la señora Pilar Nores la que ensaya convertirse en el lado razonable de su marido, al revés de lo que ocurría con Toledo, y es ella la que trata de convencernos que lograr igualdad entre mujeres y hombres es un proceso, que quiere decir que a Alan se le pasó la mano con el anuncio de los ministros, que esto no es Chile, etc.
Y, finalmente, otra vez la derecha haciendo de comadrona, sugiere, plantea, insiste, en que cuando levantaba la noticia del sueldo de Toledo y los congresistas, como la prueba de sus desvergüenzas, no era que quería que se lo bajen y que por efecto de ello se desalienten los chicos del MEF que cobran en la planilla del PNUD o los del MINCETUR-TLC que lo hacen con bonos de AID, o los de las reguladoras (OSINERG, OSIPTEL, SUNASS, OSITRAM, etc.), que cobran de las empresas a las que deberían “regular”, etc., que son la gente que vale la pena y que puede terminar incorporándose directamente a la planilla de sus patrones.
El político ideal es el que recibe de la prensa pero sigue en lo suyo, porque sabe que la misma prensa de derecha recurrirá a ellos cuando los necesite, como pasó con la ley contra los jubilados en el 2004 o en la aprobación del TLC en el 2006. Los apristas del Congreso son duchos en estos juegos de reacomodo post campaña de prensa. Y ahora seguro están esperando que baje la marea de austeridad que se agitó con las elecciones. Es lo que empieza a verse con el asunto de los “gastos de instalación”.
Sólo queda ir aceptando que, con el tiempo, el concepto de “Alan cambia”, tendrá probablemente que reemplazarse por Alan cambalache.
18.07.06
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