La semana pasada se conoció la noticia de la incautación de
3.7 toneladas de droga en la ciudad de Paita, en el departamento de Piura, y la
captura de una banda multinacional en la que figuran argentinos, colombianos,
un israelí y varios peruanos, aparentemente vinculados al cartel de Sinaloa. El
hecho no ha merecido grandes titulares como los que se les brindaron a la
detención de Nancy Obregón y dirigentes cocaleros del Huallaga, a los que no
les encontraron droga alguna y se les acusa en base a grabaciones de sus
comunicaciones telefónicas y dichos de colaboradores encubiertos.
Similar fue el caso de los campesinos encarcelados durante
la operación “Eclipse” en noviembre del 2010, que se convirtió en una denuncia
por todo lo alto, en la que tampoco había droga real y los recluidos resultaron
personas de muy humilde condición acusadas de delitos donde se mueve inmenso
dinero. Pues bien, ahora nos enteramos de la caída del embarque más grande de
cocaína de la historia y de varios capos internacionales, y los medios parecen estar hablando de un
delito cualquiera, como esos que llenan las ediciones de televisión cada noche.
Más aún, entre los intervenidos se encuentra el colombiano Edwin
Javier Valenzuela Meneses, uno de los 373 sentenciados por narcotráfico,
agravado a los que el gobierno de Alan García, con firma del presidente, les
redujo la pena de manera de permitirles salir en libertad, que en este caso,
como en el de varios otros, le sirvió para reincorporarse a una de las
principales bandas de narcotráfico que operan en el país. En las distintas
informaciones sobre el caso se lee que Valenzuela Meneses fue uno de los
beneficiados por la Comisión de Gracias presidida por Facundo Chinguel. Pero
nadie subraya que la Comisión no podía beneficiar a nadie, si de por medio no
estaba la mano y la rúbrica de García, que dijo ante la Megacomisión que el se
había creído con el derecho de devolverle la libertad a algunos pequeños
burriers, para que rehiciesen su vida.
Según da cuenta un diario, el día de ayer en la
noche, la edición de Panorama, se proponía sacar un informe bajo el título de
“Giro en el caso de narcoindultos”, con declaraciones del expresidiario Carlos
Butrón de Souza (Brasil), en las que diría que el presidente de la
Megacomisión, Sergio Tejada, lo habría forzado a hacer declaraciones señalando
que hubo pagos por los narcoindultos y narcoconmutaciones, en curiosa
coincidencia con la proximidad de la nueva cita en la que García tendrá que
volver al Congreso y con la “bajada” que le han metido al caso de Paita.
Por supuesto que todo es un montaje para el
salvataje de García, que como dice Rosa María Palacios ha llegado por primera
vez a tener miedo por las consecuencias de sus propios actos. Después de
ningunear a Tejada, ahora quisiera que se lo trague la tierra.
21.10.13
www.rwiener.blogspot.com
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