El presidente recabó permiso del Congreso para ausentarse
varios días y atender la reunión anual del foro de APEC en Indonesia, junto con
una conferencia en Bangkok, Tailandia. Un día antes del fin de la reunión de
autoridades de APEC, a la que no asistió Obama por los problemas con el
Congreso, ni Peña Nieto de México, el presidente Humala partió sorpresivamente
con dirección a Lima y aprovechó una “escala técnica” en París, para realizar
una reunión con el presidente François Hollande.
Esta es la historia, más o menos oficial, matizada con
argumentos menos creíbles por los siempre listos del gobierno: se avisó de
último momento, fue una conversación informal, etc. El hecho es que hubo un
plan de viaje que se modificó sin dar aviso y que hay alguna agenda con Francia
que no está muy clara. Hasta ahí el error del presidente y si se quiere de su
canciller, que paga los platos rotos. Pero en el Congreso, que aprobó sin
reticencias el periplo asiático, y en el que anteriormente hubo tremendo jaleo
por un pedido de permiso para viajar a Caracas ha habido un zapateo tremendo,
acompañado por algunos medios de comunicación, y la palabras “infracción
constitucional” y “vacancia” se han repetido varios días como quién hubiese
estado pensando en tumbarse al presidente y se encontrara con el pretexto.
Los fujimoristas que parecen andar en busca de algún tema
contra Humala han sido los más duros en condenar la arbitrariedad del
presidente y su falta de respeto al Congreso. Algo como para sonreír en un
sector político que siempre ha proclamado que su jefe político era arbitrario,
autoritario y dictatorial, para tener más eficacia en lo que hacía, y que cerró
el Congreso poniéndole un tanque en la puerta. Claro, para el caso se ha
recordado el viaje no autorizado, desde otra reunión de APEC en Brunei, hacia
Japón, llevándose el avión presidencial, en el que trasladaba el cargamento de
evidencias y tesoros que llevaba de Lima, y desde ahí renunciar por fax.
También se podría recordar los viajes que el “chino” de los 90, hacía con sus
hijos en ruta oficial, con paradas en Disneylandia sobre los cuales sobraban
las autorizaciones y rendiciones de cuentas.
Sin duda, el partido naranja debería callar por vergüenza en
este tipo de temas. Pero lo esencial es que el incidente ha desatado un extraño
mecanismo, como si hubiese mucha gente esperando el “error” de Humala para
cuestionar su legitimidad como gobernante. Hecho curioso que confunde, porque
el actual presidente no es un riesgo para los intereses económicos más
poderosos, ni para los partidos que se proyectan al poder el 2016. Al parecer
es otra cosa. Tal vez la operación política de la que hablaba Du Bois. Cómo
imponer en el país condiciones que reduzcan las desconfianzas e inestabilidades
de las que se queja el gran capital.
14.10.13
1 comentario:
Exelente analisis amigo Raul, lo Que falta en el Peru es mas memoria para recordar todo lo que hizo Fujimori y Alan garcia.
Hay algo que me ha llamado mucho la atension el dia de ayer sobre un reportaje que hizo cuarto poder donde con la intervension de una consultora llamada orrellana, plantean en el reportaje,en resumen, que las migraciones de los provincianos son causa de toda la informalidad, el desacato a la ley y la corrupcion que hay en el pais. Esto en realida me es preucupante. Haber que nos podia comentar sobre reportaje amigo Raul
Publicar un comentario