Después
de tres meses de agitado esfuerzo hemos debido cesar la salida de Miércoles de
Política. El periodismo es así. Llegamos a trece ediciones impresas, una más
que circuló por la internet y una que se quedó a medio hacer. Cuando pudimos
fuimos constantes, pero lamentablemente no logramos llegar a provincias, ni
generar una web para ser leídos por los que no podían acceder a la edición
física. Creíamos que eso se resolvería con el tiempo, pero no se pudo.
Pedimos
profundas disculpas a nuestros lectores que ya se habían acostumbrado con
nosotros: queríamos llevarles un ángulo distinto para ver la política,
presentar temas nuevos que no estaban en el resto de la prensa, procurar un
diálogo sobre la cultura y tomarnos la vida con un poco más de humor. Ese fue
nuestro producto. Lo realizamos muy pocas personas, con muy escasos medios
técnicos, pero creo que cumplimos con lo que nos habíamos propuesto.
El
periodismo puede ser el imperio avasallador de los medios que concentran las
ventas y la publicidad en una sola mano, o la batalla por hacerse un espacio en
un mar de publicaciones y emisiones noticiosas de un mismo dueño. Miércoles de
Política quería contribuir a una pluralidad y diversidad de opciones que hoy va
en declive en nuestro país. Esa ha sido nuestra contribución. Desde hacía
algunos números había temido que no pudiéramos llegar muy lejos. Pero cuando
uno está sobre el caballo debe seguir adelante.
….
Dejémoslo
ahí. Y volvamos a lo de siempre que es esta columna diaria donde tratamos de
estar presentes en el debate nacional. Y leo que Ollanta ha dicho desde Asia,
que sin inclusión social no hay desarrollo, y se ha explayado sobre la
importancia de los programas sociales para lograrlo. Entretanto en el Perú hay
una discusión sobre Qali Warma y los casos de intoxicación y hasta Fujimori se
ha permitido recomendar que se regrese a sus viejos programas, como si en su
gobierno no hubieran ocurrido intoxicaciones seguidas de muerte y actos de
corrupción.
Los
errores de fondo, en todo esto, son, en primer lugar, que no se pueden
controlar centralizadamente inmensos programas de alimentación y ayuda, sin una
burocracia gigantesca, sin cometer errores y sin que se filtre la corrupción.
Una breve revisión del antiguo PRONAA, a comienzos de este gobierno mostró una
cantidad impresionante de apristas en los mandos medios y numerosos actos
corruptos con proveedores nacionales y locales.
En
segundo lugar, que repartiendo raciones a niños, distribuyendo propinas a
ancianos, exigiendo a la gente demostrar
su pobreza (su exclusión), no se llega a ningún desarrollo, en el
sentido de crecimiento sostenible, economía moderna y diversificada, y empleo
de calidad. Se puede aliviar una pobreza histórica con un poco de dinero o
alimentos, pero no se le “incluye” en la economía de las grandes empresas,
donde se suele ser mucho más generoso con los recursos del Estado.
09.10.13
1 comentario:
Lamento la cancelación de Miércoles de Política, Sr. Wiener, compré los 13 números, ty hubiera seguido comprándola porque su contenido era muy interesante,ojalá pronto pueda hacer otra publicación de igual calidad y con mayor apoyo logístico.
Espero que no desaparezca la página en facebook para que puedan publicar algunos artículos interesantes y gracias por los 13 números de Miércoles de Política.
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