Tal parece que la estrategia de Fujimori para afrontar el
juicio que se le viene por los cientos de millones que el SIN entregó a una
impresionante cantidad de medios llamados “populares”, casi todos creados en la
segunda mitad de los años 90, con la finalidad de generar titulares
convergentes a favor del gobierno y gruesamente destructivos contra lo que se
podría denominar, con mucha reticencia, líderes de la oposición de esa época,
más bien competidores electorales de la campaña por la re-reelección, va a
consistir en crear el mayor número de incidentes con la Justicia bajo el
supuesto de que hay una animadversión básica contra su persona, y argumentar
otra vez que los actos de Montesinos no eran de su conocimiento y que no participó
de ellos, más o menos como lo hizo con relación al Grupo Colina.
En la parte procesal, es evidente que el prisionero de la
Diroes está escaldado por el tipo de asesoría que le brindó por muchos años
Nakasaki, que le recomendó no tachar a los jueces que luego le impusieron 25
años de prisión y que mantuvo el discurso sobre la confianza hacia la Justicia.
Asimismo recomendó aceptar los cargos de corrupción para evitar que se abrieran
más detalles sobre lo ocurrido que pudiesen luego dañar la candidatura de la
hija que parecía la inversión de fondo para recuperar la libertad y el poder
político. Ahora da la impresión que nada de eso interesa y que los nuevos
abogados van a insistir en la línea de que a su cliente lo persiguen y condenan
por razones políticas.
Por otro lado está el asunto de fondo. Los diarios chicha no
existían para hacerle propaganda a Montesinos, sino a Fujimori y para limpiarle
el camino a un nuevo período al presidente reeleccionista. Por tanto no podía
no saber que eso que llamaba para barajarla: “prensa ayayera”, respondía a un solo comando y a un plan
político. Los periódicos amarillos estaban colgados en los kioscos todos los
días y llegaban a la mesa del presidente. ¿Cómo hará Fujimori para explicar
cómo podían moverse tanta gente de su gobierno y tanto dinero, sin que él
estuviera al tanto y permitiese que todo eso ocurriera?
El punto del dinero es clave. Porque fue Fujimori, al amparo
del golpe de Estado, el que creó el sistema de cuentas secretas que eran
entregadas a los institutos armados y de ahí llegaban al SIN a manos de
Montesinos. Era dinero no fiscalizado, adrede. Y eso sólo pudo ser posible
porque se construyó en una etapa de dictadura franca (año 1992), donde se
inventaron los decretos que no se publicaban y los fondos que no se rendían. Y
nos quieren hacer creer que Fujimori daba esa manga ancha con recursos
públicos, porque estaba muy creído que tenía el mejor servicio de inteligencia,
como lo decía a cada rato.
13.10.13
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