Respecto al tema de la crisis internacional y su impacto en
la economía peruana ha aparecido una controversia inesperada. Ya en su discurso
de 28 de julio, el presidente Humala se había referido al tema, pero fue poco
subrayado debido tal vez a la chatura general del texto leído. Pero en
Arequipa, hace unos días, Ollanta fue más concreto y aludió a que la baja en
las rentas del canon se debían a que ya se estaban sintiendo los efectos de la
crisis global que había hecho caer el precio de los minerales.
Precisamente de este tema habían tratado editoriales y
columnas especializadas, y los promineros de toda la vida habían usado la
oportunidad para picar a Santos y Arana como culpables de que proyectos como
Conga y otros no se iniciaran antes, y al alcalde de Espinar por protestar
contra la contaminación en su provincia y ahora reclamar por la reducción del
canon que venía recibiendo. En todos estos comentarios se decía que no se habían
sabido aprovechar las vacas gordas y que si hay menores precios internacionales
para el oro y el cobre, habrá necesariamente menos dinero. Ciertamente que en
ese punto hay todavía que discutir si el MEF está ajustando correctamente a las
regiones y municipios, o si está aprovechando la situación para esquilmarlos
mientras el gobierno central no se ajusta el mismo. Pero ese es otro tema.
Lo insólito es que cuando el presidente dice lo que ya todos
sabemos, que no se puede vivir en una economía abierta al mundo esperando sólo
ventajas de esa relación y que cuando hay caída en los mercados internacionales
bajan las exportaciones y la menor demanda de minerales derriba sus precios hay
menos ingresos para el fisco, se produce de inmediato una escándalo. Algo así
como el presidente volvió a pensar y a ponernos en problemas. Increíblemente
los mismos analistas que hacían razonamientos para que las regiones y
municipios aguanten la pegada, se rasgaron las vestiduras porque con la banda
presidencial no se puede decir eso. Ahora la crisis va a venir de verdad porque
el presidente lo dijo, es más o menos el mensaje.
El propio Castilla que debe ser el que le dio luz verde al
presidente para sus declaraciones y le agregó aquello de que las vacas están
menos gordas y un poco más flacas, se dio cuenta rápidamente que a sus amigos
no les gustaba la fórmula y siguió con que las vacas ya no estaban tan flacas.
Un sí pero no, para que nadie entienda. Pero lo mejor por supuesto fue AGP:
para él no hay crisis mundial, ni baja de precios internacionales, y si lo
vuelven a Palacio, y le quitan a Tejada y Arbizu, fijo nos traería tremendas
inversiones. No ven que a él la plata le llega sola, por su buena labia.
18.08.13
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