En la primera plana de ayer de El Comercio, el colegiado
Ernesto Álvarez, que estuvo entre los tres que sacaron la resolución sobre el
Ministerio Público, explica la decisión porque existiría una mafia que quiere
controlar ese organismo. O sea, abre el juego político y dice que lo que
estamos apreciando, y que parece un tema institucional, es en realidad una
lucha por el poder. Dice que es contra una mafia, pero queda por saber a favor
de quién es.
Por eso lo que habría primero que preguntarse es para quién
trabaja Álvarez, que llegó al TC, como
expresión de la repartija de la época, en la cuota del PPC, pero rápidamente
evolucionó hacia el APRA, probablemente haciendo cálculos sobre sus
aspiraciones para tomar el decanato de Derecho en la Universidad San Martín,
que ya sabemos quién maneja, a su salida del Tribunal, que alguna vez tendrá
que ocurrir.
Otro de los votantes, es Carlos Mesía, fue asesor
parlamentario de Del Castillo y militante inscrito en el APRA, mientras el
despistado Eto llegó con el cupo nacionalista pero ha votado generalmente con
las corrientes mayoritarias en un organismo que ha cometido cada vez más
tropelías. Si estos tres quieren “salvarnos” de las mafias, es casi obvio que
lo están haciendo en la dirección de reforzar la presencia tentacular del APRA
y García en las instituciones estatales de control.
Después de todo Mateo Castañeda era el que coordinaba
fiscales en el caso BTR, cuando desaparecían las pruebas y el que tenía la
relación telefónica con Del Castillo y Garrido Lecca, como lo declararon varios
testigos ante la corte, para darles cuenta de cómo avanzaban las
investigaciones. Si lo que dice la Megacomisión es verdad, el fiscal Castañeda
fue parte de una organización que funcionó para el encubrimiento. Y eso no se
ha sacado ahora para cerrarle el paso, sino que está en toda la documentación
de la época.
Claro que da ganas de reír cuando El Comercio refiere en su
nota editorial del sábado que contra Castañeda, al que el CNM no quiso nominar
para fiscal supremo, “solo existen denuncias periodísticas”, cuando todos hemos
sido testigos que el caso Ramos se basa en lo mismo, con la diferencia que a
este último le sacaron cosas cuando estaba postulando a Fiscal de la Nación y
las de Castañeda están ahí desde hace mucho tiempo.
Finalmente si hay una entidad familiar que usa el poder de
prensa para sacar y colocar autoridades, todos conocemos su nombre. Ayer mismo
decían como corolario de la crisis entre
el TC y la CNM, que ya que no hay otra forma de sacar a Ramos del cargo, aún
antes de su juramentación, había que esperar que renunciara por vergüenza. Por
esa que se debe sentir cuando a uno le bajan el dedo en la calle de La Rifa.
04.05.15
1 comentario:
El Apra y la Gran Concentracion Mediatica juegan en pared para poner a sus candidatos en la fiscalia y otras instituciones con miras al 2016,por eso estan como locos porque Mateo Castañeda sea fiscal supremo.
Por lo que es urgente que el Congreso elija a los nuevos miembros del TC, ya que los que estan con el cargo vencido se dedican a hacer tropelias de la mano del Apra.
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