El Perú tiene un Tribunal Constitucional que corrige
sentencias, fabrica leyes, ordena pagar bonos agrarios, santifica contratos que
van contra la ley, salva expresidentes y exalcaldes de procesos penales, impone
el derecho de contratar libremente sobre los derechos de los trabajadores, y
ahora usurpa las funciones del Consejo de la Magistratura CNM de nombrar
fiscales supremos, violentando la Constitución que debe defender, y hace todo
eso con cinco de sus seis miembros con plazo largamente excedido de vigencia de
su mandato, es decir sin capacidad para producir decisiones como las que está
tomando.
Y hace lo que vamos diciendo porque se alucina la máxima
instancia del país en cualquier materia, lo que significa que una corte
sobregirada y que está respondiendo a intereses cada vez más estrechos, está
produciendo una revolvedera brava en el país, y el Congreso que es el único que
podría ponerle la mano es impotente porque no puede armar el rompecabezas para
reemplazar a sus colegiados. Como siempre pueden superarse, han bastado tres
magistrados de los excedidos de plazo, con el aparente aval de los demás, para
impulsar la nueva aventura seudoconstitucional de nombrar desde el TC, a un
fiscal supremo que el Consejo de la Magistratura se había negado a designar y
para anular de paso los mandatos ya en ejercicio de las dos supremas que el CNM
estableció entre enero y febrero para cubrir dos vacantes en el Ministerio
Público.
Eh lo formal es un brutal
atropello a dos instituciones que no son menos que el TC, de acuerdo
precisamente al mandato constitucional. Y si se trata de legitimidades, ¿de qué
podría hablar la institución de los muertos vivientes que funciona en el local
de la llamada casa Pilatos? Pero la invasión tiene también un filo político que
no se puede pasar por alto. El fiscal escogido por el TC, Mateo Castañeda
Segovia, era en el 2009 el encargado de iniciar las investigaciones del caso
BTR y está mencionado en el Informe de la Megacomisión como parte de la
operación para ocultar pruebas y señalado por Giselle Gianotti de haber
manipulado los USB que contenían información sobre el gobierno aprista. Ha sido
además abogado de Luis Castañeda en el caso Comunicore y una de sus hazañas es
haber logrado sacar al exalcalde de la investigación, precisamente con otra
resolución controvertida del TC.
Pero a eso hay que sumar que la
irrupción del TC se produce en plena batahola por el nombramiento del nuevo
Fiscal de la Nación, cuya cabeza sigue siendo reclamada con insolencia
creciente. Al destituir a las dos fiscales que votaron por la elección de Ramos
Heredia se le deja en el aire, pero magnánimo el TC dice que los actos de los
últimos meses se convalidan. O sea lo ponen a tiro de pistola de El Comercio y
le perdonan la vida. Para que quede como un pelele o se vea obligado a
renunciar
02.05.14
1 comentario:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio.
Perdemos calidad en el estado de derecho, además de contrapesos si el TC, encargado de defender la constitucionalidad, sige bordeando la inconstitucionalidad. De los siete jueces, solo seis ejercen el cargo, cinco tienen vencido el plazo. El responsable es el Congreso de la República, a los elegidos les es imposible lograr consenso.
En este momento el APRA tiene innegablemente influencia en el TC; no así en el Congreso, donde es una minoría. ¿Por qué no se ponen el 95% restante de acuerdo sobre la minoría aprista? Porque al resto les imposible ceder al otro nada, o menos que nada. Mientras tanto los casos que el APRA preferiría olvidar continúan sin ser revisados, que van desde corrupción de funcionarios, o lo que se vio gracias al trabajo de la megacomisión. No se debe olvidar que hay linduras de todos los partidos también. El APRA no es el único.
Don Raúl cree que el TC debe eliminar el “derecho de contratar libremente”, porque, según él, se “impone [sobre los] derechos de los trabajadores”. ¿Qué propones, Raúl? ¿Que los trabajadores se contraten a sí mismo en una economía dirigida en el Larco Herrera por Napoleón? Tu siguiente propuesta será que el Gobierno decida con quién uno contrae matrimonio. Para don Raúl la libertad humana es nociva, debemos cederla al Estado (a cargo de sus amigotes, no faltaba más). Y por supuesto la culpa la tiene El Comercio. Así es de obtuso, Raúl. Dentro de poco los culpara de la neblina de Lima, la razón por la que el Perú no está en el Mundial, y el fenómeno del Niño anunciado para fin de año.
Ambrosio.
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