Si uno lee la columna de Aldo M de ayer,
comprenderá todo.
Lo que jode no es que haya corruptos, y que
en la derecha haya tantos, sino que la izquierda quiera pasar de honesta, como
si fueran distintos que los demás.
Eso ya se había dicho cuando empezó la
campaña inmunda para destruir a Javier Diez Canseco, pero seguro pocos
recuerdan que el tema de fondo no eran las acciones de inversión, que era una
idiotez por la cual lo hubieran desaprobado en una clase de lógica en
secundaria, sino el de la imagen del congresista de izquierda.
Eso es lo que produjo la felicidad de M,
poder tirar eme sobre alguien que todos reputaban de decente y al que nunca
podrán probarle un acto bochornoso como el que le acaban de destapar a su jefe,
Fritz, que cambió la línea de El Comercio respecto a Petroperú cuando la
empresa pública hizo un contrato de imagen con la consultora de la que su mujer
es gerente, algo que también ocurría en Correo en la dirección anterior a la
actual.
En fin, lo que ahora genera placeres en el
muchacho es la “bien sustentada” denuncia contra Gregorio Santos. No porque
la corrupción no esté por todas partes, sino porque le calla la boca a los
rojos cochinos. Aunque como confiesa el mismo M, de repente esta denuncia pueda
ser vista como una treta para desembarcar a un candidato y los campesinos que
son “electarados” lo reeligen.
Y todo dicho con el mayor descaro.
A Santos lo quieren colgar por lo de Conga
y para matar los gobiernos y municipios de izquierda y por eso le han
investigado hasta el calzoncillo desde el 2012. Y zás, lo mejor, le sueltan la
cosa cuando piden la captura de los de Ancash, le pisan los talones al de
Tumbes, y ya hay los que escriben que la descentralización es una cueva de
ladrones.
A mí me han dicho que estoy defendiendo a
Santos para que lo reelijan. Pero es obvio que esta columna no sirve para ello,
sino para desenmascarar una operación a la que se está montando el presidente
que hace dos días dijo que no perdonará la corrupción de Cajamarca, cuando lo
que no perdona es que lo hayan desafiado en su intento de sacar Conga a las
patadas, luego de prometer respetar el agua.
Yo quiero un país sin corrupción, ni de
derecha, ni de izquierda, ni de ningún color. Pero no voy a dejar de marcar la
intención de usar los objetivos anticorrupción para fines políticos.
Para no ir muy lejos, ¿no fue M el que dijo
que el “mayor error” de Susana Villarán fue investigar los actos de corrupción
de Castañeda y denunciar varios de ellos, dicen que favoreciendo a Toledo?,
¿quién está usando algo tan delicado como la cautela de bienes públicos como
petardo político?
20.05.14
2 comentarios:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio.
Yo creía que las materias pendientes de don Raúl era economía, ética e historia. No es así. Su problema es comprensión de lectura. No es así. Aldo Mariátegui dice: “Un argumento que siempre usó la izquierda peruana contra el resto era su supuesta honestidad: todos eran corruptos, menos los zurdos”.
Sin tocar el tema de San Javier para que no te piques más, te hago ver lo obvio, el cinismo e hipocresía de la Izquierda troglodita, lista al robo, coima, uso fascista de niños, terrorismo de interrumpir carreteras, quemar llantas, sabotear la prosperidad peruana. ¿Cómo van a ser honestos unos tíos que apoyan el terrorismo, que se apuntaban a la “lucha armada” desde Cuba? ¿Cómo van a ser honestos unos sinvergüenzas que desean embutir al país en una revolución, la que nadie quiere, y que cada vez que se implantó creo más pobreza y totalitarismo?
Tú, Raúl, sólo crees en la revolución marxista leninista. Te apuntas a “usar los objetivos anticorrupción para fines políticos” únicamente contra los de la “derecha”, jamás denuncias –por igual y éticamente- a los numerosos de la Izquierda. Justificas y entierras los cadáveres de los tuyos, tienen “buenas intenciones”, el golpista Velasco es un tío lleno de virtudes (no el ladrón de la voluntad popular y empobrecedor máximo del Perú), lo que sea para aumentar tu argumentación contraria al “Estado burgués”.
Los dos Santos. Ensayos impopulares, por Aldo Mariátegui
http://peru21.pe/impresa/dos-santos-2183924
Cualquier persona de bien debe rechazar y combatir la corrupción venga de donde venga, sea de derecha, centro o izquierda.
Ahora, el nieto del comunista y sus clones como el austriaco de la carabina no luchan contra la corrupción sino contra "los rojos" debido al trauma que de niño sufrió Aldo M. cuando en su Colegio Gagá sus compañeritos le hacian bullying porque su abuelito era comunista.
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