La corrupción policial es una de las claves de la inseguridad
ciudadana. El caso del coronel Montesinos denunciado en Chiclayo y el Callao
muestra hasta dónde puede llegar el problema.
El diario La República, Región Norte, del 16 de enero del
2014, informa que el fiscal provincial de Chiclayo, José Céspedes García,
solicitó al Sexto Juzgado de Investigación Preparatoria, a cargo de la jueza
Yolanda Gil Ludeña, la prórroga del plazo de investigación contra 22 policías
(oficiales y suboficiales) implicados en el proceso contra el clan de drogas
denominado “Caycay”, por el delito de corrupción de funcionarios.
Los agentes policiales entre los que destacan dos coroneles,
Luis Alberto Montesinos Valverde y Benedicto Yáñez Untiveros, un mayor, tres
capitanes y 16 suboficiales, están acusados de haber brindado información
telefónica sobre operativos y medidas cautelares dirigidas hacia la
organización criminal (según se prueba con diversos audios grabados) y de
haberles hecho requerimientos de dinero para cuentas bancarias del Banco de la
Nación a nombre del coronel Montesinos.
Las pesquisas sobre estos hechos datan del año 2011, y en la
carpeta fiscal Nº 11-2012-2ºFPPC-Chiclayo, referida específicamente al coronel
Montesinos Valverde, ordenando abrir investigación, se puede leer: “los
investigados Luis Alberto Montesinos Valverde… habrían desplegado conductas que
lindan con delitos de corrupción de funcionarios y contra la administración de
justicia… toda vez que el informar a
personas involucradas por el delito de tráfico de drogas… a cambio de una
ventaja económica o cualquier otra ventaja, tanto más que por su función están
obligados a combatir el tráfico de drogas, han incumplido sus obligaciones de
combatir el delito de TID.”
Lo más extraño de esta historia es que desde 2012 el coronel
Montesinos Valverde ya no está en Chiclayo y sus jefes no tomaron ninguna
medida sobre su actuación en este caso, y prefirieron encargarle la DIVINCRI
(Investigación Criminal) del Callao, donde también ha hecho noticia, a su
manera. Justamente en diciembre del 2013, cuando el fiscal Céspedes de Chiclayo
pedía más tiempo para investigarlo, la Inspectoría General de la Policía pasaba
a la disponibilidad al segundo de Montesinos, comandante José Antonio Santillán
Pérez, dos mayores y cinco suboficiales, por secuestro, detención arbitraria y
falsa acusación de extorsión contra el propietario de un terreno y seis
vigilantes para facilitar la apropiación ilícita de 43 mil metros cuadrados de un
lote de uso urbano.
Inspectoría también investigó al coronel Montesinos al que
absolvió de toda responsabilidad, a pesar que fueron unidades a su cargo las
que intervinieron en el caso y no una vez sino en dos ocasiones en el lapso de
tres meses y sin que por responsabilidad de función les tocara encargarse de un
asunto de disputa de terrenos que corresponde a los policías que ven asuntos de
patrimonio. Alguien, pareciera estar digitando una protección a un oficial que
tiene una especial predilección por aparecer ligado casos en los que elementos
de la policía mantienen retorcidos vínculos con los que cometen los delitos.
Por si lo dicho fuera poco, se sabe que el coronel de marras
ha sido transferido a la jefatura de personal del Callao, desde donde podrá
determinar los movimientos de personal en una zona de alta incidencia de grupos
delincuenciales y de marcada corrupción en las instituciones policiales. Con
sus antecedentes, a quién se le habrá ocurrido ponerlo donde está.
19.05.14
Hasta lo malo que venga tómalo como bien
Transcripción de una parte de los audios entre el coronel
Luis Alberto Montesinos Valverde y la jefe de la banda de narcotraficantes
Haydee Caycay Leyva (expediente Nº 5495-2012):
Montesinos: van a sacar bastante gente de Cajamarca.
Haydee: Sí, porque sabes que cosa he escuchado, que van a
sacar gente, pero ayer vuelta el “Bambarén”, ha venido calladito por acá,
fíjate.
Montesinos: déjalo sobrevivir todavía unos días.
Haydee: Dicen que hoy día están saliendo a las siete. Sí
pero no me cortes, tu sabes que no pasa nada conmigo ahorita.
Montesinos: Pero “Vicky”, mejor que te hayan hecho
vigilancia y no hayan hecho nada, porque
tú, toma nota, todos los días que esto pasa y cualquier cosita en algún
momento… me vienen vigilando, me paran acosando, tal fecha, tal fecha, la fecha
no me interesa porque yo estoy andando bien, o sea, hasta lo malo que venga
tómalo como bien.
1 comentario:
Un argumento que siempre usó la izquierda peruana contra el resto era su supuesta honestidad: todos eran corruptos, menos los zurdos. Por eso le es nuclear esta tan bien sustentada denuncia contra el presidente regional cajamarquino Gregorio Santos de haber dispuesto que 125 millones de soles del programa PROREGIÓN lleguen a los bolsillos de su amigo y proveedor Wilson Vallejos. Ya hay cinco detenidos y no se sorprendan si Santos pronto acompaña a su homólogo ancashino Álvarez en prisión y al cusqueño Acurio en destitución por corrupción. Ya Patria Roja/MAS ha saltado hasta el techo y más bien trata de victimizar a Santos, a fin de que el elector cajamarquino vea esto como una treta política de la derecha y los mineros y así asegure su reelección (que no me sorprendería que lo logre. Allí, la mayor parte del votante es rural: manipulable, desinformado y al que la corrupción le importa un pito). Pero ese escándalo afecta mucho a la imagen de la izquierda: Susana les dejó como ineptos y Santos les dejaría como corruptos.
Odla
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