sábado, junio 02, 2012

La DBA se endurece

Ayer, la versión impresa del Grupo “El Comercio”, se afilió sin disfraces en la primera fila de la DBA (derecha bruta y achorada). En su versión tabloide armó un sainete contra una congresista cusqueña por dar cuenta, mediante oficio, al alcalde Mollohuanca de un Informe del ministerio de Salud sobre “exposición a metales pesados en la provincia de Espinar-Cusco” que indica diversos porcentajes de población contaminados con cadmio, mercurio y arsénico, “en cantidades que superan el valor referencial”.

En su especial estilo, que ya lo llevó a una condena por imputarle a otra congresista vínculos con el proxenetismo en Arequipa que eran absolutamente falsos, Du Bois pretende ligar este documento congresal de febrero de 2012, con los hechos violentos de mayo, con el argumento de que habría servido para asustar a la población. Afirmación que supone que los informes de salud deben ocultarse, y que una carta al alcalde es el equivalente a correr la voz sobre la presencia de pishtacos, como hacía el ahora congresista fujimorista Salazar en tiempos de García.

Ahí donde Verónika Mendoza indica que los indicadores detectados “superan el valor referencial”, el hombre de la pareja mil oficios y director de decenas de empresas (ahora dice que es ex), cita con comillas a la congresista como si hubiera dicho que están “dentro de los valores referenciales” y añade “por tanto, debajo de los límites tolerados”. Es decir o lee mal o tergiversa a lo bruto lo que está escrito, lo que para el caso es lo mismo y forma parte de una constante en el director que echó a su periodista y editora para salvarse él, en el caso de hackeo de correos de autoridades de gobierno.

Pero el embrutecimiento y achoramiento ha alcanzado ya al elemento “serio” de la familia periodística. También ayer el decano puso su parte al clima de represión y enfrentamiento que está empezando a vivir el país bajo la batuta del premier Valdés y el respaldo del presidente Ollanta, que prefiere pelearse con Cusco y Cajamarca, antes que con la CONFIEP, al editorializar en el sentido de que siendo que el ministerio de Energía y Minas, a cargo del privatizador Merino Tafur, ya sentenció que no hay contaminación en Espinar, y que la renta de Tintaya es de sus dueños, no hay nada que negociar y por gusto está viajando la comisión especial enviada por el gobierno.

En increíble comparación, ilustra lo que pasa en Espinar con la historia del rey Salomón que ofrece a las dos mujeres que reclamaban ser madres de un niño, dividirlo para que cada una tuviera su parte. Aquí el niño, por supuesto, es la mina, y las hipotéticas madres la empresa y las comunidades. Como estas últimas no habrían puesto nada para sacar el cobre de debajo de la tierra, el niño le corresponde a su verdadera mamá Xtrata, que lo compró a su anterior madre, Billingtong de Inglaterra que antes la recibió en el paquete privatización de Fujimori.

El ejemplo hace honor a la condición de DBA de prosapia. Pero el tema de fondo es el de la no negociación, no diálogo, que va de la mano con la denuncia a la congresista que informa al alcalde los datos de salud ambiental y del apoyo a las medidas de represión (con muertos y heridos). En realidad si se observa bien, los dos diarios de la familia están apuntando al mismo blanco. El diálogo con tiros que han usado Ollanta-Valdés, ya no funciona. A partir de ahora, tiros nomás.

02.06.12
www.rwiener.blogspot.com

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