viernes, junio 13, 2014

Vuelve la cantaleta del plan reactivador

Se viene otra vez el llamado shock de inversiones, con medidas promocionales que siguen insistiendo en que el crecimiento presente y futuro de los recursos de inversión que llegan y se mueven en el país dependen de las facilidades impositivas, reguladoras, ambientales, laborales y sociales que se le brinde a las grandes empresas, es decir que nos pongamos otra vez de rodillas ante el gran capital.

Nunca entra en la consideración de los que propugnan estos esquemas que la desaceleración económica actual no está viniendo por el lado del tamaño de nuestra oferta, sino en el debilitamiento constante de la demanda internacional a la que se jugó todo el modelo y que ya clausuró un ciclo de precios a la alza combinado con un flujo impresionante de dinero norte-sur, que respondía a la baja rentabilidad de los créditos y las inversiones en los países desarrollados.

Como dentro del país se ha seguido la política de mantener rezagados los salarios respecto al crecimiento general y de endeudar a la gente a corto y largo plazo como estrategia de mejora de consumo, a lo que debería añadirse el retraso cambiario que abarataba las importaciones y estimulaba el comercio, hay evidentemente poco margen para cambiar rápidamente hacia el mercado interno. Pero lo principal es lo que está en la cabeza de Castilla, Carranza, Ghezzi y otros que están en el debate sobre enfriamiento-reactivación.

No hace mucho tiempo el gobierno puso en marcha medidas pro-inversión, que relajaban los controles para la cautela del patrimonio histórico-cultural en las áreas de inversiones y obras públicas y privadas. Además se empezaron a reclamar una rebaja en las exigencias de análisis previos de impacto ambiental en las fases de exploración de los proyectos extractivos y se reinició un debate sobre los “sobrecostos”, que apuntan básicamente a reducir costos por despido arbitrario, contribución patronal a las CTS y Seguridad Social, y algunos otros más. Las medidas reactivadoras anteriores no ha impedido por supuesto que la producción siga declinando y que ya exista un anuncio de corrección de cifras hacia fin de año sobre un nivel del 4%.

La experiencia nos está diciendo algo obvio: que el plan de reactivación va a mejorar rentabilidades marginales de las empresas, pero no  va despertar ampliamente a una inversión que no tiene mercados seguros, y a su vez puede desatar otra ola de conflictos sociales y ambientales por las afectaciones y amenazas que representan para muchas personas. Tal como se ven las cosas, la derecha económica va a empujar al gobierno a que tome tantas decisiones a su favor como puedan conseguirlo. Pero no se va a hacer cargo de las consecuencias. Eso ya está escrito en la historia de gobiernos débiles como el de Humala, a los que es fácil sacarle ventajas cada vez más profundas y dejarlos solo con los problemas que eso suscita.        

13.06.14

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada de “anónimo”, soy Ambrosio

Don Raúl tiene la concha de decir que, en la economía global, “la demanda internacional a la que se jugó todo el modelo y que ya clausuró un ciclo de precios a la alza combinado con un flujo impresionante de dinero norte-sur”. Si eso es verdad, por qué la Federación Rusa y China firmaron un contrato de 30 años de duración, en la que los rusos proveerán gas natural a China. O por qué Canadá se prepara a exportar petróleo extraído de sus arenas a Estados Unidos y el oriente. Economía es una materia pendiente en don Raúl. Él sigue con el proyecto de “nacionalización de los bienes de producción”, eliminación (por dañina) la propiedad privada como programa económico único, instauración de la “tarjeta de racionamiento”, siguiendo los magníficos ejemplos de Cuba y la Unión Soviética. Eres un dinosaurio, Raúl.

El plan de reactivación del humalismo es chica, una combi como el Partido Nacionalista del Perú. Medidas parciales, poco imaginativas que no llegan a desenredar el problema fundamental por el cual no despegamos de verdad. No ocurre debido a la cantidad de trabas que ponen burócratas desalmados, equipados de leyes arbitrarias que forman el aparato amorfo y contradictorio llamado Estado peruano.

En principio el plan expuesto por el ministro Castilla parece bueno: reformas tributarias y laborales aunadas a la simplificación de procedimientos y permisos pueden, efectivamente, reactivar las inversiones, Sin embargo no podemos efectuar pronósticos de la certidumbre del paquete, porque se desconoce el contenido íntegro del mismo. Lo que está bien es reafirmar su compromiso con el desarrollo del país.

Raúl Wiener no desea el desarrollo del Perú, él únicamente quiere que sus amigotes estén al mando. Él se hubiese opuesto a que China abriese su economía, a que Rusia pacte con China, o la Unión Europea, la exportación de gas natural; a Wiener le gustaba la China de la “revolución cultural”, la Unión Soviética de Stalin. Don Raúl nos quiere pobres y desesperados, listos para aceptar el totalitarismo de un Máximo Líder como Fidel Castro.

Anónimo dijo...

¿Qué pasa, Ambrosio, tas molesto porque a tu jefe lo han cataneado en el congreso?

Anónimo dijo...

Nada de “anónimo”, soy Pancracio


Con un breve artículo los neoliberales,su DBA y demás mastines quiedan completamente al desnudo como para que el troll alditus comience a votar espuma por su diferentes fauses.

Anónimo dijo...

Desarrollo del pais so cabeza hueca de Ambrosio, a donde cabe que el inefable de Castilla pretenda un ápice de compromiso con el Perú.

Héctor Mejía dijo...

Los neoliberales ahora que la economia esta decreciendo primero se pelean entre ellos (Carranza vs. Castilla) como si alguno de los dos hubiera hecho algo para anticiparse a los precios bajos de las materias primas (piloto automático le decian).
Cuando el precio de las materias primas estaba alto estos neoliberales se dedicaban a rascarse la barriga y a viajar por el mundo dizque para traer inversiones.
Pero cuando las cosas se ponen mal, lo único que hacen es pensar en flexibilizar todo, como si en los noventas luego de dos fujishocks no hubieran "flexibilizado" bastante los derechos de los trabajadores y echado a la calle a miles de estos.
Estos neoliberales son como sanguijuelas: para que ellos sigan dandose la gran vida los sacrificios los tienen que hacer los otros (trabajadores y pueblos nativos) no ellos.

Anónimo dijo...

Ambrosio sigue escribiendo idioteces y su fijación sexual por el columnista parece que va en aumento, me pregunto a quién eligiria como su pareja imaginaria....jajaja