Las encuestas dicen que Humberto Lay es el parlamentario de
mejor imagen. Recién se entiende por qué los otros partidos tuvieron que
rogarle que vuelva a la Comisión de Ética, después de la aparente renuncia por
el caso Cenaida Uribe. Dentro de la ficción que hoy es la política peruana, el
pastor de Restauración Nacional pasa por ser un hombre irreemplazable para
aparentar ética donde no la hay.
Pero bastaría tomarse un tiempo para ver las trasmisiones de
lo que se debate en la Comisión Lay,
para concluir que sus miembros está solamente atentos a lo que los diarios
publicarán al día siguiente. En el caso Uribe justamente se dio una mayoría que
decía que el informe técnico era insatisfactorio y no podía sancionar. Al día
siguiente, por supuesto, estaban colgados los de Gana Perú, Perú Posible y
Mulder del APRA que habían formado la mayoría.
Los medios pusieron entonces en carátula el toque de alarma:
Lay se va y se acaba la ética. Pero Lay no se iba sino quería que la comisión
se achicara para su mejor manejo como en la época en que se sancionó a Javier Diez Canseco y se blindó a Kenji; y que
le entregarán la cabeza de Cenaida que era reclamada por el Grupo El Comercio.
El Congreso bajó la cabeza ante el evangélico, y en la primera sesión de la
comisión reconstituida los votos ya se habían cambiado y Gana Perú apenas si
intentó pedir una sanción más benigna, que Lay dijo que no se podía aprobar
porque no estaba reglamentado. Entonces todos votaron por 120 días, una semana
después de haber hecho lo contrario.
En realidad lo que se veía es que todo es política y nada
responde a algún sentido ético. Sólo que Lay le da un toque hipócrita a la
comedia. Eso ha vuelto a verse con la participación por encargo del fujimorismo
de la congresista Chacón como alterna en la comisión de ética (a la que Díaz
Dios decidió no ir) cuando se trataba el caso Gago. Claramente Chacón está para
ser sancionada luego que el Poder Judicial la sentenciara en ausencia por
enriquecimiento ilícito. Pero como no le entran balas fue para repetir el
discurso sobre que la falta no era tan grave y que había que bajar la sanción.
Pero el caso Gagó ya era demasiado mediático para que Lay
pudiera salvarlo. Así que con su voz suavecita el pastor anotó que ya no se
podía hacer otra cosa que dejar caer al fanfarrón congresistas del bigote.
Chacón entonces anunció que iba a abstenerse. Y así sigue la comisión de ética
entregando las cabezas de los más quemados y salvando a los más bandidos como
el robagua de Huacho y otros a los que los grande jueces periodísticos de los
comercios han decidido no bajarles el dedo, y Lay por supuesto acata.
18.06.14
10 comentarios:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio
Sigues esclavo de las encuestas, Raúl. En la conformación de las comisiones en el Parlamento, las únicas encuestas que importan son las que el electorado dejó en las urnas en las elecciones pasadas. Eso es lo que es. A Humberto Lay se la tienes jurada, no le perdonas que sancionase a Javier Diez Canseco nunca jamás. Por lo que hoy, con tu devoción y bondad características, te dedicas a hacerlo puré de papas para una causa limeña. Es imposible que cualquier acción del Parlamento de agrede, Raúl; es una institución desordenada, chola, burguesa, peruana. Nada de eso te gusta.
También te picaste, Raúl. Admítelo. El Ministerio Público ordena (o ya ordenó) la prisión preventiva de tu candidato a la presidencia, Goyo Santos, por la presunta (por supuesto porque estamos en un estado de derecho) “comisión de los delitos de asociación ilícita en agravio del Estado, colusión agravada y simple, cohecho pasivo propio y genérico y falsa declaración en procedimiento administrativo”, como hoy reporta LA PRIMERA. Eso te está sacando ronchas. ¿Te olvidaste de combatir la “corrupción” con Goyo, Raúl? Tú sólo te fijas en la corrupción de los que crees que están a la “derecha”; los tíos de la izquierda pueden hacer lo que les da la gana sin que digas ni pío.
Ética es “la parte de la filosofía que trata de la moral y las obligaciones del hombre”; igualmente, y en quinta acepción (RAE), ética es el “conjunto de normas morales que rigen la conducta humana”. Hipocresía es el “fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”. Por ejemplo Goyo Santos, un político que aseguraba ser medioambientalista, progre, defensor de los derechos de los cajamarquinos, es acusado de “de asociación ilícita en agravio del Estado, colusión agravada y simple, cohecho pasivo propio y genérico y falsa declaración en procedimiento administrativo”; por cierto lo contrario de lo que aseguraba ser. Goyo Santos en un “hipócrita” por lo menos, que no actúa dentro del “conjunto de normas morales que rigen la conducta humana”; por lo que tampoco tiene ética. Y quizá Goyo sea condenado por ladrón, secuestrador y otras perlas.
Hace unos días un experto en informática me dijo que los trols eran máquinas y que estaban en automático. Me pareció fuera de toda lógica. Pero ahora me pongo a pensar en que colgué un post a las 9.26 y a las 9.29 ya había una respuesta de mi trol favorito. Llena de tonterías como siempre, donde lo que opinas de uno es porque quieres apoyar a otro, o si criticas las fallas más generales del sistema es porque quieres llevar al Perú a ser como Cuba y Venezuela, es decir como la caricatura que han construido de esas naciones, para lo que no se necesita ninguna inteligencia humana. Pero lo increíble es el tiempo que se toma para rellenar al toque esta página con sus sandeces, con lo que ha definido además como una cruzada para que yo no consiga mis protervos objetivos a través de mis columnas que seguramente engañan a todo el mundo. Imagino un grupo de tipos alrededor de una mesa, con sus computadoras abiertas desde temprano (hace unos días se quejó que hubiese posteado a media noche), con una lista de replicables a los que no hay que dejarles ni un sólo espacio y una hojita sobre lo que se debe decir todos los días sobre cada uno de ellos. Es verdad como dicen algunos lectores que logran fastidiar y desear hacer algo contra ellos, pero no lo he hecho durante años que fastidiaban en la Web del diario La Primera y ahora que se trasladaron a mi blog para dejar testimonio de lo que son capaces. Pensar otra cosa de Ambrosio es imaginar que tiene una obsesión con alguna parte de mi cuerpo, y eso tampoco lo creo.
Nada de "anónimo", soy Ambrosio
- Delirios de persecución los tuyos, Raúl. Aquí sólo un Ambrosio.
- Toma poco responder tu columna. Como sólo doblas a la izquierda, más simple todavía.
- Casi me caigo de la silla de risa al leer " imaginar que tiene una obsesión con alguna parte de mi cuerpo, y eso tampoco lo creo".
Saludos cordiales,
Ambrosio
Otra vez Ambrosio cojudeando con sus sin-logismos. Se ha creído, cojudamente, que Lay por ser evangélico, tener aceptación en las encuestas y haber sido clave en el caso JDC, es una persona que está más allá del bien y del mal. Todo lo contrario a Santos, que por ser de izquierda, ambientalista y revoltoso merece ser encarcelado de una buena vez.
Aquí, querido cojudo, está el hecho de que la Comisión de Ética es casi la fachada moral que utiliza la prensa concentrada cuando necesita deshacerse de congresistas incómodos o usar algún caso para desprestigiar más al Congreso. El triste congresista "comepollo" pagó con cárcel burdas manipulaciones de boletas de consumo. A Gagó, a Chacón, a Kenyi, con cosas peores, sólo les jalan las orejas.
Es que pa comentarios maniqueos y cojudos, sólo el cojudo de Ambrosio.
Por lo menos Raúl Wiener lee el post de Ambrosio. El cojudo estreñido no. Ambrosio no hace evaluación de Lay, únicamente analiza la columna.
Por supuesto Wiener afirma que Ambrosio dice "tonterías", y nunca responde a las invitaciones a que exprese sus intenciones. Como le duele a Wiener que lo descubran.
Otro cojudo:
"Ambrosio no hace evaluación de Lay, únicamente analiza la columna".
¿Y de qué trata la columna de Wiener? ¿Ahora resulta que "analizar" es escribir puro ad hominem?
Por sus cojudeces los conocereis!!
En realidad Ambrosio ni siquiera analiza bien la columna y menos podrá evaluar la cuestión de la información aportada por Wiener.
Los Trolls, sea Ambrosio, Aldo u Odla, seguirán molestando mientras nos ponemos a su altura. Los Troll sólo quieren molestar e irritar a uno; su alimento es el insulto; su fin es incordiar. En efecto, hay quienes hemos caído en las provocaciones respondiendo con comentarios similares a las de él, con los cuales estamos dando más vida a Ambrosio.
Frente a ello la mejor arma es no ponernos a su altura, por el contrario, respondiendo con cordialidad y buena educación. Por supuesto, a don Raúl nuestros respetos por mantener la calma a pesar de los insultos. Una cruzada que podemos hacer para que haya una conversación transparente y serena es participando en el debate sobre cualquier tema colocado por Wiener, y las que pone Ambrosio a raíz de su análisis particular y, para ello, una condición previa es que no insulte usando el anonimato.
Ah, que maravilla el narcismo. Ambrosio es troll, mientras el estreñido (máquina de insultos), y Marcela no lo son. ¿La foto? ¿Nombre y DNI?
Hipocresía: “fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”
Tíos, tengamos un debate. Admitan lo que son, hagan saber el proyecto país que tienen. Dejen de mentir.
Si el hipócrita de Lay es la reserva moral del Congreso estamos todos locos, una persona que hace del oportunismo su mejor virtud y que se escuda en su condición de Pastor para darselas de ético y moralizador.
Si nos remitimos a la Biblia y le aplicamos la frase "por sus frutos los conocereis" al Pastor Lay nos damos cuenta que en la Comisión de Etica en el caso JDC se "lavó las manos" al abstenerse en la votación en el pleno, y en casos que no fueron sancionados como Heriberto Benitez, Melgar, Maria LOpez, Cordero Jon Tay y otros impresentables cuando fueron absueltos no se le movió ni un pelo ni amenazó con renunciar y cuando le preguntaron sobre Cecilia Chacón en la Comisión de Etica hizo la de Pilatos.
Lay es el Santo Patrono de la DBA.
Nada de “anónimo”, soy Pancracio
Troll alditus y cofrades, por favor dejarse de cojudear y punto, no quemen las pocas neuronas que le quedan con rélicas intonsas
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