Me pidieron que volviera a estas páginas que en estos días están
destinadas al fútbol y ante mi resistencia me invitaron a contar la experiencia
del mejor gol que hubiera visto en mi vida. Y qué se le va a hacer; ahí va mi
testimonio.
Dicen que el gol de Van Persie, en el segundo partido del
actual mundial, está condenado a ser el mejor del torneo carioca ya que muy
difícilmente podrá ser superado en plasticidad y contundencia. Puede ser. Pero
no podrá nada contra el llamado gol del siglo que Maradona le aplicó a
Inglaterra en el año 1986. Yo estaba e día en un restaurante en el Plaza de
Armas del Cusco, y como es mi costumbre fluctuaba entre intentos de
conversación a las que sólo respondían las damas del grupo y momentos frente al
televisor donde estaban concentrados todos los hombres.
Fue felizmente en ese momento de distracción en que repasé
la pantalla, cuando comenzó la jugada en un pase a mitad de cancha para
Maradona, que así chato y gordo como es, parecía incapaz de correr amarrado a
la pelota hasta la puerta del arco y convertir. Pero lo hizo. Chato y gordo,
pero erguido como un pequeño clavo, empezó a moverse con la cabeza en alto como
si supiera que la bola iba a marchar a su lado mientras eludía rivales, uno
tras otro. Imposible volver la mirada hacia otro lado. Y luego de una larga
agonía, el grito de gol de todo el restaurante, que era el grito de la plaza,
de la ciudad, del país y del mundo.
Nadie había hecho, ni volvería a hacer, un gol capaz de
ganar la atención de todos y de no borrarse de la memoria cuando han paso 28
años. Cierto que hay el gol de la mano de ese mismo partido, que ya era para historia, pero el de Maradona
contra todos resultó una epopeya. En 90 minutos el argentino superó todos los
antecedentes. Ocho años después, esta vez en un viaje por Europa, la noticia me
agarró en Londres, durante un nuevo mundial, el de Estados Unidos, y lo que
decían los despachos era que el astro argentino Armando Maradona había dado
positivo en una prueba de doping. El mejor se iba de la peor manera. Pero otra
vez los comentaristas decían que así es el fútbol. Es decir como cualquier cosa
puede pasar en el fútbol, cualquier cosa que ocurra es como el fútbol.
Secuelas de una tarde
Entonado como estaba después de haberme vuelto súbitamente
hincha de la albiceleste salí a la calle y recorrí la enorme plaza de armas del
Cusco y me tropecé con un incidente entre un voluminoso matón y una pareja de
turistas a los que había engañado con el cambio de dinero. Y entonces, cual
Maradona, engrandecido ante los ingleses, me metí en el lío y encaré al
grandazo como nunca lo había hecho ni lo volveré a hacer. Fui tan enfático y
tan intimidante con mi carnet de periodista que el abusivo que me había
reclamado diciendo que yo no tenía por qué intervenir, reculó y unos gritos
después devolvió el dinero que los estafados me agradecieron con enormes
elogios. Era un gol a lo largo de media cancha. Pero apenas se alejaron los
afectados, sentí la mano del grandote que recién reaccionaba, sobre mi hombro y
su advertencia de que si me volvía a cruzar en su camino me rompería la cara.
Bueno ya era mucho que en una misma tarde hubiese tenido mi
primer momento de amor con el fútbol y que luego me hubiera convertido en
súbito héroe del turismo del que vive el Cusco. Y estaba casi seguro que ya no
habría un gol como ese ni un atrevimiento como el que tuve en la Plaza de Armas
de la capital incaica.
22.06.14
www.rwiener.blogspot.com
2 comentarios:
Nada de “anónimo”, soy Ambrosio
¿Maravillas del fútbol? ¿El fútbol como metáfora de la vida? No lo sé. Aquí cada uno interpreta con su pañuelo. Lo que don Raúl nos narra con su siempre buena pluma es el milagro que inspira en él un acto de coraje individual (incluyo vídeo del gol más abajo). El resultado es que se convierte en sheriff en el “lejano oeste” del Cusco, donde ayudada a unos estafados sacando las pistolas de su verborrea y su justa indignación. Por esta única vez, don Raúl actúa como un ser emocional, se libera de ataduras, no analiza ideológicamente el incidente, para luego inclinarse por el que ayudase mejor a la revolución. ¿Viste Raúl lo que eres capaz cuando actúas libremente?
Maradona el mejor gol de la historia de los mundiales
https://www.youtube.com/watch?v=sGTN_FG3LZQ
Nada de “anónimo”, soy Pancracio
El troll alditus u odla, siendo el gran sonsonete de la DBA y su prensa concentrada la pega de ingenuo, que le vamos hcer pues.
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