jueves, abril 03, 2014

La técnica del golpe de Estado

Piénsese en Honduras para tener una idea de lo que puede ser el derrocamiento de un gobierno utilizando mecanismos institucionales como el Poder Judicial o el Congreso. Más atrás en el tiempo y más cerca de nosotros está lo que ocurrió en Chile en camino al golpe de Pinochet, en que las decisiones del gobierno popular fueron intervenidas por jueces que hacían abiertamente política de derecha, con apariencia de juridicidad.

Aquí en el Perú acabamos de ver a un simple juez de primera instancia anulando porque le sale del forro los informes de la Megacomisión que contienen la evidencia de gravísimos delitos de corrupción cometidos durante el gobierno anterior, cuyo contenido probablemente ni conozca ni le interese, y que para remate nadie le había solicitado ya que la demanda que estaba en su despacho se refería a supuestas violaciones de derecho procesal ocurridas hace más de un año por la forma como se citó a Alan García para el 3 de abril del 2013.

Que de este pedido haya seguido una sentencia en septiembre y una nueva citación en octubre que visiblemente buscaba acatar las impertinencias del juez: detallar las materias investigadas, dar acceso a la documentación a los abogados, y que después de todo eso Velásquez Zavaleta haya querido continuar controlando los actos de la Megacomisión hacia adelante, indica sin lugar a ninguna duda que estaba comenzando el golpe judicial contra el parlamento. La estocada final obvia era que se declarara todo nulo en la fecha en que ya estuvieran listos los informes y el grupo de trabajo se hubiese disuelto, para echar al tacho el trabajo de dos años.

Quién lea la Resolución 22 del Quinto Juzgado, tendrá que convenir que da todas la señas de haber sido conversado con los demandantes. Se descubre en la insolencia con la que responde al planteamiento del Procurador sobre la extemporaneidad de los nuevos pedidos de nulidad de fines de enero, y que le lleva a decir que es como Juez puede decidir en cualquier momento si su fallo ha sido cumplido. Con esta idea de estar actuando prácticamente de oficio en un Amparo, que es una acción a pedido de parte, se llega finalmente a que ante sí y porque sí, se anulan los informes en una maniobra que avasalla al Congreso.    

Que después de esto haya un idiota que cree que esto es igual al caso Diez Canseco que es un tema sobre una  sanción (injusta por lo demás) que tenía que discutirse en alguna parte después de producida por una mayoría hechiza políticamente ,y no el de una citación a ser investigado que no le gustó a García que se trae abajo un informe que todavía no se ha visto ni votado en el Congreso, después de lo cual García podría quejarse donde le parece. Aquí están usando a Diez Canseco como coartada, porque no puede defenderse.

03.04.14

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada de "anónimo". Soy Ambrosio

¿Cómo puede decir "más cerca de nosotros está lo que ocurrió en Chile en camino al golpe de Pinochet"? ¿Qué tal el golpe de estado de Velasco, régimen inepto y empobrecedor en el que tú, Raúl trabajaste? Siempre la "paja en el ojo ajeno..."

No hay sólo un "idiota" que sabemos que JDC abrió, hay muchos peruanos que estamos convencidos que JDC, la Izquierda y su familia sentó el presente a la nueva escapada de AGP. Culpa tuya también,Raúl, al no admitir tú, que una Ley que sirve, beneficia, enriquece directamente a una familia directamente y sin complejos, debería decalcificar, o ponerse de lado a un parlamentario con ética y sentido del honor. No me quiero imaginar a JDC de presidente, quizá le "regalaría" a su familia un departamento del Perú.

Tú eres un golpista, Raúl. Tú odias el "estado burgués", deseas remplazarlo por la "dictadura de proletariado". No hay huelga general que no te guste, adorabas que Goyo Santos interrumpiese el suministro norte. Y trabajaste para el velascato. Igual golpista puro y duro.

Saludos afectuosos,
Ámbrosio

Anónimo dijo...

Nada de Ambrosio, soy Anónimo y Aprista y estoy coludido con los narcoindultos y demás delitos de mi jefe Alan.

Héctor Mejía dijo...

¿Aprista? Ni a eso llega el austriaco de la carabina, y eso que para ser aprista no se necesita ser de muchas luces.