Entre octubre de 1992 y enero de 1993, el
abogado Alfredo Crespo pasó de ser el defensor de Abimael Guzmán en el juicio
sumario y secreto que se llevó en la base naval de San Lorenzo a incriminado en
un nuevo y acelerado proceso en el fuero militar que lo condenó en 24 horas, a
cadena perpetua por supuestamente pertenecer a un organismo generado de Sendero
Luminoso.
Tiempo después se supo que para acusar a
Crespo se había usado dos agentes de inteligencia infiltrados en su estudio
como supuestos estudiantes de derecho, con el encargo de sembrarle pruebas.
Quedaba claro que el castigo que se le había impuesto era exactamente por
haberse atrevido a representar a Guzmán y ser el único testigo civil libre de
su juzgamiento.
Crespo pasó trece años en prisión a pesar
de que su detención violaba el derecho universal a la defensa y del carácter
deleznable de las pruebas fraguadas. Pero el Perú que emergió de la guerra
interna era así. Los miedos colectivos se hicieron tan abrumadores que la
noción del derecho del otro que debemos respetar porque podríamos ser nosotros
los afectados más adelante se hizo muy difícil de sustentar.
Hoy, bajo el gobierno Humala, campeón de
los sentidos comunes y de seguir la ruta de la corriente, estamos camino a
producir un segundo y descarado abuso de derecho contra el mismo Alfredo
Crespo. Mientras madura la ley de negacionismo, cuestionada nacional e
internacionalmente, el ministro Pedraza, del grupo de los siempre listos para
lo que les pida el presidente, ha denunciado al abogado que ahora es
vicepresidente del Movadef, por pertenencia a un organismo generado por Sendero
Luminoso e inspirado por Guzmán.
Lo más curioso es que la acusación, que
dice provenir de una exhaustiva investigación se basa en actos públicos como los documentos presentados por Movadef
ante el JNE para su inscripción y las definiciones que el propio Guzmán ha
hecho a lo largo de los años para cerrar el capítulo de la guerra. Así la reivindicación
del pensamiento Gonzalo, independientemente de lo que se pueda pensar sobre
este concepto, adquiere la categoría de delito a pesar de que se dice no estar
persiguiendo personas por su forma de pensar.
Y planteamientos como el acuerdo de paz de
1994 y la amnistía de 2006, que en su momento señalaron el pase del viejo
Sendero insurgente a uno dispuesto a dejar las armas (recordar cómo festejó
Fujimori la carta de Guzmán e Iparraguirre), se convierten ahora en supuestas
pruebas de que lo que se quiere es reiniciar otra etapa de violencia.
Pedraza que es abogado sabe que está
diciendo tonterías, que Crespo ya cumplió una condena más bien injusta, que
puede pensar como quiera mientras no haga daño a nadie, y que palabras como
amnistía, reconciliación u otras no pueden ser usadas para condenar a nadie.
Pero este es el Perú y aquí sí puede ocurrir que un presidente que quiere
sintonizar con la presión de medios y sacarse el clavo de la humilación que le
impusieron los senderistas independientes del VRAEM, y un ministro que no sabe
decir que no, terminen encarcelando a alguien para demostrar su gran firmeza.
A Crespo le está tocando por segunda vez ser
el protagonista central de los excesos dizque “antiterroristas” del poder. Pero
una cosa era 1992 cuando no había contrapesos institucionales ni posibilidades
de debate. Hoy es un poco diferente. No mucho, pero algo hemos cambiado.
04.01.13
5 comentarios:
La vida política del Sr. Crespo no comienza en 1992 cuando fue abogado de Guzmán sino mucho antes. Recuerdo bien cuando yo era estudiante en la Fac. de CCSS en San Marcos (1989-1990) y entré a una conferencia (o "acto cultural" como le gustaba llamar a estas actividades a los senderistas) donde, entre otros, estaban entre los panelistas Ricardo Letts y Alfredo Crespo como miembro de los Abogados Democráticos.
Y lo que más se me quedó marcado fue el discurso incendiario de Crespo, entre otras cosas, alabando el equilibrio estratégico, el auge de los Comités Populares Abiertos en la Sierra, y los "constantes y contundentes" golpes (léase atentados) al estado fascista y corporativo, y a las mesnadas reaccionarias. Tanta fue la presión del discurso maoista que el pobre Letts tuvo que hacer un ridículo panegírico a Mao que causó la burla de todo el respetable.
La sesión terminó con un grupo senderista encapuchado, tocando sikuri, pidiendo la colaboración económica respectiva, y dando vivas al presidente Gonzalo y la guerra popular, con un Crespo desatado y con el puño en alto.
¿Ayer lo fue; hoy parece nomás?
Víctor Paredes
así? Pues yo estuve en otra velada en el auditorio de la fac de Derecho de san Marcos (2do piso), organizada por sus estudiantes, donde se debatía públicamente sobre el comienzo del fujimorato y la democracia real o ficticia…..también estaban letts y crespo, y otros dos panelistas, no recuerdo quiénes….antes de que acabe dicho acto, tropas del heroico ejercito peruano cercaron ese auditorio, no dejaban salir a nadie, pedían dni porque según decían había requisitoriados…..de seguro querían, bajo cualquier pretexto, capturar y encerrar a crespo y otros estudiantes de ese espacio sanmarquino, por entonces ocupado por los aparatos represivos del Estado peruano…..de pronto los estudiantes se agolparon indignados en la puerta principal, el diputado letts avanzò, y luego de forcejar con la tropa qe impedía el paso, salimos volcados todos juntos, nadie quería prestarse a ese juego de represión y censura militar. Entonces, desde el primer piso, la tropa lanzó ráfagas de fusiles contra el techo del segundo piso, y todos nos tiramos al suelo para evadirlas.
Felizmente esas paredes sanmarquinas eran de yeso, y las balas no rebotaron contra nosotros, solo nos cubrimos del polvo blanco de las paredes donde las balas se incrustaron. Un soldado de arriba gritó a los suyos que no disparen. Nadie de los asistentes al acto estuvo armado, ni los estudiantes ni los panelistas. Cuando cesò la ráfaga desde abajo, varios sanmarquinos bajaron por las escaleras y corretearon a la furgoneta que se llevaba a toda prisa a los heroicos soldados y los pocos oficiales del ejercito peruano.
Esa historia enseña, porque pinta de cuerpo entero al Estado que ud defiende, asi como a sus valientes soldados , políticos y periodistas a su servicio. Se debiera intentar contar la historia de forma más integral y completa. Así como sobre el coraje de los sanmarquinos que sin armas de fuego, con piedras y su antigua cólera antiautoritaria, hicieron huir a los representantes armados del Perú criollo y oficial.
Felicito a wiener por su posición sensata ante este caso, y aunque no simpatizo ni con el movadef ni con guzman, tampoco lo hago ,por supuesto, con quienes criminalizan a dicho movimiento político de manera tan burda y hasta políticamente estúpida, contra los propios intereses de legitimación demoburguesa del Estado peruano. Así están las cosas en esta republica virreinal, cuya elite gobernante y personajes afines no quieren dejar de ser una colonia al servicio del poder multinacional.
santiago la chira.
El delito de apología del terrorismo implica demostrarlo, no suponerlo. Gracias a eso Crespo ha salido libre de las anteriores acusaciones de apología (el propio PJ lo desestimó, también está el caso de Adolfo Olaechea). Lástima que en mis época de estudiantes no hubieran celulares con cámaras para tener registro de las soflamas del Dr. Crespo. Y es que con esa misma lógica (demostrar no suponer) Castañeda está siendo librado de todo el caso Comunicore.
El Sr. La Chira nos recuerda las acciones criminales de un estado netamente autoritario y que eran prolegómenos a la intervención a nuestra alma mater. Yo participé en cuanta marcha se hizo para protestar por ello y vi caer en cana a muchos de mis compañeros a los cuales asistíamos después. Pero no por eso voy a negar el linaje político del Dr. Crespo. Eso es caer en la misma estupidez del fracaso de la izquierda de hacerse de la vista gorda con los "camaradas equivocados" y de lo que hasta hoy no puede recuperarse.
¿Ayer lo fue; hoy parece nomás?
Víctor Paredes
La principal estupidez política es argumentar sobre estos temas de coyuntura histórica con las mismas palabras y prácticas de este Estado corrupto, y qe no merece qe nadie qe se precie de demócrata defienda ni ponga una sola lanza ni silaba en su defensa….usar otros argumentos para, en el fondo, legitimar el ponernos al servicio del Estado es una típica cortina de humo….es obligación de demócratas verdaderos crear/sostener un lenguaje autónomo respecto del discurso del poder, y una posición qe ni por asomo se confunda con la de sus aparatos de represión ni con sus estrategias retoricas….No existen ciudadanos impolutos, todos tenemos posiciones, y aqí lo principal es desenmascarar qe este Estado perucho tiene mil y un pruebas diarias de su carácter represivo, autoritario, antipopular, que viola impunemente (con cabeza gacha i consentimiento de comentaristas, periodistas, y ciertos ciudadanos) las propias reglas de la democracia burguesa qe dice defender…en esto seria bueno observar otras realidades en el mudo, y al menos medir y desenmascarar, con ese propio rasero demoburgués, a este sistema legal peruano qe dice ser parte de esa tradición política….. PD1 Desde cuándo un delito debe ser ‘supuesto’ y no ‘demostrado’?…todo delito es así….las suposiciones valen, pero como dice la regla de derecho, todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario…PD2 por mi parte, lamento no tener cámaras en los entretelones del parlamento o de palacio de gobierno o del poder judicial o del cardenal y cia para qe haya más pruebas del carácter de este Estado seudodemocrático….El poder oficial y oficioso ha sido y es el problema central aquí: sus sujetos y marionetas, .. ahí esta el origen del sufrimiento de la mayoría de peruanos-as a manos del gran capital, a quien históricamente viene sirviendo… …En ese sentido, qièn diría qe un mafioso del fujimorato como montesinos serìa qien hiciera ese trabajo d e documentar los tejes y manejes del poder en el peru….y lo visto, lo q e se ha dejado ver al público masivo, es de seguro la punta del iceberg solamente
s. la chira
Lo expresado por Paredes expresa la derechización de la clase política peruana, específicamente de la llamada izquierda. Paredes lamenta que se tenga que “demostrar” un delito y que no basten las “suposiciones”. Al hacer esto reclama tácitamente que se que se sustituya el principio in dubio pro reo (en caso de duda se favorece al acusado en el Derecho Penal peruano por el in dubio pro societas (en caso de duda se decide en favor de la sociedad) que era la columna vertebral del derecho de la Alemania nazi. No es de sorprender que Paredes no cuestione y de por válida la legislación antiterrorista, específicamente la ley de apología de terrorismo. Esta ley constituye un flagrante atentado contra la libertad de expresión y ha sido criticada hasta por juristas anti-Sendero como los del Instituto de Defensa Legal.
Paredes critica que Crespo se halla expresado públicamente de manera positiva sobre la lucha armada de Sendero. ¿Es que el hecho que todas las personas que reconocían como positiva la lucha de Sendero bastaba para que se les persiga, criminalice y hasta encarcele y asesine?
Como bien escribe Wiener, se le quiere acusar a Alfredo Crespo de apología de terrorismo cuando Sendero Luminoso (si es que este existe como tal) abjuró de la lucha armada en 1993. Coligiendo, el famosillo Pensamiento Gonzalo también descarta la lucha armada. Paredes insinua que no hay garantía que vuelvan a la vía armada. ¿Qué quiere Paredes? ¿Qué se sancione a la gente por delitos futuros?
Paredes hubiera querido tener un celular para filmar a Sendero. Paredes pinta de cuerpo entero el actuar de muchos militantes de partidos de izquierda (Izquierda Unida, PUM, etc) en su posición frente a Sendero. Muchos de ellos eran soplones que delataban a supuestos senderistas que después eran detenidos, desaparecidos y asesinados. Muchos militantes de izquierda participaron activamente en la formación de rondas campesinas y urbanas para luchar militarmente contra Sendero. Tapia, por ejemplo ha sido un asesor en materia contrasubversiva. A esta izquierda no le importaba que al hacerlo tomaba partido por un Estado que sustentaba y sustenta un orden de explotación y desigualdades. Tomó partido por el proyecto de gobierno de sátrapas como Álan García y Fujimori. Tomo partido por el gran empresariado chupasangre y el capital transnacional. Esto siempre se obvia cuando se debate en torno a los proyectos que estaban en pugna en aquellas épocas.
Carlos Alfredi
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