La idea de que estar en contra de la revocatoria lo
convierte a uno en “fanático de Villarán”, equivale más o menos a decir que el
estridente apoyo al sí para el 17 de marzo, del director de un diario
capitalino lo coloca en el nivel intelectual y moral de Marco Turbio y Carlos
Vidal. Cada quién, efectivamente, escoge el campo con el que se alinea, por eso hay tanta gente
que puede tener críticas a la gestión municipal o a actuaciones políticas de la
alcaldesa, pero que es consciente de que no hay causal de revocatoria y que lo
que está en marcha es una operación mafiosa de la corrupción municipal y los
grupos de interés (en el transporte, el comercio mayorista y otros) para tomar
Lima y entregársela a Castañeda. Que algún idiota se crea haciendo una batalla
ideológica contra los “rojos” y los “caviares” que tanto le apestan, es algo
que no se puede evitar ya que la idiotez solo se corrige cuando uno se da
cuenta de ella.
Con el caso Favre pasa lo mismo. No tengo por qué cambiar mi
opinión sobre el papel que cumplió en la campaña electoral y en los primeros
meses de gobierno porque ahora los jefes del no hayan decidido convocarlo
asumiendo que sus condiciones de publicista son casi una garantía para la
victoria. Ojalá sirva efectivamente como refuerzo en la tarea de difundir la
obra de la alcaldesa y revelar la trama oscura detrás de la revocatoria. Pero
eso no va agotar la discusión sobre la transformación del Ollanta radical, que
Favre desahució para ganar las elecciones, y el camaleón que ahora tenemos en
Palacio que fue estimulado por la asesoría brasileña. Ese ciertamente no es el
tema ahora, ya que de lo que estamos hablando no es de cómo construir una
figura de gobierno, sino de la manera de defender una gestión en desarrollo frente
a la amenaza de irrupción coordinada de los bajos fondos de la política
nacional.
El frente contra la revocatoria es amplio y diverso, y es
imposible pedirle a quiénes lo integran que coincidan sobre muchos temas
económicos y políticos. En un lado está Toledo y otros sectores de la derecha
democrática, y junto con ellos vienen los distintos partidos de la izquierda y
numerosas organizaciones de base. Y en materia de prensa basta leer la lista de
“fanáticos” elaborada por Aldo M: Rosa María Palacios, Álvarez Rodrich,
Acevedo, Lévano, Wiener o Lauer; para concluir que se trata de una expresión
sumamente variada de los puntos de vista que hay en la prensa peruana.
Obviamente el fanático de la otra acera tiene sus partners: García Miró, Ben
Schmuel, Du Bois y otros. Todos hinchas de Marco Turbio y Comunicore,
convencidos que el “error” de Susana Villarán fue investigar los actos de
corrupción de la gestión precedente. Si hubiera conciliado como es costumbre en
el Perú, tal vez no hubiera tanto odio en el ambiente. Y la impunidad quedaría
consagrada.
Y, como dice Álvarez Rodrich, para evitar un empate en la
imagen de falta de transparencia de la campaña hay que pedir que se diga no
sólo cuánto gana, sino quién le paga a Favre. Única forma de dejar a los revocadores
como la parte oscura y tramposa de esta disputa, con la que nadie decente y
bien intencionado puede asociarse.
08.01.13
www.rwiener.blogspot.com
3 comentarios:
Buenas noches, es excelente su apreciación.
Desearía que me proporcione su dirección de correo electrónico para hacerle llegar una invitación de estudiantes sanmarquinos. Tenga buenas noches.
Mi correo es lizbeth.ancco@gmail.com
mi dirección de correo es raulwiener@yahoo.com.ar
Saludos
Raúl
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