Raúl Wiener Periodista, Analista Político y Económico peruano. Trabajó en el diario El Observador (1981-1984). Dirigió la revista Amauta (1988-1992), participó del programa Radicales Libres por RBC Televisión en el 2012 y fue director de la revista Miercoles de Política en el 2013. Actualmente es Jefe de la Unidad de Investigación del diario Uno (ex La Primera) desde 2007 y colaborador semanal de la revista Hildebrandt en sus trece.
martes, enero 29, 2013
El mensaje del No
A poco más de un mes y medio de la votación por la revocatoria de la alcaldesa de Lima Metropolitana hay una sensación en el ambiente de que la batalla de los mensajes se la está ganando el Sí al No, en otras palabras que la grosera simplificación de la gestión de Susana Villarán a través de la fórmula de que es “incapaz” y que otro (¿quién creen?) lo podría hacer mejor, ha entrado en un sector importante de la población, mientras los conceptos “Lima no puede parar”, “honestos versus corruptos”, “las reformas nos harán una ciudad moderna” no calan en la parte popular de la ciudad.
Que es injusto que le digan incapaz a Susana y que eso lo asocien ya sea a la comparación de obras físicas en los siete años de Castañeda versus los dos de la actual alcaldesa, o a la idea de que la izquierda y los “caviares” hacen mucha política desde los cargos públicos, en vez de invertir en cemento y quedarse callados como hacía el anterior alcalde, está fuera de discusión, pero el hecho real es que hay personas que creen que el túnel entre San Juan de Lurigancho y el Rímac se ha retrasado en su ejecución por “incapacidad” y no por medidas de seguridad y necesidad de reiniciar la obra que fue mal diseñada, o que piensan que el desvío de las rutas de transportes por otras calles para reducir la presión sobre el Metropolitano los ha perjudicado, y decenas de razones adicionales de este tipo que han mantenido un alto y silencioso porcentaje por el Sí.
También es verdad que se ha juntado toda la sinvergüencería criolla en torno a la dirigencia del Sí y que cada día que pasa la turbiedad de los revocadores se hace más evidente. Pero ya se vio durante la etapa de recojo de firmas que los audios de Marco Tulio en los que se revelan sus intereses, financiadores y apañadores, no impidieron que un número considerable de personas los avalaran con su rúbrica y que el Jurado de Elecciones los tratara como si fueran unos caballeros, cuando eran falsificadores de firmas y trasgresores de los plazos, y le diera con palo al Municipio y a la RENIEC. Hace poco el APRA decidió jugarse el todo por el todo por la revocatoria, mientras Castañeda sigue siendo la carta tapada para la que todos juegan, como lo confirman las encuestas que lo dan por seguro alcalde post revocatoria. Que lo peor de la política está sacando la cara contra Susana es algo obvio. Pero lo peor es que puede ganar.
¿Cómo se revierte una situación de estas características? No soy nadie para decirlo. Pero creo que hay que entrar a la discusión sobre la capacidad y la incapacidad. Mostrar con agresividad lo que se ha hecho, se está haciendo y se prepara para hacer, preguntando abiertamente si eso es incapacidad o hay alguien que se quiere apropiar de la ciudad. Y creo que el centro de la pelea es Castañeda: ¿por qué está tan apurado en adelantar el cambio de alcalde? Lima no debe parar es verdad, pero la gente debe ver adónde está yendo. Si no se puede trasmitir eso, difícilmente se podrá ganar.
29.01.13
www.rwiener.blogspot.com
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1 comentario:
Al contrario, usted, los periodistas aún, es el indicado para decirlo todo lo que Lima padece, para generar opiniones en favor de la vida sana en sociedad, diciendo no al suicidio.
Es asombroso como esta revocatoria saca a luz una realidad tan triste de la sociedad moderna peruana (pues es ésa la que representa Lima), sus necesidades y motivaciones en torno a lo material, poco importa la polución, congestión y todo el desorden vehicular causante de accidentes y tensiones que enferma a la gente. Casi nada importa la corrupción, pareciera que los limeños apuestan por un alcalde “eficiente hasta en robar” porque si Castañeda o Turbio no se habrían hecho “descubrir” tendrían a su favor al 99% de limeños. Si esto es así, entonces los revocadores que representan a esa gran mayoría limeña ganan de todas maneras, y lo que están diciéndonos (con tanta cara dura para 1%) es “ya pues déjenos robar” que “nos respalda la mayoría”, porque a sus representados lo que promete es “continuar con… porque Villarán dejó…” con el añadido de “hacer mejor”, es decir “ahora robaremos con más eficiencia”.
En efecto, para detener el avance del SI se debería demostrar cual es nivel de eficiencia y eficacia de la gestión actual, qué tan eficiente fue la gestión anterior con respecto a problemas urgentes, centrado en la capacidad del proceso no sólo mostrando la cantidad de producto obtenido, porque escaleras no es el fin en sí, los procesos dan sostenibilidad. Así demostrar lo contrario.
Pero los esfuerzos debería estar orientados a fortalecer el NO, lo que se deberá concentrarse en el: ¿Por qué está tan apurado en adelantar el cambio de alcalde? El tema aquí es la corrupción, los valores y principios que deshumanizan, pasados por alto o practicados en la política clientelista, cuáles son los efectos e impactos de permitir la corrupción, cómo nos afecta cotidianamente, y a dónde va esa Lima moderna que dice ser ¿Es modernidad la congestión, los asaltos, la corrupción, pandillaje, etc.? Esto no es nada bueno ni recomendable para la vida como para apostar por su continuidad. Así no se vive la vida, en esas condiciones sólo se puede sobrevivir o supervivir.
Pero también debería entrar en debate del por qué la sociedad limeña moderna da tanta importancia a la eficiencia, un valor androcrático (como dicen las feministas) que entra en el escenario. Creo, que Lima está haciéndose llevar por la mente androcrática de los revocadores, que valoriza las jerarquizaciones y piensan que todos piensan así: la sociedad como escaleras humanas. Así sale a luz aquella acusación por “racista”, apenas escucha la palabra “mujeres” “lavan” dice “racista”. No es de extrañarse, entonces, que además de corrupción lo que está en el escenario es el machismo y el racismo que tienen por “cultura” los revocadores y la mayoría que representa: hombre más que mujer, asentamiento versus centro, etc., sólo así se puede sostener que capacidad de Castañeda es mayor que la de Susana, gobierno de mujer es “ineficiente” o gobierno de hombre es “eficiente”, porque hombre es más que mujer por tanto tiene más capacidad para gobernar. ¿Estamos por Lima deshumanizada regidos por tecnócratas inhumanos?
Marcela
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