martes, enero 31, 2012

Otra vez tiembla Ica

Casi se cumple el sombrío pronóstico de que la atención pública volverá seriamente a Ica cuando haya otro terremoto. La medianoche del domingo para el lunes produjo una centena y más de heridos, muchas viviendas destrozadas, y otra vez rondó la pregunta: aparte de las zanjas que están a cargo de los soldados desde hace algunos meses para que algún día pasen las tuberías de agua y las promesas del presidente que viajó personalmente a la zona del sismo de 2007, para decir que ahora sí la reconstrucción sería la prioridad del gobierno, ¿cuál es el proyecto de fondo para sacar al sur chico de la condición de zona de desastre y llevarlo adelante?

Tanto lucir en España y Davos las cifras del crecimiento, que no son sino las de las ventas de los mineros y otros afortunados exportadores, y no poder elementalmente como Estado ordenar tres ciudades de mediano tamaño destruidas hace casi cinco años, puede tomarse como una evidencia de que el modelo económico no sirve para incluir a nadie, ni siquiera a los que las contingencias de la naturaleza han dañado en su vida cotidiana. Más allá de la intención manifiesta del presidente por hacer lo que Alan García no hizo en cuatro años, ¿es realmente consciente de los intereses que han estado en juego en el retardo de la reconstrucción, o tal vez piense pragmáticamente que sólo faltaba alguien más enérgico que diga que se hagan las cosas y se traiga un batallón de reclutas para mover la tierra?, ¿le habrá explicado el ministro Castilla por qué es que no puede disponer del dinero del Estado para lo que considera más urgente porque todo está normado y si no hay base legal no se puede hacer nada?

Hay una cierta metáfora del poder en la continuada tragedia del sur chico: (a) contratos leoninos que el “Estado de derecho” obliga a respetar, en este caso específico los de la concesión de la futura autopista Lima-Ica que hace mucho debería estar terminada y sigue en proceso, pagándose con el palo que se cobra para el peaje de la zona, y el del aeropuerto de Pisco que pasó a manos privadas después del sismo y sigue sin inversiones, estando pendientes la privatización del agua, el puerto y otros, que forman parte de las reales prioridades de Proinversión y el MEF; (b) prioridad del Estado hacia el interés privado más poderoso en la restitución de servicios y nuevas inversiones, que es lo que se ha visto en relación al turismo, la agroindustria y algunos grupos industriales, en desmedro de los pescadores, los pequeños propietarios y los trabajadores; (c) Política asistencialista y de pobres para la mayoría de la gente que aún vive como puede, con la ayuda que puedan darle; (d) inversión estatal insuficiente y lenta como si no existiera el concepto9 de emergencia y otras cosas donde hay mucho más dinero captaran la importancia de los gobiernos.

Lo que se está viendo es que Ica, Pisco y Chincha, no van a volver a ser lo de antes ni con la fanfarronería alanista ni con el voluntarismo ollantista. No porque no se necesite voluntad y energía, sino porque una y otra están condicionadas por las reglas del juego a las que Ollanta se ha sometido para no pelearse con los grupos de poder. El sur chico está entrampado en el mismo punto que el país, y lo que hace que Ollanta no pueda introducir ningún cambio en el país es lo mismo que le impide una reconstrucción exitosa del sur.

31.01.12
www.rwiener.blogspot.com

1 comentario:

Carlos Malpica dijo...

Estimado Raul, necesito tu email, para enviarte info sobre un fallo bochornoso del TC sobre tercerizacion laboral. Urgente
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