jueves, enero 05, 2012

La crisis planeada

Pregunta uno: ¿sabía Ollanta Humala que cuando apenas le faltaban 24 horas para ceñirse la banda presidencial y discutía con su entorno más cercano los detalles de la juramentación (el espíritu de la Constitución de 1979) y del discurso de investidura, se producía una reunión en la ciudad de Denver, capital de Colorado, en los Estados Unidos, en la que el directorio de la gigantesca empresa minera Newmont Mining Corporation, daba por aprobado el ahora famoso proyecto Conga, situado en el departamento de Cajamarca en la sierra norte del Perú?

Pregunta dos: ¿estaban al tanto los altos funcionarios de la minera de que en el Perú se venía produciendo un cambio de gobierno y que el nuevo presidente que juramentaría al día siguiente, tenía compromisos públicos con mucha gente en Cajamarca para proteger las lagunas y las fuentes de agua del avance incontenible de la minería del oro en la región, lo que significaba que le estaban dando un hecho consumado, con impredecibles consecuencias políticas?

No puedo saber la respuesta exacta a la primera pregunta, pero la segunda se responde sola porque Newmont a través de su filial peruana Yanacocha había sido activo participante de la campaña electoral con una apuesta de 100% para la continuidad del modelo. Eso era evidente en el reclutamiento de candidatos a congresistas por la ONG “Reflexión Democrática”, pagada por la mina, que abarcaba a todas las bancadas, menos a la de Gana Perú, y en el financiamiento de la guerra sucia de la segunda vuelta contra Ollanta Humala.

Una empresa que siempre hizo política nacional y regional, no podía ser ajena al concepto de que estaba usando el último día del régimen de Alan García para sembrarle un conflicto de proporciones a su sucesor. En toda la secuencia de Conga desde el 2010 al 2011, se descubre un aceleramiento constante del proyecto dirigido claramente a hacerlo irreversible antes que llegue el siguiente gobierno:

- Fines de marzo 2010, audiencia publica con dirigentes comunales y locales, vinculados con la empresa para dar por aprobado el estudio de impacto ambiental, presentado ese mismo día y las ventajas que se ofrecían a las comunidades para vender sus tierras.
- En octubre de 2010, seis meses después, el ministerio de Energía y Minas aprobó el estudio que comprende casi dos mil páginas de texto y numerosos anexos de documentos adicionales, tablas, gráficos y fotografías.

Obviamente Newmont y su socio Buenaventura de Roque Benavides, jugaban, como siempre, fuerte a la política para quedarse con el oro cajamarquino y peruano. Y esto viene desde el origen de la inversión en Yanacocha, cuando uno de los elementos claves para que exista el actual poder minero en Cajamarca fue la intervención de Vladimiro Montesinos.

Pero el punto a aclarar ahora es si la crisis sin salida en la que se encuentra sumido el gobierno de Ollanta Humala, apenas a los cinco meses de su juramentación, al no poder encontrar formas de armonizar su representación original que le reclama consecuencia en el punto del nuevo trato con la minería, y la aparente irreversibilidad de los acuerdos que ya existen, fue un resultado planeado al que el presidente fue llevado a través del consejo de no patear el tablero y de que la desestabilización lo estaba esperando si se decidía a revisar los contratos.

Ahora hay desestabilización en pleno desarrollo, el gobierno está convertido nuevamente en guardián de las mineras y el nuevo trato del que se sigue hablando no tiene como implementarse porque los viejos tratos siguen pesando en las inversiones que recién comienzan.

04.01.12
www.rwiener.blogspot.com

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