Un análisis de las cifras y tendencias de la elección
Otra vez, la explicación de la victoria de Ollanta Humala en primera vuelta, es que el sur está descontento. E igual que el 2006, el sur llega hasta la frontera norte en Amazonas, pasa por todos los departamentos de la sierra centro, buena parte de la selva y alcanza Ancash, otrora bastión aprista y cuna de Alejandro Toledo, el cholo de Cabana.
Hace cinco años el APRA se basó para pasar a segunda vuelta en seis departamentos costeros: Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Ancash e Ica. Esta vez, la Fujimori ha ganado ajustadamente Piura, Lambayeque, La Libertad y Cajamarca (el único de sierra) y con mayor holgura en el pequeño Tumbes. Asimismo parece haber conseguido la mayor votación en el exterior.
Finalmente ha logrado una serie de segundos lugares (entre ellos Lima y Callao) que le ha permitido alcanzar el pase al segundo momento de la contienda.
El PPC de Lourdes Flores ganó en el 2006, Lima-Callao y el exterior. Y ahora, PPK y su gran combo sólo tienen el área metropolitana de la capital y segundos lugares en Arequipa, Moquegua y Tacna, a gran distancia de Ollanta Humala. Por eso se queda en el tercer puesto.
Toledo gana Loreto y va segundo en Ancash y Huánuco, quedando en cuarto lugar.
Hay aquí un primer campo apara avanzar algunas conclusiones:
(a)La base social de Ollanta Humala es mucho mayor que el sur y es la más nacional de todos los candidatos. Prácticamente donde no gana queda segundo, salvo en Lima-Callao, en la que esta ubicado en tercer lugar pero a un solo punto de Fujimori con 20.4%
(b)Los departamentos que le dieron los mejores resultados a Ollanta en el 2006, lo han vuelto a premiar con su apoyo: Puno (62.7%), Cusco (61.8%), Ayacucho (58.0%), Tacna (57.1%), Huancavelica (55.5%), Madre de Dios (51.4%), Apurimac (51.2%), Arequipa (47.8%), independientemente del hecho que en las elecciones regionales y municipales se hayan pronunciado por otras opciones.
(c)Los votos apristas del norte, y posiblemente de otras partes del país se han dividido entre el fujimorismo y Ollanta Humala, haciendo irrelevante el mandato de la dirección de ese partido para endosar a PPK.
(d)Ni con sancochado, PPK pudo cambiar el sino pepecista que le impide sobrepasar su condición de representante de la Lima de clase media y alta.
(e)Toledo se desmoronó en todo el país y los bolsones que quedaron en Loreto, Ancash y Huánuco, más parecen residuos de su mejor momento y si hubiera seguido por donde iba seguro que hubiera quedado aún más abajo.
(f)Castañeda quedó quinto en Lima con solo 13.4% de los votos, luego de haber tenido una aceptación de 80% hace menos de un año. Una lección de lo que puede ser un espejismo estadístico.
Votación nacional
Al 95% de los votos contabilizados Ollanta Humala de Gana Perú ha logrado obtener 4 millones 485 mil 589 votos, y es posible que esté cerrando cerca de los 5 millones de votos. Esto significa más de un millón de votos sobre el total obtenido el 2006 (3,758, 258). En términos porcentuales Humala pasa del 30.61 al 31.78%.
En la segunda vuelta del 2006, Ollanta logró 6 millones 270 mil 80 votos, lo que significa que está ahora a poco menos de un millón y medio de su anterior récord.
Keiko Fujimori ha conseguido 3 millones 235 mil 617 votos que se comparan con 2 millones 985 mil 858 que obtuvo el APRA de Alan García para entrar a segunda vuelta. El porcentaje del segundo ahora es de 23.47% y hace cinco años era de 24.32%. La diferencia primero-segundo en el 2006 era de 6.29% y en este año es de8.31%, es decir ha crecido en 2.02%
El tercer lugar del 2006 (Lourdes Flores) llegó al 23.81% con 2 millones 923 mil 280 votos, a apenas 0.51% del segundo puesto. En el 2011, la Alianza por el Gran Cambio de Pedro Pablo Kuczynski a contabilizado 2 millones 570 mil 760 votos, por debajo de la Flores, y su porcentaje es de 18.65%, a 4.82% de la señora Fujimori.
La impresión causada por el ascenso del gringo desde el 5% hasta cerca del 20%, creó una idea de ingreso arrollador, a lo que finalmente no es sino otra derrota de la derecha que se autodefine como “lo mejor”, pero nunca logra convencer a nadie fuera de los de su propia clase. Incluso el mito de que “la juventud” estaba con el gringo viejo, no pasa de una ilusión de redes sociales y de Universidades caras.
Las últimas encuestas probaron que Humala también había sacado fuerte ventaja en ese segmento si se le mira a nivel nacional y atravesando todas las clases sociales.
Reordenamientos
En el 2006, los seis partidos que ocuparon los primeros lugares, sumaban el 97.2% de los votos, y de estos cinco se manifestaron abiertamente en el sentido que votarían por el APRA y Alan García en segunda vuelta. Estos cinco sectores anti Humala sumaron en primera vuelta un 65.6% de los votos válidos.
En términos numéricos se podía decir que García podía aspirar a reunir 8 millones 65 mil, 278 votos, si los endoses hubieran sido milimétricos. Pero lo que alcanzó fue 6 millones 965 mil 17 votos, es decir un millón 100 mil 261 votos menos de lo esperado. Este debe haber sido un núcleo de votantes que se resistió a la directiva de sus direcciones y que no votó por el candidato aprista.
Ollanta Humala, por su parte, no tenía partido al que jalarle nuevos votos, salvo algunas organizaciones de izquierda que habían salido muy mal paradas de la primera vuelta. Pero entre abril y junio creció del 30.6% al 47.4%, es decir 16.8%, que en números significó un salto de 2 millones 511 mil 822 votos.
¿De dónde salió este plus tan significativo? Si todo el voto de desacato de los partidos se hubiera ido a Ollanta, aún no alcanzaría para explicar el salto producido. Además los votos nulos entre primera y segunda vuelta subieron en 455 mil 745, lo que debe haber sido principalmente consecuencia de los que no votan por ninguna de las opciones.
Lo que significa que más de un millón y medio de votos adicionales no provinieron de los partidos. Eso se entiende mejor cuando se aprecia que en primera vuelta del 2006, los votos en blanco fueron un millón 737 mil 45, y que en segunda vuelta se convirtieron en 157 mil 863, es decir se redujeron nada menos que en un millón 579 mil 182 votos. Lo que hay que explicar es porqué hubo tantos blancos en una vuelta y porque se decidieron recién la segunda, lo que parece estar muy relacionado con el asunto de los miedos.
Lo que se viene
La primera vuelta del 2011 se cierra con cinco partidos acumulando el 99.23% de los votos válidos. Si ocurriera lo que especulan algunos: (a) que PPK y su combo, le endosen a Fujimori; (b) que Castañeda haga lo mismo; (c) que Toledo llegue a un acuerdo con Humala; el balance sería en términos matemáticos:
• 47.23% para Humala
• 52.00% para Keiko
Pero como ya se vio la vez pasada los apoyos dictados por las cúpulas son acatados a medias por los votantes. Si el 2006, el endose hacía esperar más 65% de apoyo y sólo se logró 52%, ¿qué pasará esta vez?
Pero hay más, los votos válidos ahora representan el 88.77% de los votos emitidos. Y dentro de ellos los blancos son nada menos que un millón 342 mil 721 y los viciados 400 mil 215 votos. O sea que hay un 10% más de votos que pueden moverse como la otra vez.
Lo peor que uno puede hacer aquí es creer que los señores candidatos se van a sentar a la mesa a repartir las voluntades de los peruanos y peruanas, y que firmando papeles se decide lo que pasará el 5 de junio.
Aprendamos la lección.
15.04.11
www.rwiener.blogspot.com
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Toda la información se basa en datos oficiales de la ONPE
1 comentario:
Dos líneas parecen estarse configurando en la derecha, para esta segunda vuelta. Una línea dura, seguramente encabezada por Aldo eMe y seres similares, que propone votar por Fujimori, insistiendo en la cantaleta del "mal menor", aún cuando eso signifique volver al régimen delictivo del japonés, y sabiendo que, si se trata de hablar de mal menor, siempre será preferible Humala a cualquier delincuente. La otra línea, probablemente encabezada por La República, no se atreve a apoyar a Fujimori, porque tiraría por la borda su prédica anti-fujimorista de muchos años, pero quiere ponerle condiciones a Humala, para darle su apoyo. Casi todos los días La República saca titulares anunciando "cambios" en el programa económico de Gana Perú. De esa manera piensa hacer digerible, para sus intereses, al nuevo gobierno. Esta última línea es muy probable que al final decida votar en blanco o abstenerse, esperando a ver qué pasa con el enfrentamiento entre Gana Perú y el sector más reaccionario de la derecha.
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