Hace cinco años escribimos una reflexión sobre el resultado al primera vuelta que denominamos “El peor escenario para todos nosotros…”, que trataba de reflejar el sentimiento de la clase política y sus voceros mediáticos que habían acompañado la campaña de Lourdes Flores a la que en algún momento ya daban por ganadora, y que finalmente terminó con la “bestia negra” de Ollanta Humala adelante y “el peor presidente de nuestra historia”, Alan García, en segundo lugar.
Los términos que recogía en esa nota eran:
“Es increíble”, Jaime de Althaus.
“No se trata de cáncer y sida, sino de cáncer y diabetes, o sea que sobreviviremos”, Aldo Mariátegui.
“Lo bueno de García es que se irá en cinco años”, Chichi Valenzuela.
“¿Qué hicimos mal en la campaña?”, Rosa María Palacios.
“Pero Humala es sólo el 30%”, otra vez la Valenzuela.
“Fue muy malvada mi entrevista a Lourdes”, Bayly.
“Avanza frente democrático: APRA, UN, Paniagua, Lay y los fujimoristas”, Luis García Miró.
“Los peruanos que votan en el exterior, son modernos, despabilados, audaces, no se creen mitos…”, otra vez Aldo.
“La disyuntiva sigue siendo entre dictadura y democracia”, El Comercio de la familia Miró Quesada.
Miren ahora lo que se va diciendo en estos días post primera vuelta:
“Es increíble”, Althaus.
“Humala es un cáncer, mientras que Keiko es una pulmonía con la que puedes vivir”, Aldo Mariátegui.
“Humala quiere reformar la constitución para hacerse reelegir” (Chichi Valenzuela, Fernando Rospigliosi y Pedro Pablo Kuczynski, que han olvidado que la Constitución de 1993 autorizaba originalmente la reelección y la de 1979, no)
“Debo tener poca comprensión lectora”, Rosa María Palacios todos los días respecto al Plan de Gobierno de Gana Perú.
“Pero Humala es sólo el 30%”, infinidad de análisis de estos días de los que apoyaron a candidatos con menos de 20%.
“Votar por Keiko es votar por la democracia”, Correo, Expreso y La Razón.
”Todo indica que hasta estos momentos que Keiko triunfó en el sufragio expatriado (migrantes)” Aldo Mariátegui.
Todavía El Comercio no ha dicho cuál es la disyuntiva en esta ocasión, pero todos recuerdan lo que escribieron Martha Meier y Juan Paredes en los días previos al 10 de abril.
Como se ve, tal parece que estuviéremos congelados en el tiempo y que el peor escenario siguiera persiguiendo a las mismas personas.
Pero el punto es otro: los que se creen la voz del país, están siempre enemistados con la opinión mayoritaria de los habitantes de ese mismo país. Los medios de comunicación más poderosos reflejan opiniones probadamente minoritarias.
Los manipuladores de opinión pública se estrellan contra la realidad y terminan traduciendo sus fracasos en graciosas declaraciones de impotencia.
¿Alguien ha escuchado en estos días en la televisión la opinión de LA PRIMERA, que respaldó de manera independiente la postulación de Humala (31% de lo votos) o la de La Razón que apoyó a Keiko Fujimori?
Lo mismo era en el 2006, en la disyuntiva abierta entre García y Ollanta.
Claro que en la segunda vuelta todo el elenco: Althaus, Chichi, Aldo, Rosa María, la sagrada familia y otros, emigró a Alan García y el APRA, y se tragaron cuánto sapo fuera necesario para convencer que los que gobernaron entre 1985-1990, con hiperinflación, corrupción y violencia, eran los demócratas modernos de la siguiente etapa.
Ahora es más bravo.
Por ejemplo, en el caso de Rosa María Palacios: ¿cómo hace para mantener su amnésica posición que no se acuerda cuando fue que colaboró con la dictadura, y demócrata inmaculada, modelo 2000, si tiene que escoger entre nacionalizaciones que puede querer decir estatizaciones, y los que se consideran fundadores del actual modelo económico?
¿Y cómo hace Althaus para no ser el mismo que era cuando era subdirector de Expreso en plena dictadura, cuando se cerró el Congreso y se gobernó con decretos?
¿Cómo hace Correo para que no se recuerde la visita de los Agois a la salita del SIN?
¿Y la Chichi, como manejará sus trofeos antifujimoristas, después de que tanto nadar hacia la derecha la colocó a un paso de dar su voto por los que vienen del gobierno del grupo Colina?
No olvidar que esta historia empezó cuando en 1987, Alan García quiso estatizar la banca, y la banca pagó para organizar un movimientos de las derechas sin retoques, con un “candidato de lujo” y las calles llenas de pitucos libertarios dispuestos a ejercer el poder.
Ya se sabe que esto fracasó estrepitosamente, con el giro inesperado de la votación popular hacia Fujimori. Entonces la derecha derrotada hizo su primer berrinche racista y macartista, para después subirse al carro del chino por más de diez años.
En el 2001, la derecha le llamó auquénido de Harvard a Toledo, pero luego de la derrota de su candidata giró hacia la Chakana y cogobernó nuevamente, esta vez con el “restaurador de la democracia”, que se encargó que todo siquiera básicamente como estaba.
En el 2006, la derecha que jamás volvería a votar por Alan García y que lo quería meter en la cárcel, los llevó otra vez a la presidencia y nuevamente se coló en el gobierno. Ahora los pepekausas ya dejaron de llorar y están detrás de Keiko, aunque su ex candidato todavía tenga que negociar con San Román y Simón como ayudarlos a pasar el trago amargo.
Nadie puede negar que el desenlace de la primera vuelta del 2011, estuviera en la lógica de los acontecimientos, como también lo estaba el del 2006. Pero eso no evita que Althaus siga pensando que lo que ha vuelto a pasar es definitivamente increíble.
15.04.11
www.rwiener.blogspot.com
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