sábado, abril 14, 2012

Secuestro en Camisea

Hay cosas que se escuchan sobre la tragedia que se vive en la zona contigua al proyecto Camisea, con sus trabajadores secuestrados y la capitana muerta preparando el rescate, que son reveladoras de la gran confusión política en que se desenvuelve la guerra larvaria entre lo que queda del Sendero Luminoso armado y el Estado peruano:

(a) Que se trata de manotazos de ahogado de una organización que ya está liquidada como se apreció con la caída de Artemio.

Lo primero que se tiene que tener claro es que como efecto de su derrota estratégica, Sendero se escindió y que actualmente hay estructuras que funcionan por su cuenta con proyectos diferentes y buscando además la derrota de sus excompañeros. Esto explica que la eliminación de la fracción del Huallaga sea vista como una victoria por la del VRAE, que está haciendo alarde de capacidad ofensiva al secuestrar un gran número de trabajadores y repeler a tiros a un helicóptero.

Evidentemente están tratando de demostrar fuerza, lo que los hace más peligrosos, pero eventualmente más vulnerables. No olvidar que cuando el Sendero histórico quiso acelerar la guerra y proclamó el “equilibrio estratégico”, lo que logró es una respuesta más dura, lo que aisló sus partes y facilitó la caída de sus dirigentes.

Pero al Estado le pasa exactamente lo mismo, cuando cae en triunfalismo y propagandismo, y empieza a anunciar la inminencia de la derrota del otro, es cuando suele estar más cerca de que la situación se le voltee y el triunfo de hace un mes se convierta en la turbulencia de estos días.

(b) Que se trata de un grupo focalizado que se le puede cercar y aplastar

Es verdad que por mucho tiempo los del VRAE han estado encajonados en una selva amplia y escabrosa, manteniendo dominio territorial pero sin exponerse a expandir su influencia. Pero eso parece que ya acabó hace algunos años. Y descubrir que se esté utilizando la expresión VRAE (Valle del Río Apurímac y Ene) para referirse al área del proyecto Camisea es demasiado. Aquí nuevamente apreciamos que el peligro ha crecido no sólo porque amplía el escenario de violencia sino porque lo conecta con una zona de interés estratégico.

Y al mismo tiempo obliga a preguntar si estos tipos que se han atrevido a llevarse por la fuerza a cuarenta trabajadores (cuyos intereses irónicamente aseguran representar), han medido el tamaño de su osadía, porque a lo que están induciendo es a convertir Camisea en un bastión militar con proyecciones hacia Ayacucho y Junín y eso les puede costar caro.

(c) Que no se negocia con terroristas

Frase obviamente dicha por el ministro que hace rato viene convirtiendo la cartera de Justicia en una prolongación de la de Defensa, y que es lo que jamás debe declararse cuando hay de por medio la vida de personas secuestradas, familiares temiendo lo peor, y un presidente asegurando que la prioridad es la de los rehenes. Lo mejor en estos casos es callarse. Porque si hay negociaciones serán secretas y probablemente establecerán acuerdos que no se conocerán y si hay enfrentamiento será porque se agotaron otras vías. Pero precisamente quién debería viabilizar legalmente las opciones que pudieran existir para tratar con los plagiarios, para cualquier salida pacífica es el ministro de Justicia, que no tiene que responder a las tropas sino ayudar al presidente a encontrar una solución.

14.04.12
www.rwiener.blogspot.com

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