martes, diciembre 11, 2007

Un mundo para Julius

El día del inicio del juicio a Fujimori, al hombre se le ocurrió revisar los números económicos y recordar que la izquierda fue la que realmente jodió al país y que el año D del despegue peruano fue precisamente 1992, cuando el chinito de sonrisa maliciosa pronunció las inolvidables palabras: “disolver, disolver…”, que tanto bien hicieron a la democracia y a la economía libre en el país.

La izquierda, como se sabe, gobernó el Perú 171 años desde la proclamación de San Martín y el chavismo-humalismo tuvo mucho que ver con la fiesta del guano que nos dejó tan pobre como estábamos; las concesiones del salitre a Chile en el sur, que nos llevaron a la guerra; los tratados de Ancón y el del 29, que cercenaron el territorio nacional; los contratos con la IPC, con la Cerro y con la Southern, derivados de los cuales Piura, Pasco Moquegua y Tacna, son casi provincias del primer mundo, etc.

Curvas de crecimiento que hemos tenido en el pasado, claro que sí, como para mirar números y putear nuevamente a la izquierda: por ejemplo a comienzos de los 50, con los efectos de la guerra de Corea y la reconstrucción europea, cuando se abrían las minas de cobre; o con el auge pesquero de comienzos de los 60 (de dónde viene además el diario en que trabaja, es un decir, el personaje de esta historia); ¿y después?, ¿dónde se fue tanta riqueza?, ¿a las cuentas de la izquierda?

Ah, nos olvidábamos de lo importante, esa desgracia llamada Velasco. Ese malnacido, al que Chlimper no le metió un tiro porque todavía no había sacado permiso en la DISCAMEC, y que por cuya culpa salió la Constitución del 79, en el período del general que lo derrocó y con el voto y las firmas del APRA y el PPC, es decir los partidos de García y Flores, dos emblemas de la izquierda, y que dieron lugar a los izquierdistas gobernantes de los 80.

Todo hasta el año 92, en que mueren las tres pestes de Aldo M: el velasquismo económico, el sindicalismo y el terrorismo. Claro, no lo dice, pero lo está diciendo, que Fujimori fue un salvador. Por eso hoy pide que lo condenen por el allanamiento de la casa de Montesinos, el arrebato final, digamos, para que no caiga tan gorda una exculpación sobre los delitos realmente graves que muestran que este crecimiento que le saca los ojos al Julius de la prensa peruana está fundado en corrupción, sangre y abuso sobre los derechos de la gran mayoría del país.

El Perú sin izquierda, le decía la mamá que era linda, estaría lleno de grandes haciendas, con señoras y señores en trajes, tomando el te; con muchas minas y empresas extranjeras poniendo carteles de se prohíbe peruanos, pero dependiendo claro de qué peruanos se trate; con un ejército y una policía fiel, de donde no salían generales desafiantes ni comandantes contestones; sin igualados (ahora les dicen electarados); sin sindicatos. Y eso que contaba tu abuelo, de la tragedia del indio, la mentalidad colonial, la liberación de los trabajadores: rubbish, huevadas, mejor dicho. Por eso es que al chico le da tanta inquina la izquierda. Como es memorioso recuerda que quiso nacer rico. Pero tuvo que negarse a sí mismo varias veces, para ser el peón de las derechas que es ahora. Y esto no lo digo por antiderechismo, sino porque no festejé el CADE, ni los discursos de García, por lo que mi lucidez está fuera de debate y mi memoria también.

11.12.07
http://www.rwiener.blogspot.com/

1 comentario:

Sal ají chicha y vinagre dijo...

Julius nació en un palacio de la avenida Salaverry, frente al antiguo hipódromo de San Felipe; un palacio con cocheras, jardines, piscina, pequeño huerto y servidumbre con departamentos incluido, que lo contemplaban; y la carroza forrada de terciopelo que usó su bisabuelo-presidente de la República llena de telarañas, y su mamá linda, hermosa, rubia, elegante, refinada, darling...

El Julius que conocimos en la novela no se había echado a perder todavía, seguía siendo un niño noble, amable y generoso. En cambio, el atorrante que por desgracia toca hablar, se encuentra en otra dimensión, no sólo porque careció del entorno y los privilegios de Julius...

Siguiéndole la huella a su lenguaje, los bajos fondos nos absorve: La Parada, 'el Troca', prostitución, cafichos, chuchumecas y cabrones.

"Usted comadre "trabaje", --lo leo a diario decir-- "gane su dinero, putée con confianza, no tenga miedo a Sanidad ni a ningún ministerio; ningún shushashumae se va meter contigo, porque le doy una "chiquita" que no la va a contar..! Ya saben hagan empresa, profit, chanchullos y 'arreglos', levanten billete que eMe aquí, aquí eMe, los proteje. Y el que se mete con ustedes pormisantamadre que me lo bajo..."

- Gracias Aldito Mermelero...

- De nada. Ah, darling, si viene la tochería batan el 'arreglo', rómpanle la mano, una calentada, jefesito, pe... -digan"